Siria después de Assad
1 de agosto de 2012Una revista de las Fuerzas Armadas sirias publicada este miércoles (1.8.2012) atribuye al hombre fuerte de Damasco, Bashir al Assad, una declaración que revela el carácter decisivo del enfrentamiento entre militares oficialistas y rebeldes en la ciudad de Alepo. “El destino de nuestro pueblo y de nuestra nación –su pasado, su presente y su futuro– dependen del resultado de esta batalla”, reza la frase presuntamente dicha por el presidente sirio. La publicación no menciona dónde se encontraba Assad cuando se pronunció al respecto.
El líder sirio parece seguir teniendo en sus manos las riendas del Estado, pero la erosión de su poder es cada vez más evidente y los planes para una Siria post-Assad se urden a gran velocidad. También en Berlín: el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, dijo hace poco que es necesario concebir una política para Siria con base en lo aprendido de otras revueltas populares en países del Cercano Oriente, aludiendo a las formas de apoyo ofrecidas por la Unión Europea y la OTAN a los protagonistas de la llamada “primavera árabe”.
Visualizando una nueva Siria
Westerwelle recalcó que Alemania no actuaría sola. Y es que, a su juicio, sus posibilidades de intervenir en el conflicto sirio son “muy reducidas”. En entrevista con Deutsche Welle, Elmar Bork, representante del partido democristiano alemán en el Parlamento europeo, señala que Berlín debe moverse con cuidado porque la oposición siria no está unificada. “Eso hace que aumente el riesgo de un enfrentamiento entre diferentes grupos aún después de la era Assad y de la prolongación de la actual guerra civil.
El Ministerio Alemán de Exteriores redactó un documento con recomendaciones para la futura actuación de la Unión Europea de cara a Siria: nuevas maneras de poner coto a la violencia, así como planes para intensificar la ayuda humanitaria y comenzar la reconstrucción nacional cuando Assad abandone o sea removido del poder. “Renovación” es una palabra clave para el grupo de trabajo Reconstrucción Económica y Desarrollo, creado por el Círculo de Amigos de Siria y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Alemania y los EAU coordinan ese grupo de trabajo.
A pocos kilómetros del Ministerio Alemán de Exteriores, en el barrio berlinés de Wilmersdorf, se reúne desde principios de año un segmento de la oposición siria en el exilio para organizar la transición hacia una Siria democrática. El proyecto recibe el nombre de “Day After (Día Después)” y es apoyado tanto por el Instituto Estadounidense para la Paz (USIP) como por la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Alemania. Estas organizaciones ofrecen ayuda logística para que en “Day After” se discuta sobre el futuro del país sin presiones ejercidas desde Damasco.
Autores: Sabine Hartert-Mojdehi / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas