Si el Estado Islámico sigue su avance en Libia, la Unión Europea podría intervenir militarmente. Eso dice el jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Wolfgang Ischinger, en entrevista con DW.
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DW: La Conferencia de Seguridad de Múnich tendrá lugar en momentos turbulentos. ¿Cuál cree usted que será el tema más importante del que hablarán los participantes en la reunión?
Wolfgang Ischinger: El tema central es que los conflictos hoy no se detienen en las fronteras nacionales. La guerra en Siria, que se ha convertido en un asunto de carácter regional, la crisis de los refugiados, los ciberataques, el terrorismo yihadista.... todos son conflictos que trascienden las fronteras. Y no hemos sido capaces de abordarlos de forma eficaz. Algunos países intentan buscar soluciones nacionales, pero estas en realidad no existen.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo un llamado recientemente a retomar el Consejo OTAN-Rusia. Hasta ahora, Moscú no ha respondido. ¿Cree usted que Rusia estará de acuerdo, teniendo en mente que Alemania desea duplicar su gasto en defensa y Estados Unidos desea incrementar su presencia en Europa?
¿Por qué Rusia se negaría a la propuesta? En Moscú nadie se sorprende de que Occidente desee invertir más en sus capacidades militares.
La crisis de los refugiados no solo no ha sido resuelta, sino que los países de la UE siguen profundamente divididos sobre el tema. ¿Cuál sería la solución?
Primero, Europa debe encontrar un compromiso para la distribución de los refugiados. Segundo, necesitamos con urgencia una estrategia global para detener la guerra en Siria. Eso no será posible sin alcanzar un acuerdo con Moscú, Riad y Teherán, por difícil que sea. En esto la diplomacia de la UE debería ser más activa. Y tercero, necesitamos con urgencia más ayuda a los refugiados en el lugar del conflicto.
El Estado Islámico ha perdido terreno en Irak y Siria, pero el grupo todavía puede ampliar su influencia en Libia y otros lugares. ¿Qué tan peligroso es el EI para la región y para otras zonas?
El Estado Islámico ha sido especialmente exitoso llenando los vacíos de poder en distintos lugares de Medio Oriente. El grupo ya es más poderoso que Al Qaeda, en especial por sus redes en Europa y sus fuertes campañas digitales de reclutamiento y propaganda. El Estado Islámico será un problema de largo aliento para Europa. En Libia, por ejemplo, posiblemente la Unión Europea no podrá evitar realizar una operación militar si el EI sigue expandiéndose. Esta es solo una de las muchas razones por las que Europa necesita desarrollar una política conjunta de seguridad y defensa.
Wolfgang Ischinger es el presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich y un experimentado diplomático alemán.
Lugares en los que el mundo se desangra (2014)
En distintas regiones del planeta, conflictos armados destruyen vidas, infraestructura y el concepto de sana y pacífica convivencia entre seres humanos. (2014)
Imagen: picture-alliance/dpa
Libia: un gobierno que no gobierna
Tras el derrocamiento de Muammar Gaddafi, Libia no ha conseguido retomar el orden. Los distintos grupos que combatieron en esa guerra civil se disgregaron, no responden al gobierno central y combaten por sus propios intereses, generalmente relacionados con diferencias religiosas y la explotación del petróleo.
Imagen: Reuters
Sudán del Sur: lucha de líderes tribales
Sudán del Sur es el Estado más joven del planeta. Pero desde su independencia, en 2011, el país no ha logrado estabilizarse. Buena parte de los problemas responden a diferencias irreconciliables entre el presidente Salva Kiir y el líder rebelde y ex vicepresidente Riek Machar. Pertenecen a etnias distintas y ambos quieren el poder. Nuevamente el petróleo surge como factor de importancia.
Imagen: AFP/Getty Images
Nigeria: entre Boko Haram y el ébola
El grupo islamista radical Boko Haram tiene en serios aprietos al gobierno del presidente Goodluck Jonathan. El mandatario ha sido incapaz de controlar la insurgencia en el norte del país, e incluso Boko Haram ha extendido su influencia a Camerún. El secuestro de más de 200 niñas y los repetidos atentados no han disminuido. A eso se suma ahora el ébola en Nigeria. Problemas y más problemas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Irak: un país dividido en la práctica
Las diferencias entre sunitas, chiitas y kurdos en Irak han existido siempre, pero por las buenas o por las malas se mantuvieron bajo la misma bandera. Sin embargo, ahora el caos político, la insurgencia y el avance de los rebeldes del Estado Islámico tienen al país al borde del colapso. Con el nuevo primer ministro, Haidar al Abadi, y la ayuda internacional, eso podría cambiar. Pero no pronto.
Imagen: Ahmad Al-Rubaye/AFP/Getty Images
Ucrania: los prorrusos tienen en jaque a Kiev
La caída del presidente prorruso Viktor Yanukovich desencadenó una serie de acontecimientos que sumieron a Ucrania en el caos. Primero Rusia tomó Crimea, luego rebeldes prorrusos se alzaron en armas en el este ucraniano, después asumió Petro Poroshenko el poder y lanzó una operación militar y ahora se vive una crisis humanitaria en Lugansk y Donetsk, donde siguen los combates.
Imagen: Reuters
Gaza: operación con cientos de civiles muertos
El secuestro y asesinato de tres jóvenes judíos, que Israel atribuyó a Hamás, comenzó una escalada que terminó con la invasión de la Franja de Gaza, con el objetivo declarado de destruir los túneles que usan los milicianos de Hamás para pasar a Israel. Sin embargo, la operación militar causó numerosas bajas civiles y la comunidad internacional llamó a negociar la paz. Casi 2.000 personas murieron.
Imagen: Reuters
Siria: una gigantesca crisis humanitaria
En marzo de 2011, las protestas contra el régimen de Bashar al Assad se convirtieron en una guerra civil que hasta ahora deja casi 200.000 muertos. Ahí surgió el Estado Islámico, mientras los combates entre el Ejército Libre Sirio y el Ejército de Siria continúan, sumados a enfrentamientos cruzados entre opositores radicales y opositores moderados. Miles de sirios han debido huir de sus hogares.