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Salud gratuita y universal en México: ¿un espejismo?

Eva Usi
8 de diciembre de 2020

La gratuidad de los servicios médicos, una promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador, entró en vigor el 1° de diciembre pasado. La falta de recursos y mala planeación hace cuestionable su funcionamiento.

Mexiko Coronavirus Überleben in der Pandemie
Imagen: Mónica Vázquez Ruiz

Desde inicios de diciembre, México cuenta con atención médica gratuita en hospitales federales, de alta especialidad e institutos dependientes de la Secretaría de Salud. Los ciudadanos que no cuentan con seguridad social podrán ser atendidos en estos hospitales y estarán exentos de pagar por los servicios de hospitalización, consulta, procedimientos médicos o estudios de diagnóstico, independientemente de su nivel socioeconómico, según fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado lunes 30 de noviembre.

Entre los hospitales que brindarán servicios gratuitos figura el Hospital Infantil de México, junto a una serie de institutos nacionales de especialización, como Cardiología, Cancerología, Nutrición, Neurología y Pediatría, entre otros.

"A mi sobrino le hicieron hace poco un procedimiento carísimo de ablación cardíaca en el Instituto Nacional de Cardiología. Le cobraron la tarifa más alta del tabulador, que pagó mediante su seguro de gastos médicos, lo que me parece correcto. Eso no hubiera sucedido hoy. Mi sobrino habría recibido ese tratamiento del orden de más de un millón de pesos (más de 50.000 dólares estadounidenses), sin pagar nada. Pero ¿quién habría pagado esa cantidad que no tiene ni el hospital en su presupuesto?”, pregunta el médico cirujano y analista en políticas de salud Xavier Tello, en conversación con DW.

El experto destaca que la noticia ha sido recibida por la sociedad mexicana con incredulidad. "La propuesta está dirigida a personas que no tienen la capacidad de pagar medicina privada, que no son derechohabientes de alguna de las instituciones federales o estatales. Entre ellas figura el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el ISSTE, (para empleados del Estado) instituciones de la paraestatal Pemex, del Ejército, o los pequeños sistemas de Salud existentes en las 32 entidades federativas que hay en México", explica Tello. 

Servicio de salud en México, ni gratuito, ni universal. Imagen: Hector Adolfo/Quintanar Perez/ZUMA Wire/picture alliance

Mayor cobertura con menos recursos

"Eso deja a una cantidad de personas que están, o en la economía informal, o autoempleados que no tienen manera de pagar un servicio médico. Es la población más pobre”. Se estima que más de un 50% de la población no cuenta con seguridad social en México. Esas personas tenían que pagar antes una cuota de recuperación que ahora ha sido abolida. Según el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, dichas cuotas de recuperación poco contribuían a las arcas de las instituciones de Salud. "Es una recuperación relativamente menor y en cambio para la persona que utiliza los servicios puede ser una barrera muy importante de acceso”, aclaró López Gatell.

Según un estudio publicado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), México sigue teniendo un sistema de salud fragmentado y con atención desigual. El problema es un presupuesto insuficientepara responder a las necesidades de salud de la población mexicana. Según CIEP, el gobierno federal se propone ampliar de 55 a 72 millones la población potencialmente beneficiaria, sin considerar padecimientos que requieren especialización y sin un aumento del presupuesto. "Para 2021 se prevé una reducción del gasto per cápita anual de 33%, al pasar de 3,607 pesos en 2020 a 2,602 en 2021”, se lee en el documento.

El médico cirujano Xavier Tello destaca que la cuota de recuperación, que ha sido eliminada, se estimaba según la capacidad de pago de los pacientes, mismos que ya tenían que solventar muchos otros gastos, como la compra de medicamentos, o estudios adicionales. Ahora, los pacientes recibirán los medicamentos gratuitos, siempre y cuando se encuentren en un botiquín básico con el que han sido dotados los consultorios de hospitales e institutos nacionales.

Centro de Salud móvil atendido por Médicos sin Fronteras, en Matamoros, Tamaulipas. Imagen: MSF

Crisis en el abastecimiento de medicamentos

"Nada debe ser cobrado, y los medicamentos deben ser provistos ahí, en los hospitales e institutos especializados. Lo que no dice es qué ocurre cuando el paciente necesita una nueva dosis”, destaca. Para el experto, la propuesta está fuera de la realidad, sobre todo ante la falta de presupuesto en los hospitales federales.

La enfermera mexicana Carmen Martínez coincide. En conversación con DW, dijo que el cambio no es significativo mientras el gobierno no garantice la entrega de medicamentos. Además, destacó que a unos días de entrar en vigor el nuevo sistema gratuito todavía hay confusión en los hospitales. "Si no tienes una emergencia no te atienden, ni te dejan entrar. En el Instituto Nacional de Nutrición, en donde sí reciben a las personas sin cobrarles nada, no hay medicamentos. En la farmacia te dan un vale para tratar de surtir el medicamento en un almacén que está en el otro extremo de la ciudad. Si ahí tampoco tenían, te dan otro vale. Si tu paciente necesita el medicamento, mejor acabas comprándolo”, afirma.

Para Xavier Tello, la injusticia es el más grave problema del sistema de Salud en México, que obliga a buena parte de la población asegurada, es decir derechohabiente de alguna de las instituciones de salud, a pagar los medicamentos, es decir, la medicina privada con su dinero, lo que ubica a México entre los países de la OCDE con más alto gasto de bolsillo.

Desaparición del Seguro Popular, quiebre en el Sistema Nacional de Salud.Imagen: Reuters/D. Becerril

Eliminación del Seguro Popular

La llegada de López Obrador supuso un quiebre para el Sistema Nacional de Salud, de por sí lleno de carencias. AMLO, según Tello, decidió por razones ideológicas desaparecer el llamado Seguro Popular, lo que se materializó en enero de 2020. Dicho instrumento, creado en 2003, estaba dirigido a la población que carecía de seguridad social. Fue sustituido por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), al que no se han adherido 9 de los 32 estados que conforman el país, por considerar que ceder a la federación el control sobre sus servicios de salud no les favorece.

"El Seguro Popular era una idea genial porque estaba permitiendo que todos los que no tuvieran seguridad social, obtuvieran, a través de un financiamiento, acceso a la salud. Se tenía un gran fondo de gastos catastróficos, que permitía ir ampliando la cobertura, al punto de que en algunos años todo iba a estar cubierto y cada quien tenía que pagar la cuota que le correspondiera de acuerdo a su nivel socioeconómico”, explica Tello.

El médico cirujano y experto en políticas de salud señala que esa decisión provocó que de la noche a la mañana los hospitales ya no recibieran a los pacientes. "Dejaron a la gente sin atención médica, pero además, expropiaron el fondo de gastos catastróficos que pasaron a la cuenta pública de gasto corriente. Aunque parte de ese fondo lo habían pagado los derechohabientes, se tomó su dinero y se metió al gasto corriente en salud, y quedó diluído ahí”, subraya Tello.

El coronavirus llegó a México en el peor momento. Vista aérea del Panteón en el Valle de Chalco, Estado de México. Imagen: Getty Images/AFP/P. Pardo

Llegada de la pandemia de coronavirus

El experto explica que la pandemia no pudo llegar en un peor momento. "Estábamos peleándonos por el Insabi, con problemas presupuestales, con un recortes al sistema de Salud, con problemas internos en la Secretaría de Salud, cuando llega la pandemia. El peor momento para México".  

La situación ya ha sido denunciada por la prensa mexicana e internacional, pero Tello es aún más enérgico. "Nos tomó desprevenidos y con una política negacionista por parte del Estado. El gobierno minimizó la infección, (diciendo que era) algo muy parecido a la influenza, que fue el modelo epidemiológico que se siguió. No se hicieron pruebas y todo lo que tenemos son proyecciones matemáticas”.

Lo que más preocupa a Tello en este momento es que no hay una corrección de rumbo, pese a que México registra más de 110 mil muertos por Covid-19 y más de un 1 millón 182 mil casos de infección. "El presupuesto de 2021 no contempla en términos reales un incremento importante en Salud. Necesitaríamos 5.000 dólares por habitante, y sólo hay 520 dólares”, advierte. Lo peor es que no hay una partida presupuestal para el combate de la pandemia ni de sus secuelas. 

"La palabra Covid no aparece en el presupuesto del año próximo. Tampoco están considerando a los pacientes invisibles (sin pruebas) que van a aparecer de la nada con secuelas. Con problemas comoenfermedad pulmonar obstructiva crónica, o que tienen cicatrices respiratorias. El 20% de los pacientes recuperados presenta problemas mentales, depresión, ansiedad, trastornos de conducta. O la gran cantidad de pacientes cardiópatas”.

Por otra parte, aunque la llegada de una vacuna es una realidad próxima, no se ve un plan claro sobre cómo va a ser distribuida entre la población.