Siria: ocho muertos tras ataque de motocicleta bomba
26 de julio de 2020
La explosión intencionalmente ocasionada ocurrió en la ciudad de Ras al Ain, al norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía. Entre los fallecidos se encuentran una mujer y un niño, además se registraron 19 heridos.
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) informó este domingo (26.07.2020) de la muerte de al menos ocho personas, entre ellas una mujer y un niño por la explosión de una "motocicleta bomba" en la localidad de Ras al Ain, ubicada en el norte de la provincia de Al Hasaka (noreste), controlada por tropas turcas y facciones aliadas.
Asimismo, la ONG con sede en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, indicó que otras 19 personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, por lo que el número de muertes podría aumentar en las próximas horas.
Por su parte, la agencia estatal de noticias siria SANA dijo que "varios civiles murieron y resultaron heridos" por la explosión, sin especificar el número de víctimas, y responsabilizó a "grupos terroristas" leales a Turquía del ataque.
El jueves pasado (23.07.2020) otras cuatro personas murieron y más de una decena resultaron heridas por la explosión de un auto bomba en Ras al Ain, donde en octubre de 2019 las tropas turcas lanzaron una ofensiva contra las milicias kurdosirias en el norte del país y conquistaron la ciudad.
Continuidad política en Siria
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La localidad ha sido escenario de explosiones y ataques recientemente, algunos contra los uniformados turcos presentes en el área y contra las facciones armadas sirias que los apoyan.
Turquía ha responsabilizado de esos ataques a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), afiliadas a la guerrilla kurda Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), activa en territorio turco y considerada terrorista también por Washington y Bruselas.
Precisamente, Ankara intervino en el norte de Siria el año pasado para acabar con la presencia de las YPG al otro lado de su frontera, al igual que ya lo había hecho anteriormente en el noroeste de Siria, donde también controla algunas áreas.
ju (efe, ep)
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Idlib, Siria: un desastre humanitario
El ejército sirio, apoyado por Rusia, está bombardeando la región de Idlib, en el norte del país. Los refugiados huyen hacia la frontera turca. La ONU advirtió sobre un inminente "baño de sangre".
Imagen: picture-alliance/AA/E. Hacioglu
En pleno escape
El tráfico es fuerte en las carreteras que se dirigen al norte a través de la región de Idlib, hacia la frontera turca. Los soldados del régimen de Al Assad avanzan desde el sur y el este, asistidos por sus aliados rusos e iraníes. Algunos grupos rebeldes sirios son apoyados por Turquía, que también tiene sus propios soldados en la región. Pero la gente común solo quiere llegar a un lugar seguro.
Imagen: Reuters7K. Ashawi
"El horror se ha multiplicado"
Casi 1 millón de personas han sido desplazadas desde diciembre. Según el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, "el horror se ha multiplicado" en las últimas semanas. Las líneas del frente se están cerrando y están provocando grandes movimientos de personas en solo unos pocos días. Al Assad quiere expulsar a la población civil de Idlib y se moviliza para capturar este último bastión rebelde.
Imagen: Reuters/K. Ashawi
Bombardeada a pedazos
Maaret Al Numan y sus alrededores han sido en particular gravemente afectados por los ataques. La ciudad ha sido bombardeada a pedazos y está prácticamente desierta. La importante carretera M5 pasa por aquí, desde Damasco, a través de Alepo, y hasta la frontera turca. La mayoría de los que huyen intentan llegar a Turquía, pero la frontera está cerrada.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Said
Esperando en la frontera
Alrededor de 100 personas, incluidos 35 niños, murieron en los bombardeos solo en las primeras dos semanas de febrero, según la ONU, que ha denunciado el "desprecio flagrante por la vida y la seguridad de los civiles". La familia de la foto huyó a la frontera turca hace meses. Están viviendo en el campo de refugiados de Kafr Lusin y se aferran a la esperanza de que Turquía los deje entrar.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Medio millón de niños en emergencia
Se estima que alrededor de la mitad de las casi 1 millón de personas que han huido son niños. Del resto, la mayoría son mujeres. No hay suficientes albergues en la frontera turca para todos y muchos refugiados viven en tiendas de campaña. Los campos a menudo se levantan a toda prisa y están muy hacinados. La gente duerme en las puertas y en pedazos de cartón, a veces a temperaturas bajo cero.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Alimento y medicinas escasas
Los que han podido encontrar una tienda de campaña la comparten con hasta una docena de familiares. La medicina se está acabando en muchos de los campamentos, y los alimentos básicos y la ropa también están escaseando. Los médicos informan que muchos niños sufren de malnutrición, algunos incluso mueren de hambre. El frío también está pasando factura: algunas personas se han congelado hasta morir.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Refugio en una escuela
Muchos niños en la región ya no pueden ir a la escuela, por lo que algunos edificios escolares han sido reutilizados. La escuela de la foto fue convertida en un refugio. Incluso los campos de refugiados son a veces blanco de los bombardeos.
Imagen: Getty Images/B. Kara
Tratando de alcanzar la seguridad
La ruta ilegal a través de la frontera con Turquía es costosa y casi nadie puede pagarla. Los contrabandistas están cobrando a las personas hasta 1.800 euros. Los que se atreven a intentarlo arriesgan sus vidas: los guardias fronterizos turcos tienen cámaras térmicas para ayudarlos a detectar las personas que intentan cruzar. Y a veces disparan a los refugiados que intentan escalar el muro.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Buscando dignidad
La ONU ha dicho que la situación en Idlib podría ser el mayor desastre humanitario del siglo XXI. Nadie sabe si habrá o no un alto el fuego. A los refugiados no les importa quién ponga fin a la guerra, solo quieren una vida con seguridad y dignidad para ellos y sus hijos. Una cumbre entre Turquía, Rusia, Francia y Alemania, prevista para el 5 de marzo, está ahora en peligro.