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Francia traslada pacientes con COVID-19 a Alemania

10 de noviembre de 2020

En el momento más complejo de la primera ola del coronavirus Francia trasladó a más de 130 pacientes a otros países europeos. Ahora, los pacientes están siendo tratados nuevamente en Alemania.

Coronavirus | Deutschland Frankreich Patiententransport
Imagen: Getty Images/AFP/J. Schlueter

Casi dos semanas después de restablecer el toque de queda en Francia, no hay actualmente ningún signo visible de atenuación de la pandemia del coronavirus. En el norte y el centro de Francia se han alcanzado los límites de capacidad de las unidades de cuidados intensivos. En Auvernia -centro- los hospitales llegaron a un 120% de su capacidad.

Los pacientes de esa región están siendo trasladados a otras zonas del país que sufren menos las consecuencias de la segunda ola, por ejemplo, la región del Gran Este. En la región fronteriza con Alemania, la tasa de ocupación de las unidades de cuidados intensivos está por sobre el 40%.

Las autoridades del Gran Este también prevén que la presión sobre el sistema de salud aumente en los próximos días. El traslado de los pacientes COVID-19 graves a Alemania debería, por lo tanto, aliviar las clínicas. Ya la semana pasada trasladaron a los primeros cuatro pacientes desde el hospital regional Metz-Thionville a las clínicas del Estado Federado de Sarre.

Ayuda de emergencia para Francia

La situación actual en el este de Francia no es comparable con la de la primavera, afirmó Christophe Arend, representante de la región del Mosela en la Asamblea Nacional y copresidente de la Asamblea Parlamentaria Franco-Alemana. "Los hospitales de aquí no están trabajando actualmente al límite de su capacidad", aseguró Arend. Los pacientes están siendo trasladados como medida de precaución para evitar un colapso del sistema.

Sarre ha ofrecido ocho plazas de emergencia a los franceses. "Cuando la gente está en una urgencia y necesita ayuda médica, no debemos fijarnos en la nacionalidad", subrayó el ministro presidente del Sarre, Tobias Hans. "Con respecto al tema de la capacidad, estamos en contacto permanente con los hospitales del Sarre, donde, por cierto, muchos miembros del personal de enfermería de Francia también atienden diariamente", agregó Hans.

Controles fronterizos, en marzo de 2020.Imagen: Jean-Marc Loos/picture-alliance/dpa

Atención médica sin fronteras

El hecho de que los pacientes franceses sean trasladados nuevamente a Alemania es una prueba de la buena cooperación en la región fronteriza entre ambos países, según Arend. Allí, la atención médica ya no se planifica exclusivamente en categorías nacionales.

En el verano de 2019, las regiones del Sarre y del Mosela firmaron el acuerdo "Mosar" para la atención sanitaria transfronteriza, que permite que los residentes también pueden recibir tratamiento en un hospital del país vecino sin autorización previa. Los pacientes franceses de cardiología, que son tratados en los hospitales del Sarre, son los primeros en beneficiarse. Los pacientes alemanes, a su vez, pueden recibir atención de medicina nuclear en Francia.La facturación es hecha por las compañías de seguros de salud nacionales.

"Tenemos una persona de contacto en cada lado, que está familiarizada con el sistema de atención de salud del país vecino. Esto funciona bien", afirmó Arend. El coronavirus ha acelerado este intercambio y lo ha extendido a nuevas áreas. Por ejemplo, los pacientes de COVID-19 del Sarre pueden completar parte de su rehabilitación en Francia este año, porque las capacidades son mayores allí.

Los problemas de la Corona-App

El hecho de que la cooperación transfronteriza entre Alemania y Francia funciona mejor ahora que en la primavera, también queda demostrado por las restricciones de confinamiento en ambos países, señaló Arend, quien también es diputado del partido La République en Marche (LREM).

A diferencia de marzo, el gobierno alemán se abstuvo este otoño de cerrar la frontera con Francia unilateralmente. Según Arend, la mejor cooperación entre los gobiernos también se notó en el endurecimiento de las restricciones, que tuvieron lugar al mismo tiempo y con un empuje similar.

Sin embargo, los problemas de comunicación causados por la Corona-App le causan al político mucha molestia. Con su enfoque centralizado, Francia ha tomado un camino distinto que ahora ha demostrado ser un callejón sin salida. La aplicación en sí se considera un fracaso en vista de los bajos números de descargas, y es incompatible con las aplicaciones de los países vecinos. Una solución al problema probablemente requeriría un desarrollo completamente nuevo de la aplicación y un cambio de estrategia, aunque el Gobierno todavía no ha sido capaz de hacerlo.

(ju/er)

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