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MúsicaAustria

Sinfonismo monumental: 200 años de Anton Bruckner

4 de septiembre de 2024

Era un genio excéntrico, pero fue, sobre todo, uno de los grandes sinfonistas del romanticismo.

Imagen en blanco y negro: Anton Bruckner sentado ante un piano lleno de partituras.
No solo su música, sino también el propio Anton Bruckner tenía un aura de inaccesibilidad. Imagen: akg-images/picture-alliance

El 200 aniversario del compositor Anton Bruckner no solo se celebra con conciertos, exposiciones y publicaciones en su Austria natal. También en Alemania hay programados numerosos conciertos, como la celebración en la catedral de Berlín, que incluye el Te Deum de Bruckner. Además, la Filarmónica de Berlín también rinde homenaje en la presente temporada al compositor del romanticismo tardío.

Aura de inaccesible

Bruckner nació el 4 de septiembre de 1824 en Ansfelden (Austria), al sur de Linz, en un entorno familiar modesto. Se ganó la vida como organista de la corte de Viena, profesor de música y compositor. Actualmente, las obras de Bruckner están consideradas como una de las cumbres de la música sinfónica, pero no siempre fue así.

El director de orquesta Hans von Bülow, primer titular de la Filarmónica de Berlín, fundada en 1882, se negó a interpretar a Bruckner durante toda su vida. Y no era el único al que no le gustaba esta música monumental. Como persona, Bruckner tenía un aura de inaccesibilidad y fue calificado de "monolito impenetrable". Hoy, probablemente, se le diagnosticaría autismo.

Cuando la Filarmónica de Berlín interpretó su Séptima Sinfonía en 1887 bajo la dirección de Karl Klindworth, el público tan solo le dedicó un moderado aplauso. En 1893, cuando la misma formación interpretó la Tercera Sinfonía, gran parte de los presentes abandonaron la sala.

Los nacionalsocialistas se apropiaron de su música

Con el director de orquesta Wilhelm Furtwängler, la cosa cambió. Furtwängler debutó como director titular de la Filarmónica de Berlín en octubre de 1922 con la Séptima Sinfonía de Bruckner, cosechando un gran éxito. El director fue considerado como un "carismático intérprete de Bruckner". Herbert von Karajan siguió después sus pasos.

Los nacionalsocialistas se apropiaron ideológicamente de la música de Bruckner. Su sonoridad monumental y mística convirtió su obra en una de las favoritas de Adolf Hitler. La Séptima Sinfonía de Bruckner sonó en la radio cuando se anunció el suicidio del dictador.

Bruckner, Celibidache y la Filarmónica de Berlín

Tras la caída del Tercer Reich, Furtwängler y Karajan no pudieron ejercer su profesión durante un tiempo, ya que primero tuvieron que someterse al llamado "proceso de desnazificación".

El director rumano Sergio Celibidache entró como director invitado en la Filarmónica de Berlín y esperaba convertirse en el nuevo director titular tras la muerte de Furtwängler, en 1954, pero vio defraudadas sus expectativas. Fue Karajan el sucesor de Furtwängler, ya que Celibidache y los miembros de la mítica orquesta berlinesa no se llevaban bien.

El director rumano volvió al podio berlinés cuatro décadas después, cuando el entonces presidente Friedrich von Weizsäcker consiguió que se pusiera al frente de un concierto benéfico, el 31 de marzo de 1992. El programa incluía la Séptima Sinfonía de Bruckner. Puede escuchar este legendario concierto en el canal de YouTube DW Classical Music. El compositor Anton Bruckner murió en octubre de 1896, Sergio Celibidache, 100 años después, en agosto de 1996.

(ms/cp) 

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