Los dos hombres jóvenes, identificados como René Bräunlich y Thomas Nitzchke, de Leipzig, iban de camino a la fábrica de detergentes donde habían comenzado a poner a punto instalaciones de producción el día anterior, cuando se perdió todo rastro de ellos. La estadía de los alemanes, que iba a ser de pocos días, se ha transformado ahora en una pesadilla.

"No hemos podido contactarnos todavía con los secuestradores", declaró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, antes de acudir a una sesión de la comisión de crisis constituida en su ministerio.

En la televisión alemana se informó que el gobierno realiza ingentes esfuerzos para establecer algún tipo de diálogo con quienes se llevaron a los alemanes a punta de pistola.

"Mediadores" exigen también dinero

Diversos "mediadores" se han presentado a las autoridades alemanas, sobre todo los servicios secretos y representas de la cancillería actualmente en Bagdad, ofreciendo sus servicios. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué pueden hacer en realidad esos "negociadores", que por supuesto lo que primero reclaman por sus servicios es dinero.

Tampoco se sabe si el secuestro tiene motivos políticos o meramente criminales. Según expertos, en Irak se ha desarrollado una verdadera "industria del secuestro", constituida por innumerables grupos, que se forman y vuelven a disolver y reconstituir permanentemente.

El viceportavoz del Gobierno, Thomas Steg, declaró que la canciller, Angela Merkel, sigue 'con gran preocupación' el secuestro de estos dos alemanes. 'El Gobierno hará todo lo que esté en su poder para lograr la liberación, sanos y salvos, de estos dos ciudadanos', dijo Steg, al tiempo que pidió a los medios de comunicación que informen con cautela sobre el secuestro.

Duras críticas a la empresa que los envió

Por su parte, el subsecretario de Estado en el ministerio de RREE, Gernot Erler, critió duramente a la empresa Cryotec, que envió a los dos ingenieros a Irak. Los alemanes se trasladaron desde Estambul a Bagdad vía aérea y luego en automóvil a la ciudad de Baiyi, en el "triángulo de la muerte" sunita.

Generalmente, dijeron expertos en seguridad, no se atraviesa esa zona en automóvil, sino en helicóptero. Además, el hecho de que los dos jóvenes ingenieros no tuvieran guardaespaldas arroja nuevas sombras sobre el comportamiento de la empresa que los envió, que hasta ahora se ha negado a responder preguntas al respecto.

El secuestro de estos dos ingenieros se produjo un mes después de la liberación de la arqueóloga Susanne Osthoff, un caso que sigue dando mucho que hablar en este país y ha provocado una discusión sobre el pago de rescates.

Unas 30 empresas alemanas en Irak, pero con personal local

Entretanto, la Confederación alemana de Industria y Cámara de Comercios, emitió hoy un comunicado instando a las empresas a restringir sus actividades en Irak. La Asociación alemana-iraquí de medianas empresas (MIDAN) se sumó al llamamiento de la DIHK, pues 'la situación en Irak es demasiado peligrosa', dijo su presidente, Gelan Julusi.

Julusi afirmó que para cerrar contratos o establecer contactos empresariales con Irak no es imprescindible viajar en estos momentos a ese país, pues existen otras muchas posibilidades de encuentro y caminos para iniciar o cerrar negocios.

En la actualidad hay en Irak unas treinta empresas alemanas, pero la mayor parte emplea a personal iraquí.