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Socialdemócratas alemanes respaldan el CETA

19 de septiembre de 2016

En una muestra de apoyo a su lider Sigmar Gabriel, el partido SPD respaldó el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá con una mayoría de dos tercios.

Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte

El congreso del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), celebrado en Wolfsburg (centro de Alemania) con la participación de la dirección y de unos 200 representantes de las bases, respaldó este lunes (19.09.2016), con una mayoría de dos tercios, el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Canadá, conocido por sus siglas CETA.

La decisión implica que Berlín puede defender el "sí" al acuerdo, ya que el SPD es socio minoritario en la gran coalición que lidera la canciller alemana, Angela Merkel. Además, la decisión significa también que el presidente de los socialdemócratas, Sigmar Gabriel, que se había posicionado a favor del CETA, mantiene el respaldo de sus colegas en el partido.

La posición de Gabriel causa cierta controversia en Alemania, ya que este ha defendido el CETA frente a algunos sectores de su partido y la izquierda, mientras que ha criticado y dado por fracasado al acuerdo con EE. UU, conocido como TTIP.

Gabriel, que es también vicecanciller y ministro de Economía, aseguró en una rueda de prensa que el CETA es "mucho mejor" que cualquiera de los demás acuerdos de libre comercio firmados por la Unión Europea desde 2013, incluidos los sellados con Perú y Colombia. "Buenas reglas, comercio justo", aseguró el político socialdemócrata, que destacó que se ha eliminado del CETA como opción la existencia de tribunales privados para resolver disputas comerciales.

La votación tuvo lugar después de que el sábado más de 200.000 personas según las autoridades, y 350.000 según los organizadores, se manifestaron en siete ciudades de Alemania en contra el TTIP y el CETA.

Las movilizaciones reflejan los crecientes temores entre la población alemana de que los acuerdos disminuyan los estándares de calidad, sociales, laborales y medioambientales, así como la entrada a Europa de alimentos modificados genéticamente.

JCG (EFE, DPA)

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