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Siembra vaginal, microbioma para bebés nacidos por cesárea

4 de julio de 2023

Los niños nacidos por cesárea carecen del importante microbioma materno. Por eso, la siembra vaginal se ha puesto de moda. La lluvia bacteriana está destinada a transmitir microorganismos, pero también tiene sus riesgos.

Mujer con bebé en brazos.
Los niños nacidos por cesárea carecen del microbioma materno.Imagen: Kelsey Smith/Cavan Images/imago images

En su camino hacia afuera a través del canal de parto, un bebé entra en contacto con millones y millones de gérmenes, microorganismos de las secreciones vaginales e intestinales de la madre. La cesárea, en cambio, es estéril. Para garantizar que el recién nacido entre en contacto con el microbioma lo más rápido posible, la siembra vaginal se puede usar inmediatamente después del parto. Es decir, el bebé recibiría una especie de ducha bacteriana.

"En el período previo a la cesárea, se inserta un hisopo en el canal de parto, que luego absorbe las secreciones vaginales", explica Christoph Härtel, del Hospital Universitario de Würzburg.

"El hisopo humedecido con secreción vaginal se retira luego de la vagina, después de un corto tiempo, y luego se frota la boca y la piel del niño". De esta forma, parte del microbioma materno se transferirá al recién nacido.

¿Más cesáreas, más siembra vaginal?

Cada vez son más las mujeres que dan a luz por cesárea, aunque no sea necesario. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, de los cinco países del mundo con una mayor tasa de cesáreas, dos son latinoamericanos. Se trata de República Dominicana y Brasil, además de Chipre, Egipto y Turquía. 

Según Härtel, la supuesta seguridad es solo una de las razones por las que las mujeres optan por una cesárea. "Por supuesto que existe el miedo al dolor. Pero los medios de comunicación también juegan un papel. Nos presentan un ideal de belleza que las mujeres ya no pueden cumplir después de un parto espontáneo".

Una cesárea puede acarrear problemas

Una cesárea también conlleva riesgos para el recién nacido. La futura madre recibe un antibiótico media hora antes de la operación para evitar la infección de la herida. Los niños entran en contacto con él mientras aún están en el útero.

"Se pudo comprobar que básicamente todos los niños tenían un nivel correspodiente de antibióticos en el cordón umbilical", dice Härtel. Esta exposición a los antibióticos puede crear resistencia en los niños desde el principio. Además, la administración de antibióticos puede influir en la composición del microbioma intestinal e impulsar enfermedades como el asma y la obesidad o las alergias.

La siembra vaginal, controvertida

No todos los expertos están de acuerdo con los beneficios de la siembra vaginal. Las sociedades profesionales no la recomiendan de momento por el riesgo de que se transmitan bacterias peligrosas durante la siembra vaginal, como los estreptococos del grupo B, la clamidia o incluso los virus del herpes.

Los defensores del método afirman que las infecciones también pueden ocurrir durante un parto natural. En cualquier caso, es importante sopesar cuidadosamente las ventajas y desventajas, dice Härtel. Y sobre todo, según el médico, no optar por la siembra vaginal como argumento principal para apostar por una cesárea.

Lactancia materna, cariños y el microbioma

La naturaleza tiene su propia solución en caso de cesárea. Los microorganismos se transmiten de la madre al recién nacido a través de la lactancia o el contacto con la piel. Este es el resultado de un estudio holandés publicado a principios de marzo en la revista Cell Host & Microbe.

El contacto piel con piel y la leche materna ayudan a compensar la falta de macrobioma durante el parto por cesárea.Imagen: PantherMedia/picture alliance

A un recién nacido lo colonizan los microbios de la madre no solo a través de las secreciones vaginales, sino también por el contacto con la piel y la leche materna. Todos trabajan juntos para proporcionar al recién nacido un arsenal de microbios. Si falta un elemento, como la secreción vaginal durante una cesárea, el contacto con la piel y la leche materna lo compensan.

"El llamado 'vínculo' con la madre puede ayudar a que el microbioma se desarrolle de manera similar a los niños nacidos espontáneamente en las primeras semanas", explica Härtel. Se refiere a la conexión que se establece al amamantar y abrazar mucho al bebé.

(rmr/rml)

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