“La acción antiterrorista en el aeropuerto de Londres fue claramente un éxito pero da que pensar”, dice Joachim Krause, director del Instituto de Política de Seguridad en la Universidad de Kiel. Los presuntos autores detenidos son ciudadanos ingleses de origen musulmán. “Hacen suponer el potencial de violencia que puede haber allí, aunque sean una pequeña minoría”, continúa Krause.

“Veremos arder a Oriente”

Michael Pohly, portavoz de la Iniciativa de Investigación en Seguridad de la Universidad Libre de Berlín (FU) dice: “Es un éxito en la defensa antiterrorista, pero no en la lucha contra el terrorismo. Esta gente puede actuar y sus redes funcionan aunque estén debilitadas”. A largo plazo, hay que combatir el terrorismo desde la raíz, pero Pohly considera que hay pocas expectativas. “Irak está ante una guerra civil, en Afganistán vuelve a aumentar la violencia y el conflicto del Líbano llama a los jóvenes a integrarse en grupos radicales. Todavía veremos arder a Oriente Próximo y Oriente Medio.”

Piadosos deseos

Klaus Segbers, profesor en la FU de Berlín en la especialidad de política internacional, cree que el conflicto de valores entre distintas sociedades es la causa de la creciente radicalización: “Además perpetuamente creamos nuevos perdedores en la globalización”. Una solución a medio plazo podría ser según Segbers un acuerdo en la Asociación Mundial del Comercio. “Para que nosotros no prometamos sólo el bienestar, sino que también podamos dárselo. Dentro de la nación, debemos preguntarnos además si podemos permitirnos sociedades paralelas”. Sin embargo las expectativas del profesor son también escasas: “Un mejor reparto de las riquezas y una mejor integración de los inmigrantes son deseos piadosos, que se olvidan dos días después de sucesos como el de Londres”

Investigación policial básica

Con mayor pragmatismo, Krause juzga la estrategia antiterrorista de Europa. Los autores son musulmanes radicales a los que solo se les puede parar con investigaciones policiales rutinarias pero intensas: a través de personas infiltradas, control de llamadas telefónicas y emails, y el cálculo de la amenaza que hacen los policías. “A veces son únicamente informaciones casuales a las que llega la policía”, dice Krause. “Se puede mejorar la integración, pero dudo que así se pueda parar el terrorismo. Todavía no encontré a nadie que pudiese decirme cuales son las raíces del terrorismo.

La guerra en Afganistán: radical pero efectiva

Christopher Daase cree válidas varias de las estrategias contra el terrorismo internacional. “La investigación preventiva de la policía es muy importante, pero no el único medio al que recurrir”, dice el profesor de política internacional de la Universidad de Múnich. Según su opinión, la guerra de Afganistán a finales de 2001 fue un medio radical pero efectivo en la lucha antiterrorista. Pero también otras acciones militares dirigidas contra estados o grupos entran en esta estrategia, así como cooperación policial y la ayuda al desarrollo.

También EEUU lo reconsidera

“La mezcla es decisiva”, continúa Daase. Tras los atentados del 11 de septiembre en EEUU se ha concedido prioridad a la lucha militar antiterrorista, sobre todo desde Washington. “Los europeos se han distanciado entretanto, en la medida en que quieren ganar influencia con medios diplomáticos y utilizan las políticas de desarrollo como un elemento. También en EEUU empiezan a reconsiderarlo.”

Éxitos visibles e invisibles

El problema de las diferentes estrategias es sin embargo la rapidez con que llegan sus efectos. Los presuntos terroristas detenidos son un éxito visible. “Es difícil medir o documentar los esfuerzos diplomáticos a medio plazo”, dice Daase. La estrategia antiterrorista correcta es tema de discusión entre los expertos alemanes pero en una cosa mantienen la misma opinión: es imposible evitar todos los intentos de atentados venideros.