El sindicato metalúrgico alemán IG Metall se ha manifestado contrario a extrapolar el acuerdo alcanzado la pasada semana en Daimler-Chrysler al consorcio Volkswagen (VW) para garantizar el mantenimiento de su plantilla. 'En VW tenemos una situación totalmente distinta. El acuerdo de Daimler está hecho a medida para ese consorcio. No es extrapolable a VW', afirmó el jefe de IG Metall en la Baja Sajonia, Harmut Meine, en declaraciones que publica hoy el diario 'Handelsblatt'. La presidencia y el comité de empresa de Daimler alcanzaron el viernes un acuerdo, tras semanas de movilización de su plantilla contra los planes de recortes de gastos, por el que el consorcio garantizó el mantenimiento de los puestos de trabajo hasta 2011. A cambio de esa garantía, el consorcio logró sacar adelante su plan de ahorrar 500 millones de euros al año para asegurar la producción del Classe-C. Asimismo, la presidencia anunció un recorte del 10 por ciento en los honorarios de los directivos, mientras que la plantilla renunció a aumentos de sueldo ya pactados para el próximo año. La dirección de VW se propone recortar los gastos de personal en un tercio hasta 2011, lo que hace prever duras negociaciones con el comité de empresa. IG Metall advierte que lo acordado en Daimler no tiene porque afectar al previsto aumento de sueldo de la plantilla de VW, a partir de octubre. 'No dejaremos que se presione sobre el trabajador', dijo Meine, quien afirma hay una disposición al diálogo 'en ciertos puntos', pero ratifica que el aumento salarial está 'muy arriba' en la lista de sus reivindicaciones. El primer ministro de Baja Sajonia, Christian Wulff, miembro del consejo de vigilancia de VW como representante de ese estado, accionista del consorcio, se pronunció en el diario 'Neue Presse' por una flexibilización de los horarios para hacer frente a la competencia, sin que esto signifique volver a la semana de 40 horas. 'El mantenimiento de los 175.000 puestos de trabajo en VW es posible, si adaptamos el convenio del consorcio', dijo Wulff. Sin embargo, ampliar horarios como remedio a la crisis de la automoción sería 'totalmente absurdo', porque no sirve de nada 'trabajar más, cuando no se han utilizado al máximo las capacidades actuales'.