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Siria: “El fracaso de la comunidad internacional“

Diana Hodali
7 de marzo de 2018

Rusia, Irán y Turquía persiguen sus propios intereses en Siria. Kristin Helberg opina además sobre el papel de occidente y Estados Unidos en la región.

Syrien Assad kündigt Fortsetzung der Angriffe auf Ost-Ghuta an
Imagen: Reuters/B. Khabieh

Deutsche Welle: Guta Oriental era una espinita clavada del Ejército sirio, uno de los últimos bastiones de los rebeldes y además ante las puertas de Damasco. ¿Le saldrán las cuentas a al Assad al ocupar la ciudad y expulsar a los civiles?

Kristin Helberg: Lo que sucede en Guta Oriental también se ha podido observar los años pasados en otros lugares. El régimen sirio reconquista militarmente las zonas controladas por la oposición, porque originariamente fueron centros de sublevación pacífica y luego ocupados por diversos grupos de rebeldes. En la actualidad son zonas de distensión, que deberían llamarse en realidad zonas de recrudecimiento, porque el presidente al Assad quiere tenerlas bajo control. Los métodos empleados son siempre los mismos: los bloquea, los deja morir de hambre, los bombardea permanentemente para despojar a la población de sus medios de subsistencia y obligarlos a renunciar. Se trata de someter o expulsar a la gente. No se trata de una guerra contra terroristas, sino un castigo colectivo a la población, que está en contra del régimen de al Assad o no ha hecho nada contra los rebeldes.

Turquía debe en realidad proteger la zona de distensión en torno al bastión de los rebeldes en Idlib, pero parece permitir al régimen actuar a sus anchas a cambio de poder hacer lo mismo en Afrín contra los kurdos.

Todos los garantes que deben en realidad llevar a cabo la distensión en ciertas zonas, Rusia, Irán y Turquía, han fracasado, porque son al mismo tiempo potencias intervencionistas, que persiguen sus propios intereses militares en Siria.

Turquía tiene otra prioridad que proteger la zona de distensión, quiere aniquilar o, por lo menos, debilitar militarmente a las Unidades de Protección Popular, YPG. Para ello, el presidente turco está dispuesto a ceder al régimen de al Assad la región de Idlib, donde ya se inició una ofensiva por tierra. Más de 200.000 personas han huido, algunos por segunda o tercera vez. Al final, Idlib tendrá el mismo destino que Homs, el este de Alepo, Guta Oriental y otras regiones. Al Assad limpia el país políticamente: los seguidores pueden quedarse, los detractores deben abandonar el país. Él mismo habla de "sociedad más homogénea y saludable”.

Si todo esto se podía haber previsto, ¿por qué ninguna potencia ha reaccionado para ayudar a la gente? ¿O no se ha tratado nunca de apoyar un cambio de régimen en Siria?

Los detractores de al Assad, activistas, rebeldes, opositores, no han recibido nunca el apoyo necesario para derrocar el régimen. Sobre todo, la resistencia civil se siente por eso abandonada por occidente. El problema en Siria es que todos se inmiscuyen, pero nadie ayuda a la población civil. Ninguna potencia militar en Siria se ocupa de proteger a los ciudadanos. Todos persiguen sus propios intereses. Es en realidad el fracaso de la comunidad internacional. Rusia e Irán apoyan militarmente, diplomáticamente y económicamente el régimen de al Assad. Con su ayuda, este puede reconquistar regiones y dominar el país.

Más información: Convoy de ayuda humanitaria llega a Guta Oriental en Siria

¿Es en absoluto realista que la población quiera abandonar Guta Oriental?

No puede ser que se intente "evacuar” a 380.000 personas. Si queremos ayudar a los ciudadanos en esta región tenemos que parar los ataques aéreos, abastecerlos y que reciban protección internacional allí donde viven, en su tierra natal. La gente no quiere ser expulsada, porque sabe lo que le espera en Idlib.

Helberg Kristin, politóloga y experta en el mundo árabe.Imagen: DW

La CIA apoyó a los rebeldes, pero siempre bajo la condición de que luchasen contra el terrorismo. ¿Estados Unidos desde el principio lo que pretendía era luchar contra el EI más que contra al Assad?

Estados Unidos ya bajo la administración Obama se inmiscuyó lo menos posible en Siria. Lo importante para Washington en Siria fue en primer lugar la lucha contra EI. Los combatientes, formados por Estados Unidos, debían luchar contra EI, mientras la mayoría de la gente sufría los ataques aéreos rusos y sirios. Desde su perspectiva, dichos rebeldes eran vasallos de occidente, que luchaban contra el terrorismo de los yihadistas e ignoraban el terrorismo de Estado de al Assad. Los sirios se radicalizaron áun más y al final, los grupos islamistas contaban con más respaldo en la población, porque eran los únicos que se enfrentaban al régimen de al Assad y además abastecían  a la población.

¿Cuáles son los intereses actuales de Turquía, Rusia e Irán?

Vladimir Putin quiere poner fin a una guerra muy cara para Rusia y sellar el resultado militar diplomáticamente. Al Assad se convertiría en el gobernante legítimo y socio para la reconstrucción del país. Rusia y sus otros socios no podrían costearla.

Siria es para Teherán un puente hacia el Mar Mediterráneo y Hezbolá. Irán quiere ampliar su radio de influencia y, porque en Siria no hay casi chiítas, es necesario un régimen que actúe defendiendo los intereses de Irán. Irán se ha asegurado una presencia permanente en Siria a través de estructuras militares y políticas, que alarman al gobierno israelí.

Turquía quiere evitar una autonomía kurda en Siria. Erdogan anunció que quiere "librar” a toda la frontera hasta Irak de las YPG. Esto conllevaría a una confrontación con Estados Unidos, porque ha defendido hasta ahora a los kurdos al este de Afrín.

¿Cómo debería reaccionar Europa ante al Assad y sus estructuras en el futuro?

Europa no debería normalizar sus relaciones con el régimen y tampoco participar en la reconstrucción del país bajo el mando de al Assad. El régimen utiliza la reconstrucción para premiar a sus seguidores y castigar a sus detractores. Parte de la población desleal serán reubicados, expulsados, desposeídos. Alemania podría liderar la persecución internacional de delitos por lesa humanidad y crímenes de guerra.

Kristin Helberg es politóloga y periodista. Vivió entre 2001 y 2008 en Damasco, donde y durante mucho tiempo fue la única corresponsal acreditada de occidente.

Diana Hodali (RMR/VT)

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