La sequedad en las mucosas nasales, un arañazo o un fuerte estornudo son a menudo suficientes para causar un sangrado nasal. Normalmente es inofensivo.
Publicidad
Basta con sentarse e inclinar la cabeza hacia adelante. Así se evita que la sangre llegue a la faringe. Una bolsa o un pañuelo frío aplicados sobre la nuca pueden ayudar a que los vasos sanguíneos se contraigan y la hemorragia se corte.