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Siemens se considera víctima en el caso de Crimea

11 de julio de 2017

La disputa por el desvío de turbinas Siemens a Crimea se agrava. El consorcio alemán presentó ahora cargos en Moscú. ¿Se violaron las sanciones de la UE contra Rusia?

Gasturbinen bei der Siemens AG in Berlin
Imagen: picture alliance/dpa/U. Baumgarten

Aún no existe una confirmación oficial, pero a estas alturas ya se puede hablar de una violación de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia. El consorcio alemán Siemens pasa ahora a la ofensiva. Presentó cargos contra su propia sociedad conjunta en Rusia, dedicada a la fabricación de turbinas eléctricas, y también a una firma estatal rusa a la que esta sociedad vendió turbinas   

 

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En los últimos días, el consorcio alemán tuvo que aguantar muchas críticas. El pasado 5 de julio la agencia de noticias Reuters informó que dos turbinas de Siemens habían sido enviadas y descargadas ilegalmente en una planta eléctrica en Sebastopol, Crimea. La Unión Europea no reconoce a Crimea como parte integral de Rusia. Después de la anexión de dicha península de Ucrania por parte de Rusia en 2014, Bruselas impuso un embargo para la exportación de bienes y servicios a Crimea.

¿Cómo llegaron las turbinas a Crimea?

Se trata de cuatro turbinas del tipo SGT5-2000E, fabricadas por una Joint Venture germano-rusa en la que Siemens mantiene el 65 por ciento, para una planta eléctrica rusa en Taman, cerca del Mar Negro. El contrato con una filial de la empresa estatal rusa Rostec fijaba el destino final: Taman.

Sin embargo, ya existían anteriormente sospechas de que los rusos querían eludir las sanciones. El diario ruso Vedomosti había informado que el encargo para la planta eléctrica en Taman era un engaño y que las turbinas iban a ser enviadas más tarde a Sebastopol.   

Sede de Siemens en MúnichImagen: Getty Images/AFP/C. Stache

Desde la anexión existe en Crimea una escasez de energía. El Gobierno ruso prometió solucionar el problema lo antes posible. Sin embargo, actualmente Rusia no es capaz de construir turbinas de ese tamaño. Las alternativas para las turbinas de Siemens son escasas.

Disputa entre Siemens y Rostec

La versión de los rusos sobre el caso de las turbinas suena muy diferente a le de Siemens. En un comunicado de prensa de noviembre de 2016, el socio ruso, una filial de Rostec, acusa a Siemens de retrasar la entrega de piezas para las turbinas. La empresa estatal Rostec, dirigida por Sergei Chemezov, amenazó a Siemens con la expulsión del mercado ruso. Chemezov es considerado buen amigo de Putin.

Siemens dice que ya en septiembre de 2016 obtuvo evidencia fiable de que la parte rusa no planeaba cumplir el contrato. "Cuando vimos que la construcción de la planta en Taman se paró, cancelamos nuestros suministros", declaró la central de Siemens en Múnich.  

¿Consecuencias para Siemens?  

La disputa sobre las turbinas ya alcanza los niveles políticos."En Crimea sólo hay turbinas de producción rusa", declaró el secretario de prensa de Vladimir Putin. Y la empresa Rostec aseguró que las turbinas fueron compradas de "segunda mano" y modernizadas por especialistas rusos. Siemens, sin embargo, pone en duda que exista un mercado de segunda mano para ese tipo de turbinas.

Siemens, a su vez, trata de defenderse contra la impresión de haber actuado de manera ingenua en este asunto. "No hemos ignorado el peligro de que nuestros productos podrían terminar en Crimea", dice un representante de Siemens a DW. Según Siemens, el contrato no viola las sanciones de la UE contra Rusia. ¿Caerá Siemens ahora en desgracia en el Kremlin? "Ya veremos", dice el representante de la firma alemana.

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