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Siria requiere del arte de la diplomacia

1 de noviembre de 2017

Esta semana se reúnen los representantes de varios Estados en Astaná para intentar conseguir un cese al fuego en Siria. La tarea de estos diplomáticos será ardua y hasta los más pequeños logros serán difíciles.

Kasachstan Rixos Hotel in Astana
Imagen: Getty Images/AFP/K. Kudryavtsev

Una conferencia que congregue a todos los grupos de la sociedad siria, desde étnicos y religiosos hasta el gobierno y la oposición, es lo que se necesita para afrontar la grave crisis del país. Esta idea, al igual que muchas otras que se han propuesto, no se ha podido llevar a cabo. Ahora, el presidente de Rusia Vladimir Putin, ha abogado por ella este mes, cuando habló sobre el tema de Siria en una conferencia en Sochi.

"El proceso ya se está llevando a cabo en este momento, pero avanza de manera muy lenta. Hay mucha falta de confianza en todas las partes del conflicto. Yo espero que podamos superar esta situación” dijo el mandatario.

Ese es justamente el objetivo de las discusiones de esta semana en Astaná, la capital de Kazajstán. Se asume que será una ardua tarea para los representantes de Rusia, Irán, Turquía, Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Jordania, reunidos con el fin de detener la continuada violencia en Siria. 

Reducir la escalada de violencia

Las zonas especiales de cese al fuego que fueron designadas el pasado mayo, ofrecen una oportunidad para aliviar las tensiones y elevar el nivel de confianza entre las diversas partes del conflicto. Estas zonas pacificas se encuentran en Idlib al noroeste, en partes de las provincias de Hama y Homs, en los suburbios orientales de Damasco y la provincia sureña de Daraa.  Las zonas de cese al fuego funcionan hasta cierto punto y sufren frecuentemente de violencia, ya que no existe un poder institucional que pueda hacer cumplir las reglas y penalizar a aquellos que las violen.

Sin embargo, ninguna de las partes del conflicto ha querido abandonar las zonas especiales de cese al fuego. Al menos, este es el caso del Gobierno y la oposición no yihadista. Los grupos extremistas han sido excluidos de este tipo de acuerdos, ya que no los consideran socios dignos de participar en la negociación.

Imagen: Getty Images/AFP/S. Filippov

El saldo de la guerra

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) ha llevado cuenta de la perdida humana que han causado los últimos dos años de intervención rusa en Siria. Según la organización, 4.461 miembros del Estado Islámico (EI) y unos 4.000 combatientes de otros grupos extremistas han muerto en la ofensiva.

Al mismo tiempo, el Observatorio ha documentado la muerte de 1.449 niños, 883 mujeres y 3.631 hombres adultos desde que iniciaron las operaciones rusas.  Particularmente devastador ha sido el uso de agentes químicos en las bombas, los cuales causan quemaduras severas al detonar. 

La tortura en las prisiones

Será entonces muy difícil lograr reunir a todas las partes del conflicto en busca de la paz. Pero existe la posibilidad de que una posible liberación de prisioneros alimente la confianza. "Este punto y las zonas de cese al fuego será en lo que nos enfocaremos” afirmó Yehia Aridi, miembro de la oposición siria.

La situación de combatientes cautivos es seria. Según el periódico Al-Araby Al-Jareed, unos 11 mil prisioneros han sido torturados y asesinados. Este saldo es problemático los rusos, que es aliado del Gobierno sirio y que continua su intervención militar, ya que "desacredita a Rusia en rol mediador mientras continúe la violencia en muchas  partes del país”, alega el medio.

La dimensión internacional

Los polos opuestos en el conflicto no solo se pelean entre sí, sino que también mantienen conflictos con el exterior. El presidente ruso aseguró que las discusiones con EE.UU. iban viento en popa, pero lo  mismo no se puede decir de conflictos como el de Irán e Israel. De momento, Israel acusa a Irán de haber permitido que la milicia Hezbollah se acerque más y más a la frontera con Siria.

Del mismo modo, la revista Al-Monitor ha afirmado que los arsenales de la milicia han cruzado la frontera siria, lo que representa una amenaza para los bombarderos israelíes que vigilan en la zona. Además, existe también el peligro de colisión entre los aviones israelís y rusos.

Aunque Israel no es parte de la mesa de negociación, los participantes de la cumbre tendrán que agregar el tema a su agenda, al tener que considerar las dimensiones internacionales del conflicto. La tarea no será fácil, pero requerirá de muchísimo esfuerzo. Si pudieran lograr alguna concesión, no importa que tan pequeña sea, se podrá considerar un triunfo para la diplomacia.

Kersten Knipp (JCG/MN)

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