Entre los muertos causados por la aviación rusa hay 14 alumnos y una profesora. Turquía denuncia que el ejército sirio está atacando a milicias que luchan contra Estado Islámico.
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Al menos 22 civiles murieron el miércoles, en su mayoría niños, en bombardeos de la aviación militar rusa contra un complejo de escuelas y sus alrededores en la provincia noroccidental de Idleb, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El director de esta ONG, Rami Abderrahmán, explicó que entre los fallecidos hay 14 alumnos y una profesora de una escuela ubicada en la aldea de Has.
Mientras, la televisión estatal siria citó a una fuente militar que aseguró que los ataques acabaron con la vida de varios militantes opositores. El Observatorio de Derechos Humanos no descartó que aumente la cifra final de víctimas mortales debido a que hay heridos en estado grave y desaparecidos bajo los escombros de los edificios.
Los aviones de combate rusos ejecutaron al menos media docena de ataques aéreos contra el complejo escolar y sus alrededores. Al mismo tiempo, también en Idleb, helicópteros del ejército sirio lanzaron barriles explosivos al sureste de la localidad de Jan Shijun, en el sur de la provincia. Estos ataques fueron seguido de bombardeos de la aviación militar, aunque se desconoce por el momento si han causado víctimas.
La provincia de Idleb está controlada casi totalmente por el Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) y otras organizaciones armadas islámicas e insurgentes. En la última semana han perdido la vida más de 50 personas a causa de los bombardeos efectuados por aviones sirios y rusos.
Atacan a milicias amigas
Por otro lado, el Gobierno de Turquía denunció esta mañana que el régimen sirio está bombardeando a las milicias que tratan de expulsar al Estado Islámico (EI). "El régimen (sirio) está atacando al Ejército Libre Sirio (ELS), a la oposición moderada que lucha contra el EI. El régimen está atacando a las fuerzas que luchan contra aquellos que tienen ocupado el 40 por ciento del país", denunció en una rueda de prensa el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavusoglu.
En un comunicado publicado anteriormente, Turquía denunció que helicópteros del presidente sirio, Bachar Al Asad, habían lanzado barriles-bomba contra fuerzas del ELS en Tall Nayif, a unos 35 kilómetros al norte de Alepo, matando a dos milicianos e hiriendo a otros cinco. A pesar de estos ataques, Cavusoglu afirmó Turquía seguirá adelante con la operación Escudo del Éufrates lanzada a finales de agosto tanto contra el EI como contra las fuerzas kurdas, que también combaten a los yihadistas.
JC (AFP, EFE, Reuters)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.