Su prioridad, dice en el discurso de Año Nuevo, será la economía. Sobre todo, vencer a la deflación y el envejecimiento poblacional. Pero insiste en reformar la Constitución, que cumple 70 años.
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El primer ministro japonés, Shinzo Abe, llamó este miércoles (04.01.2017) en su tradicional mensaje de Año Nuevo a refundar el país en 2017, cuando se cumplen 70 años de la Constitución. "Ahora toca mirar al futuro, anticipando los próximos 70 años, y forjar una nueva nación", dijo en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, tras su visita anual al santuario en Ise Grand Shrine (el lugar más sagrado de la religión sintoísta, en el centro del país).
"Nosotros, los japoneses, forjaremos (nuestro futuro) con nuestras propias manos. Ahora es cuando necesitamos el coraje (para hacerlo)", afirmó el jefe del Ejecutivo nipón, quien advirtió que el sino del país asiático "no lo definen otros". Abe trata desde hace tiempo de reformar la Constitución, redactada por las fuerzas de ocupación estadounidenses tras la Segunda Guerra Mundial. Y ha dado ya algunos pasos legislativos en ese sentido.
'Abenomics': sin olvidar la economía
Sin embargo, el primer ministro no se olvida de las reformas en el plano fiscal y monetario, resumidas por la prensa especializada como 'Abenomics': "Pondremos la más alta prioridad en la economía". "Mantendremos los tres pilares de política monetaria, fiscal y de crecimiento para derrotar a la deflación", que, explicó "ha estado lastrando la economía japonesa durante veinte años y ha sacudido nuestra confianza en un crecimiento sostenible".
La Constitución nipona prohíbe a Japón tener un ejército propio y participar en operaciones en el extranjero, aunque sean misiones de paz bajo el mandato de la ONU. El Ejecutivo de Abe logró aprobar en 2014 una reinterpretación del artículo correspondiente y en 2015 sacó adelante un paquete legislativo con medidas para ejercer el llamado derecho a la "auto-defensa colectiva". Esta reforma fue aprobada por la coalición gobernante entre protestas de la oposición y la ciudadanía por considerar que vulneraba el espíritu pacifista de la Carta Magna que, para ser reformada, requiere una mayoría de dos tercios en ambas cámaras legislativas y un referéndum popular.
LGC (EFE/Reuters)
Hiroshima y Nagasaki: el imperativo de recordar
En cada aniversario de los bombardeos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en 1945, el mundo entero recuerda a las víctimas y se reflexiona sobre las terribles consecuencias de la guerra.
Imagen: David Mareuil/Anadolu/picture alliance
Llamado a la paz
Las palomas blancas se echaron a volar nuevamente este 6 de agosto, en el memorial que recuerda a las víctimas de la primera bomba atómica, en Hiroshima. El alcade de la ciudad, en su declaración anual de paz, urgió a la desnuclearización, para evitar que el mundo vuelva a vivir el horror de un ataque nuclear como el que sufrió Japón en 1945.
Imagen: KYODO/REUTERS
Recordando a las víctimas
A las 8.15 A.M., un minuto de silencio rinde homenaje a las víctimas, a la hora que fue lanzada la bomba atómica en Hiroshima. En la foto, una artista realiza una danza, en el marco de las ceremonias de conmemoración de la tragedia.
Imagen: David Mareuil/Anadolu/picture alliance
Primer ataque
El 6 de agosto de 1945, el bombardero "Enola Gay“ arroja sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica empleada en una guerra. El artefacto tenía un seudónimo que parecía inocuo: “El pequeño”. De los 350.000 habitantes de esa localidad murió en unos cuantos segundos la quinta parte, según se estima. La enorme presión desatada por la detonación destruye por completo Hiroshima.
Imagen: Three Lions/Getty Images
El “Enola Gay”
Originalmente se tenía programado el 1 de agosto de 1945 como fecha para el ataque. Sin embargo, éste fue postergado a causa de un tifón. Cinco días más tarde despegaba el bombardero “Enola Gay” con una tripulación de 13 personas a bordo. Los militares se enteran solo en pleno vuelo que deben arrojar la bomba atómica.
Imagen: gemeinfrei
El segundo ataque
Tres días después del bombardeo a Hiroshima, el ejército estadounidense arroja una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. En un principio el objetivo era Kyoto. Pero algunas consideraciones hechas por el secretario de Defensa de EE.UU. se cambia el punto donde habrá de caer la segunda bomba atómica. Ésta lleva el seudónimo de “Gordo” y tiene una potencia equivalente a la de 22.000 toneladas de TNT.
Imagen: Courtesy of the National Archives/Newsmakers
Objetivo estratégico
En Nagasaki se ubicaba la sede principal del consorcio Mitsubishi, que fabricaba armamento. En sus muelles se ubicaban enormes astilleros militares. Ahí fueron producidos los torpedos con los cuales Japón atacó la base militar estadounidense de Pearl Harbor. La poca visibilidad hizo imposible un ataque directo a los astilleros.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las víctimas
Meses después de las explosiones, miles de personas fallecían aún a causa de las secuelas. Hasta finales de 1945 se registraron 60.000 víctimas mortales más a causa de la radiación, quemaduras o lesiones graves. Cinco años más tarde, el número total de víctimas por los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki era estimado en 230.000.
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Capitulación y terror
Tras el lanzamiento de las dos bombas atómicas, los japoneses temían que viniera una tercera sobre la capital, Tokio. Japón capituló y con ello terminó la Segunda Guerra Mundial en Asia. Los bombardeos fueron ordenados por el presidente Harry S. Truman. Muchos historiadores consideran que ambos bombardeos constituyen crímenes de guerra.
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Reconstrucción
El destruido casco de Hiroshima fue reconstruido por completo, y sólo una isla en el río Ota permanece a manera de santuario de la paz. Ahí se encuentran hoy algunos monumentos, así como el Museo de la Paz, el Monumento Infantil a la Paz y las ruinas de la antigua cámara de Industria y Comercio. Arde ahí una llama que sólo se extinguirá cuando el mundo esté completamente libre de armas atómicas.
Imagen: Keystone/Getty Images
Cultura de la conmemoración
En Nagasaki se ubica desde 1955 un museo en el que se recuerda a las bombas atómicas, así como un Parque de la Paz dedicado a las víctimas y las consecuencias de los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki. Ambas localidades son símbolo del potencial destructivo de las armas atómicas y nucleares.
Imagen: Getty Images
Contra el olvido
Desde los ataques de 1945, en todo el mundo se conmemora a las víctimas de los bombardeos atómicos. En Hiroshima hay ceremonias cada año. Sobrevivientes, familiares de las víctimas y políticos se congregan para guardar un minuto del silencio. Muchos japoneses luchan activamente contra el armamentismo nuclear.