Seis personas habrían perdido la vida y otras treinta habrían resultado heridas este jueves (28.11.2013) cuando las tropas del Gobierno sirio dispararon un misil scud contra un barrio de viviendas en la ciudad de Al Rakka. Las cifras ofrecidas por la organización Observatorio Sirio de Derechos Humanos no han sido verificadas por fuentes independientes, pero son más moderadas que las proveídas por la página web Zaman al Wasl; citando a varios activistas, este medio habla de treinta y cinco muertos, y un centenar de heridos.

Este suceso deja claro que el llamado hecho este 27 de noviembre por los ministros de Exteriores de Turquía e Irán cayó en oídos sordos. Ambos cancilleres pidieron un cese del fuego en Siria antes de que comiencen las conversaciones de paz en Ginebra, pautadas para el 22 de enero de 2014. Irán apoya a las tropas que defienden el régimen de Bashar al Assad y Turquía respalda a los rebeldes que demandan la dimisión del líder sirio.

Cooperación turco-iraní

Pero el hecho de que Ankara y Teherán hayan hecho un llamado conjunto en una rueda de prensa celebrada en la capital persa apunta a que tanto turcos como iraníes están dispuestos a cooperar para propiciar la pacificación de Siria. No obstante, de los dos, Turquía parece ser el país más afectado directamente por el conflicto interno de Siria. Más de tres millones de sirios huyeron de su patria, de acuerdo con cifras de la ONU.

Muchos de ellos han buscado protección en la vecina Turquía. De ahí que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidiera este 28 de noviembre un "potente" esfuerzo internacional para prestar respaldo a las naciones de acogida. A los refugiados registrados en la región se suman cientos de miles que no están registrados en ninguna parte, apuntó el jefe de ACNUR, Antonio Guterres.

ERC ( dpa / Reuters )