1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Más potentes que las vuvuzelas

26 de junio de 2012

MBZ Obernahmer, el único fabricante alemán de silbatos, ha proveído a los árbitros de la Eurocopa 2012 con los silbatos más poderosos. El silbido de sus instrumentos podrá escucharse pronto incluso en Afganistán.

La herramienta clave del árbitro: el silbato.
La herramienta clave del árbitro: el silbato.Imagen: AP

En el Campeonato Europeo de Fútbol 2012, ningún jugador puede pretender no haber oído la pitada del árbitro: con una frecuencia de 4.000 hercios, el silbato usado en este certamen es imposible de ignorar. Fabricado por la empresa alemana MBZ Obernahmer, con sede en Sauerland, el Lübold 600 es el instrumento de trabajo preferido por los responsables de dirigir los partidos de balompié.

Heinz Liebold, director de ventas de MBZ Obernahmer, sabe exactamente lo que los árbitros esperan de él: un sonido inconfundible y potente. Y los trabajadores de la fragua de Sauerland dominan desde hace mucho tiempo el oficio de crear silbatos que opaquen con facilidad la algarabía de los aficionados en las gradas. Su modelo 005 marcó pauta en el Campeonato Mundial de Fútbol 1978, celebrado en Argentina.

El silbato 005, también conocido como “Argentina ‘78”, estuvo en vigencia hasta el Mundial de Sudáfrica 2010, en donde su sonido se impuso al de las vuvuzelas. Para la Eurocopa 2012, MBZ Obernahmer se propuso poner en manos de los árbitros un silbato aún más poderoso; sus expertos tardaron dos años en llegar a un resultado plenamente satisfactorio. Dos innovaciones distinguen al Lübold 600 de su predecesor.

Aunque el “guisante” que gira dentro de la cámara cilíndrica de los silbatos tiene la función de crear un efecto de vibración y amplificar el silbido del instrumento, para el Lübold 600 se prescindió de la bolita de corcho. Además, el nuevo silbato cuenta con tres cámaras de resonancia, en lugar de una. “Cada una de ellas genera un tono distinto; un sonido espantoso, necesario para los partidos de balompié”, explica Liebold.

Liebold: “Los árbitros están sorprendidos de que hayamos fabricado un silbato tan bueno sin alterar su forma tradicional”.Imagen: picture-alliance/dpa

Silbando fuera del campo de fútbol

“Los árbitros están positivamente sorprendidos de que haya sido posible fabricar un silbato tan bueno sin alterar su forma tradicional”, acota Liebold, haciendo alusión a otra ventaja del Lübold 600: gracias a que sus caras laterales son rugosas y no lisas, los árbitros pueden correr con él en la boca y soplarlo en todo momento sin necesidad de morderlo para que no se les caiga, como solía ocurrir con los silbatos canadienses.

Muchos de los silbatos diseñados para árbitros siguen siendo hechos a mano. Liebold subraya que ellos saben lo que quieren y hace hincapié en que casi todos los caprichos individuales son atendidos; el tono del silbato es lo único que no varía de una pieza a otra. Desde luego, por ser el único fabricante de estos instrumentos en Alemania, MBZ Obernahmer también produce grandes cantidades de silbatos de plástico.

El silbido de los instrumentos de esta empresa se oye también fuera de los campos de fútbol: éstos son soplados por los trabajadores de las compañías de ferrocarriles de Alemania y Suiza, por los de centros penitenciarios y, en poco tiempo, por los agentes del orden en Afganistán. El Ejército germano ha encargado silbatos de tres tonos –originalmente concebidos para juegos de voleibol– para la policía de ese país.

Autores: Klaus Deuse / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López

Ir a la siguiente sección Descubra más