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Servicio civil en el Tercer Mundo

Mirra Banchón3 de septiembre de 2007

En África, Asia o América Latina: 10.000 jóvenes alemanes podrán optar por hacer un servicio civil voluntario en un programa de desarrollo. Los costos los asume el Gobierno alemán.

Un programa de vacunación de la UNICEF en ÁfricaImagen: picture-alliance / dpa/dpaweb

A partir de enero de 2008, los jóvenes alemanes pueden optar por hacer su servicio voluntario en países en vías de desarrollo. La ministra de Desarrollo, la socialdemócrata, Heidemaire Wieczorek-Zeul, presentó en Berlín la iniciativa: weltwärts, “Hacia el mundo”.

“Cada vez más jóvenes alemanes perciben la importancia de comprometerse con la situación social y la justicia en el mundo”, dice el comunicado del ministerio de Desarrollo. Por ello, para un máximo de 10.000 jóvenes se pondrá anualmente a disposición 70 millones de euros. Estadías de entre 6 y 24 meses se financiarán con esos fondos. Y no se excluye ningún destino. Incluso países en guerra como Irak y Afganistán están en la lista. A proyectos de ecología, agricultura, educación o trabajo con organizaciones de derechos humanos se les dará preferencia.

Favela Rocinha en Rio de JaneiroImagen: Geraldo Hoffmann

Gastos cubiertos

Por cada voluntario cuyo proyecto sea aprobado por el ministerio, la organización involucrada –sea Misereor, la Iglesia Católica, la Evangélica o el Servicio Alemán para el Desarrollo- recibirá 580 euros mensuales para cubrir gastos de estadía, seguros y diversos aportes a las estructuras regionales. El objetivo de esta subvención es que el despertar del compromiso internacional de las nuevas generaciones no dependa del bolsillo, más o menos lleno, de las familias. Requisitos para optar por el programa son: tener entre 18 y 28 años y haber terminado la escuela secundaria.

Organizaciones entusiasmadas

Aparte de todo el aporte a la formación individual, el aprendizaje de lenguas y de competencias interculturales se entiende como un aporte a la sociedad, a largo plazo. Mientras la ministra Wieczorek-Zeul subraya la importancia de la obra que van a realizar los jóvenes alemanes en el extranjero, asociaciones católicas resaltan que este concepto les facilita familiarizarse con la globalización.

Ayuda alemana contra el hambre en MadagascarImagen: picture-alliance

¿Y en la otra dirección?

Tanto miembros del partido de Los Verdes como expertos en política no hicieron esperar su crítica: la aventura y las ventajas serán sólo para estos jóvenes, no para la gente en el Tercer Mundo. Como fuere, un primer voluntario que probó el programa en su fase de preparación en una institución infantil en Ecuador declaró a la agencia católica KNA: “He aprendido un nuevo idioma; he conocido innumerables personas lindas, otra cultura y otra filosofía de la vida. Me he divertido. Y, además, me he dado cuenta de lo bien que me va”.

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