Siria: diálogo sobre paz como pronto en algunas semanas
27 de mayo de 2016
En las próximas dos o tres semanas no habrá ninguna nueva ronda de diálogo, según dio a conocer el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, en Ginebra.
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El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo hoy (26.05.2016) que quiere celebrar una nueva ronda de negociaciones de paz "lo antes posible", pero descartó que ello ocurra durante las próximas "dos o tres semanas".
El diplomático, que no detalló motivos para esta demora, tuvo previamente una conexión por video con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York. En cambio, no podrán producirse dilaciones en la ayuda para las personas que sufren, subrayó De Mistura. Muchas personas se ven amenazadas en Siria de morir de hambre en caso que el régimen de Bashar al Assad y los rebeldes no posibiliten el acceso a ayudas humanitarias.
Bajo la mediación de Naciones Unidas, el Gobierno sirio y grupos de la oposición celebraron entre principios de febrero y finales de abril varias rondas de consultas diplomáticas sin resultados visibles.
Las expectativas de una pronta reanudación del diálogo se han visto complicadas en la última semana por una intensificación de los combates y dificultades para la entrega de ayuda humanitaria a la población.
Determinar "el momento apropiado"
De Mistura dijo hoy que va a mantener un estrecho contacto con los bandos sirios y con el Grupo Internacional de Apoyo para Siria, formado por potencias mundiales y regionales, antes de determinar "el momento apropiado" para volver a convocar a las partes a Ginebra.
Según la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, De Mistura expresó al Consejo de Seguridad su "frustración" por la falta de acceso humanitario y el peligro por el que pasa el cese de hostilidades.
"Está claro que la violencia ha aumentado en el último mes y que está cerca de los niveles previos al cese de hostilidades", dijo a los periodistas Power, que culpó principalmente de esa situación al régimen sirio. Por ello, reclamó a Rusia, como aliado de Damasco, a presionar al Gobierno sirio para que cumpla con el alto el fuego y deje de cometer ataques contra civiles.
FEW (EFE, dpa)
Inusual campo de refugiados en Grecia
En la península griega del Peloponeso existe un inusual albergue para refugiados. Myrto Papadopoulos fue hasta allí para conocerlo de primera mano.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Conexión con el exterior
Un adolescente navega al atardecer por Internet. Los celulares inteligentes suponen en la mayoría de los casos la única conexión de los refugiados con el mundo exterior.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Equipamiento básico
Estos bungalows alojan a ocho personas en dos dormitorios. En cada casa hay un cuarto de aseo y una cocina pequeña equipada con una cocinilla de camping y un fregadero, pero no hay agua caliente ni frigorífico.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Descansando
Ranee Mousa, de 27 años, posa con su bebé de 8 meses, nacido en Siria poco antes de que Renee y su esposo huyeran hacia Grecia.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Momento de paz y tranquilidad
Mujeres del campo llevan de paseo a un grupo de niños por las afueras del pueblo de refugiados. Antes de que comience la temporada turística en junio, los alrededores de Myrsini son relativamente tranquilos y poco frecuentados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Reflexionar sobre el futuro
Un grupo de hombres charla durante la puesta de sol en la playa a las afueras del campo de refugiados. En el campo viven menos de 60 hombres acompañados por sus mujeres e hijos.
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Un hogar lejos de casa
Mujeres y niños sentados bajo la luz del atardecer frente a los bungalows turísticos. En total, hay 340 habitantes en el pueblo, 209 de ellos tienen menos de 18 años y 69 son mujeres.
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Vida de familia
Una mujer siria posa frente a su alojamiento con su bebé de 6 meses en brazos. Algunas mujeres del campo que ya tienen niños pequeños están de nuevo embarazadas.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Una bendición para la economía local
Tarek Alfelou acude junto a sus hijos Wedad, de 11 años, y Ziad, de 7, al pequeño supermercado de Myrsini, situado a una media hora a pie del campo. La ciudad ha experimentado un pequeño auge económico gracias a las compras de los refugiados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un rostro conocido
El alcalde de la ciudad de Andravida, Nabil-losif Morant, procede de Siria. Asegura no ser el único alcalde de origen no griego en Grecia y que la idea del campo fue suya. El consejo municipal la aprobó de forma prácticamente unánime.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Cultivo de fresa
Un trabajador de Bangladés en su granja de fresas, situada cerca del campo de refugiados. Muchos trabajadores de las granjas de la región son migrantes del sur de Asia sin papeles válidos. Durante la temporada de recogida de la fresa, reciben entre 22 y 25 euros por ocho horas de trabajo.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Ayuda local
Giorgos Aggelopoulos es un habitante de Myrsini que colabora como voluntario en el campo de refugiados y ha trabado amistad con algunas de las familias. Asegura que la oposición de la gente contra el pueblo de refugiados ha amainado considerablemente después de que los habitantes vieron que se trataba, sobre todo, de familias con niños.