Nuevamente tembló la tierra en México: un sismo de magnitud 7,1. Los terremotos en la región son frecuentes. Pero algunos son más devastadores que otros.
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No es ironía del destino, sino la ubicación de México lo que lo hace tan propenso a que tiemble la tierra. El país se encuentra en una de las zonas de más terremotos en el mundo.
El 90 por ciento de los sismos en esa región obedece a movimientos de la corteza de la Tierra. Ese tipo de temblor está considerado el más peligroso y tiene, por lo general, una gran expansión. La causa son los desplazamientos de las placas tectónicas. Una placa tectónica es un fragmento de la capa sólida superficial de la Tierra, que se desplaza como un bloque relativamente rígido sobre la astenosfera.
La astenosfera es la capa que está debajo de la corteza superior, a aproximadamente entre 30 y 130 kilómetros de profundidad hasta los 670 km. La astenosfera está compuesta por materiales tanto blandos como en estado sólido o parcial o totalmente fundidos.
Otros terremotos son causados, por ejemplo, por el derrumbe de cavernas o se deben a la actividad volcánica. Es decir, son relativamente superficiales. Su expansión es bastante menor a la de los sismos tectónicos.
El desplazamiento de las placas
La corteza de la Tierra no es uniforme, sino que está compuesta por diferentes placas: un par de gigantes placas oceánicas y varias placas continentales más pequeñas. Todas esas placas se desplazan algunos centímetros por año. Algunas se alejan entre sí, otras se sumergen debajo de otras.
El impuso para los desplazamientos proviene de materiales semilíquidos en el interior de la Tierra, donde reinan temperaturas de casi 5.000 grados Celsius: una gran diferencia con el promedio de cero grado en la superficie de la Tierra. La diferencia de temperatura causa diferencias de densidad entre los materiales rocosos, explica Rainer Kind, del Centro de Geoinvestigaciones de Potsdam.
"Material a alta temperatura asciende, material frío desciende. Esa dinámica de la Tierra hace que las placas superficiales se desplacen constantemente”, dice el sismólogo. Los desplazamientos de material semilíquido en el interior de la Tierra hacen también que en la superficie surjan nuevas montañas, tengan lugar erupciones volcánicas y se produzcan terremotos.
Dos sismos en un mes
El 19 de septiembre de 2017 un segundo sismo azotó México, luego de que ya el 7 de septiembre temblara la tierra. El epicentro fue localizado en Axochiapan, unos 120 kilómetros al sudeste de Ciudad de México, a una profundidad de unos 57 kilómetros.
Particularmente trágico es que también un 19 de septiembre, hacía 32 años, se había registrado otro terremoto, con consecuencias catastróficas (magnitud 8,0): en 1985 murieron en la capital mexicana unas 10.000 personas.
El 7 de septiembre de 2017 murieron unas 100 personas como consecuencia de un sismo de magnitud 8,2, el más fuerte desde hacía 80 años. Ese sismo tuvo su epicentro en el Océano Pacífico, 137 kilómetros al sudoeste de Tonalá, Chiapas, a 69,7 kilómetros de profundidad. Unos 50 millones de los 120 millones de mexicanos sintieron el temblor. También en Ciudad de México, a unos 800 kilómetros del epicentro, se movió la tierra.
Terremoto en México: el otro 19 de septiembre
Un poderoso terremoto sacudió la ciudad de México este martes, causando pánico entre los 20 millones de habitantes de la megalópolis en el 32 aniversario de un devastador terremoto de 1985.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Velasquez
El reto de la oscuridad
La oscuridad es uno de los factores más adversos para quienes llevan a cabo labores de rescate en México. Por eso, las noches son especialmente largas y la búsqueda de sobrevivientes, doblemente ardua. Por si fuera poco, condiciones como la lluvia que se desató este jueves en la capital mexicana también son un factor que complica los intentos de rescate.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Velasquez
Soldados al rescate
A medida que pasan los días, elementos del ejército, la marina y la policía de México toman bajo su cargo las labores de rescate, a la par de los ciudadanos voluntarios. Cada mano, civil o militar, es una ayuda invaluable ante la necesidad de remover escombros para rescatar a víctimas del terremoto.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Velasquez
Jojutla en ruinas
Jojutla se localiza en Morelos, el estado donde fue el epicentro del terremoto. Por ello, la devastación fue particularmente intensa. Decenas de personas murieron y gran parte de las viviendas de Jojutla resultaron con daños severos a raíz del movimiento telúrico de magnitud 71.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Verdugo
Visita presidencial
Jojutla, en el estado de Morelos, es una de las localidades más afectadas por el terremoto del pasado 19 de septiembre. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, visitó la zona y habló con habitantes de Jojutla. La ayuda, se le hizo saber al mandatario, ha fluido con lentitud a esa zona devastada de México.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/R. Velasco
Otro estado afectado
En Puebla también se registraron daños graves y muertes por el terremoto. En la iglesia de Atzala, 11 miembros de una familia fallecieron al desplomarse el templo en el que celebraban un bautizo. Solo sobrevivieron el padre de la familia, el sacerdote y el monaguillo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/P. Spencer
Rescatistas agotados
Entre tanto, el agotamiento hace presa de los rescatistas que durante dos días han participado en labores de salvamento. Algunos duermen en albergues puestos a su disposición por ciudadanos solidarios. Otros no tienen tanta suerte, y duermen simplemente donde pueden.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Ugarte
Ayuda organizada
La ayuda que no está organizada pronto puede transformarse en una desventaja para las labores de rescate. Por eso, los cuerpos de rescatistas tratan como pueden de dar forma y cauce a la inagotable voluntad de ayuda de miles de mexicanos que quieren colaborar en el rescate o en otras labores de asistencia.
Imagen: DW/V. Calderon
Recuerdo y realidad
Según cifras oficiales, en el sismo del 19 de septiembre de 1985 murieron 10.000 personas. El terremoto del martes pasado ha dejado hasta el momento un saldo que ronda los 250 muertos. Pero más allá de los números, el movimiento telúrico más reciente ocurrido en México causa tristeza y consternación.
Imagen: Reuters/C. Daut
Tragedia en escuela
El caso que más ha impactado al mundo hasta el momento, en cuanto al terremoto del pasado martes, es el de la Escuela Enrique Rebsamen. A la hora del temblor, el plantel estaba lleno de niños que se encontraban en clases. El desplome de una de las alas de la escuela causó estupor, y más cuando se confirmó lo que muchos temían: decenas de personas, incluidos niños y niñas, murieron.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/C. Cisneros
"Topos" al rescate
Los "topos" son un cuerpo de rescate que se hizo famoso tras los sismos de septiembre de 1985. Son necesarios 32 años más tarde, en la misma fecha, ante otro devastador sismo. Incansables y ayudados por ciudadanos, los "topos" luchan por sacar a sobrevivientes de los escombros.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Experiencia crucial
La experiencia de los "topos" es fundamental. Aquí, uno de sus elementos recuerda a la multitud que es necesario el silencio para poder escuchar posibles llamados de auxilio desde los escombros.
Imagen: picture-alliance/Xinhua/F. Cazedo
Ciudadanos se organizan
A través de las redes sociales, ciudadanos y autoridades coordinan los esfuerzos de rescate y asistencia. Son necesarios herramientas y diversos materiales, pero también sitios de descanso y víveres para los agotados rescatistas.
Imagen: Getty Images/R. S. Fabres
Grandes daños
Rescatistas y voluntarios buscan en un edificio que se derrumbó en el centro de la Ciudad de México. Un poderoso terremoto de la magnitud de 7,1 sacudió el martes 19 de septiembre el centro de México, causando que los edificios se agitaran en la capital en el aniversario de un terremoto de 1985 que causó grandes daños.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/R. Blackwell
Confusión y pánico
La gente se reúne en una calle después del terremoto en la Ciudad de México, capital de México. El temblor generó numerosas escenas de pánico en la capital del país solo dos horas después de que la ciudadanía saliera a las calles en un simulacro conmemorativo del terremoto de 1985.
Imagen: picture-alliance/ZUMA Wire/F. Canedo
Numerosos cortes en el servicio eléctrico
Una excavadora remueve escombros de un edificio parcialmente derrumbado después del terremoto. El movimiento, que sacudió la capital mexicana, también causó numerosos cortes en el servicio eléctrico, fugas de gas e interrumpió el servicio de telefonía, así como el del Metro.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/R. Blackwell
Coches sepultados por escombros
Un automóvil sepultado por escombros de un edificio dañado después del terremoto que sacudió a Ciudad de México y otras partes del país.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Estrella
Voluntarios y trabajadores de rescate
La gente retira los escombros de un edificio que se derrumbó después del terremoto. El sismo derrumbó al menos una decena de edificios en distintas zonas de la Ciudad de México como las colonias Condesa, Del Valle, Narvarte, Centro, Coyoacán y Xochimilco, entre otras.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Estrella
Epicentro cercano
Gente parada en otro edificio que se derrumbó. Esta vez el sismo se sintió con más fuerza que el registrado el 7 de septiembre, de magnitud de 8,2 en la escala de Richter, dado que el epicentro fue más cercano.