Su nombre está intrínsecamente ligado a Viena como la catedral de San Esteban o el Coro de los Niños Cantores. Hoy se celebra el 200 aniversario del nacimiento de su creador, el chef repostero Franz Sacher.
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Mantequilla, harina, huevos, azúcar, mermelada de damasco y mucho chocolate. Estos son los ingredientes básicos del pastel más famoso de Austria. Parece fácil, pero la receta original de la tarta Sacher sigue conservándose en el hotel Sacher de Viena en el más absoluto secreto y siempre fue objeto de muchas disputas.
Creación de la tarta Sacher
Su historia comenzó en 1832, cuando el príncipe Clemens Wenzel Lothar von Metternich pidió un postre especial para sus huéspedes. Entonces el jefe de cocina cayó enfermo de repente y el aprendiz que tenía, Franz Sacher, tuvo que preparar el postre. El joven aprendiz de 16 años deleitó a los presentes con una variación de pastel de chocolate que, posteriormente, se convertiría en la famosa tarta Sacher. Pero en aquel momento nadie le prestó demasiada atención
Doce años más tarde, el aprendiz se independizó y en 1848 abrió una tienda de vinos y delicatessen en la calle Weihburg de Viena. Su popularidad aumentó y la tarta de chocolate de Franz Sacher se convirtió en un éxito de ventas. La receta de la tarta fue culminada más tarde por el hijo mayor de Franz, Eduard Sacher. Durante su formación en Demel, la pastelería de la corte, Eduard desarrolló la receta que conocemos hoy y la tarta se vendía tanto en Demel como en el hotel Sacher.
Un nombre muy disputado
Sin embargo, por dulce que fuese, la tarta fue también causa de amargas disputas jurídicas posteriores sobre el nombre entre Demel y el hotel Sacher, cuando este ya ni siquiera estaba en manos de la familia. El hijo de Eduard había transmitido la receta familiar original a Demel, pero el hotel la había registrado como marca con el nombre de "Tarta Original Sacher”.
Este pleito por los derechos de la delicia culinaria se prolongó durante décadas y el principal objeto del litigio era la receta de la tarta. ¿Cuántas capas de mermelada de albaricoque debía tener la tarta original y dónde se ponían? ¿También estaba permitido hacer la masa con margarina?
Tarta Original y tarta de Eduard Sacher
Finalmente, en 1963 se llegó a un acuerdo que distinguía entre tarta "verdadera” y "original”. Desde entonces, el Hotel Sacher elabora la "Tarta Original Sacher” que está identificada por un sello de calidad en forma de círculo. Por su parte, Demel hace la tarta "verdadera” a la que llama "Tarta Eduard Sacher” y se distingue por un sello de calidad en fora de triángulo. La mayor diferencia entre ambos pasteles está en las capas de mermelada. Mientras la del hotel tiene dos capas, una en el medio y otra bajo la cobertura de chocolate, la variante de Demel prescinde de la capa del centro.
Actualmente hay hay variaciones de tartas de chocolate con mermelada de albaricoque en todo el mundo. Y al final, el consumidor tendrá total libertad a la hora de decidir si prefiere la "verdadera” o la "original". Lo que realmente cuenta es que la tarta sepa como aquella que elaboró el aprendiz vienés.
Autora: Lina Friedrich (JAG/CP)
Sabores navideños: Pulsnitzer Pfefferkuchen
Los dulces elaborados con especias de la ciudad de Pulsnitz, o Pulsnitzer Pfefferkuchen, se venden en los pintorescos mercadillos navideños de numerosas ciudades de Alemania. Un producto típico alemán. ¡Delicioso!
Imagen: DW/C. Gleinig
Especialidad con denominación de origen
Estos dulces de navidad son el orgullo de la pequeña ciudad de Pulsnitz situada en el este de Alemania. Los Pulsnitzer Pfefferkuchen se mencionan por primera vez en un documento del año 1558. En su elaboración se empleaban ingredientes que ya en la Edad Media, Europa importaba de Oriente. Luego del descubrimiento de América se incorporó el chocolate.
Imagen: DW/C. Gleinig
Un museo dedicado a los dulces de Pulsnitz
En la ciudad de Pulsnitz hay incluso un museo dedicado a estos dulces. Allí, además de conocer su historia sin tocar los objetos que se exponen, como en cualquier otro museo, los visitantes pueden pasar a la acción y preparar ellos mismos los dulces y decorarlos como más les guste.
Imagen: DW/C. Gleinig
La mecánica al servicio de los panaderos
El museo exhibe diversas máquinas que se empleaban desde hace siglos en la elaboración de los Pulsnitzer Pffeferkuchen. Algunas estuvieron incluso en funcionamiento hasta finales de la década de 1990. Por el aspecto que tienen, a primera vista cuesta creer que servían para elaborar dulces.
Imagen: DW/C. Gleinig
Denominación de origen… ¿con pimienta?
Pulsnitzer significa “de Pulsnitz“. Y Pfefferkuchen se podría traducir como “pastel“ o “dulce“ de pimienta. ¿Por qué “de pimienta“? En su elaboración no se usa ningún tipo de pimienta… La razón es que en la Edad Media se llamaba pimienta a todas las especias provenientes de Oriente. En el caso de los Pulsintzer Pfefferkuchen, son varias las especias que contiene su receta, pero no pimienta.
Imagen: DW/C. Gleinig
¿Ingredientes de panadería o sustancias para la farmacia?
La receta de este tradicional dulce contiene, entre otras especias, clavos de olor, semillas de cilantro, cardamomo, jengibre, canela y nuez moscada. Todas ellas, sustancias con propiedades medicinales que desde la antigüedad se empleaban como fármacos.
Imagen: DW/C. Gleinig
Los utensilios: la cortadora de masa
Después de haber reposado varias semanas, la masa había adquirido la consistencia adecuada y llegaba el momento de trabajarla. Para eso, había que cortarla en porciones más pequeñas que luego se trabajarían con los moldes correspondientes, antes de pasar a la fase de horneado.
Imagen: DW/C. Gleinig
Más de 450 años de tradición
En la actualidad, la tecnología moderna ha facilitado la elaboración de estos dulces. En la ciudad de Pulsnitz hay solo una fábrica y ocho empresas familiares que los elaboran siguiendo las recetas y métodos tradicionales. Uno llega a pie en pocos minutos de una tienda a otra.
Imagen: DW/C. Gleinig
No solo en Navidad…
El ambiente de Pulsnitz sale de su sosiego en los meses previos a fin de año: para las fiestas no cesan los pedidos otras ciudades alemanas e incluso del extranjero. Pero las tiendas de venta de dulces están abiertas todo el año y vale la pena conocerlas. Son muy pequeñas y en su interior el pasado parece haberse quedado detenido. Los Pulsnitzer Pfefferkuchen se pueden encargar personalizados.
Imagen: DW/C. Gleinig
Pulsnitz y su pintoresco entorno
Además de los dulces tradicionales, los alrededores de Pulsnitz son un pretexto más para visitar esta apacible ciudad del este de Alemania y conocer la hospitalidad y simpatía de sus gentes. Pulsnitz se encuentra a unos 30 km al noreste de Dresde, en el estado de Sajonia.