Muertos, heridos, fronteras aún más militarizadas. Tanto Juan Guaidó como Nicolás Maduro salieron perdiendo, aunque hayan declarado lo contrario. Pero sobre todo perdieron los venezolanos.
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El 6 de junio de 1944 fue el comienzo del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Hace 75 años, las tropas aliadas tocaban tierra en las costas de Normandía; apenas un año después llegó la guerra a su fin. Juan Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional venezolana, había declarado el 23 de febrero como un "día-D" venezolano. La ayuda humanitaria entraría en el país y el cambio en el poder estaría cerca. Al día siguiente, la realidad: nada de eso ocurrió.
Una comparación histórica como la que hizo Guaidó de un "día de la decisión" es, cuando menos, desafortunada. Los envíos de ayuda desde Colombia, Brasil y Curazao siempre tuvieron el sello "made in USA". Y, para el cambio de poder, el estamento militar es clave. Algunas decenas de soldados desertaron a lo largo del día y Guaidó utilizó esto con toda fuerza de las redes sociales, pero el autoproclamado presidente interino no logró lo que quizás se había imaginado previamente, en un escenario poco realista.
Las expectativas de Guaidó de un final feliz no se cumplieron
Decenas de militares venezolanos, a la vista de las protestas, dejaron las armas y de un momento a otro, portando una camisa blanca, cambiaronn de bando, confiando en que se cumpla con la amnistía prometida. No dejar entrar la ayuda en el país es una violación de los derechos humanos, había dicho Guaidó en una entrevista con DW, con el objetivo de endurecer la presión contra los militares. También sin éxito.
En una primera reacción al fracaso de su plan, Guaidó tuiteó que no debe cerrarse ninguna puerta, recordando de forma fatídica a las maneras del presidente estadounidense, Donald Trump, al decir que en Venezuela todas las opciones están sobre la mesa. Guaidó tardó poco en rectificar y apelar a una solución diplomática con ayuda internacional, un Gobierno de transición y elecciones libres, pero ya había sacado el genio de la intervención estadounidense de la botella. Guaidó genera inquietud... y con razón. El lunes, el líder opositor se reunirá con el Grupo de Lima.
Pero en el Grupo de Lima también está representada Colombia, el país con el que Nicolás Maduro ya ha cortado todas las relaciones diplomáticas.
Parece poco probable, por tanto, que Venezuela acepte alguna propuesta de este grupo de mediación. Y luego está la cuestión de qué pasará con Guaidó cuando vuelva a Caracas. En su exitosa comparecencia pública durante el concierto 'Venezuela Aid Live', el autoproclamado presidente dejó bien claro al mundo que no le importaba lo más mínimo la prohibición de salir de Venezuela que se le había impuesto. Algo que podría convertirse en un bumerán para Guaidó.
Las preocupantes imágenes de la frontera perjudican a Maduro
Pero también Maduro sale perdiendo tras lo ocurrido el sábado. El mandatario proclamó que la sublevación había fracasado, e hizo uso de su ya conocido vocabulario antiimperialista para ridiculizar el transporte de ayuda humanitaria y describir a su oponente Guaidó como un payaso y una marioneta. Sin embargo, una lucha de poder también es una lucha de imagen, especialmente cuando todo el mundo estaba pendiente el sábado de Venezuela. Y los muertos en la frontera con Brasil, las personas huyendo del gas lacrimógeno y los convoyes de ayuda en llamas quedarán en la memoria.
Maduro ha dejado disparar contra su propia población, ha envenenado las relaciones con el vecino colombiano (que ha recibido a más de un millón de refugiados de Venezuela) con su propaganda y ha polarizado aún más, si es que ello todavía es posible: en una pequeña parte que todavía le es fiel y en otra, mayoritaria, que pasa hambre, que no recibe asistencia médica (los heridos en la frontera con Brasil no pudieron ser tratados en hospitales venezolanos) y que ante la falta de perspectiva huye del país con mayores reservas de petróleo del mundo a un ritmo de miles al día.
Por encima de todo, la población venezolana es el gran perdedor de esta lucha de poder. Y es que una solución diplomática, tras este trágico sábado, es todavía menos posible. Después de lo ocurrido este sábado, una intervención militar de Estados Unidos ya no es improbable. El día 23 de febrero podría haber sido una suerte de "día-D". Un día de la decisión: de que un cambio de poder pacífico en Venezuela estaba sobre la mesa.
(eal/lgc)
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Venezuela: un país, dos presidentes
El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, desafió abiertamente a Maduro y se autoproclamó presidente. Desde entonces, en Venezuela se vive una lucha de poder acompañada de protestas y una crisis que no cesa.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Becerra/R. Pena
En curso de confrontación
Con solo tres semanas en el cargo, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, se convirtió en la nueva cara de la oposición. El miércoles (23.01.2019), el político de 35 años se declaró presidente interino. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le aseguró inmediatamente su apoyo. Las fuerzas armadas venezolanas, sin embargo, apoyaban a Nicolás Maduro.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Disturbios y muertes
27 soldados se habían amotinado contra Maduro el lunes anterior (21.01.2019). Desde el fracaso de este levantamiento, la situación empeoró en el país con protestas y disturbios. Según el Observatorio de Conflictos Sociales (OVCS), una organización no gubernamental, al menos 13 personas perdieron la vida.
Imagen: Reuters/C. Eduardo Ramirez
Guaidó, ¿portador de esperanza?
Ese mismo miércoles, cientos de miles de personas siguieron el llamamiento a protestar de la oposición. Se manifestaron contra el gobierno socialista de Maduro, al que culpan la mala situación económica, la represión y la mayor inflación a nivel mundial. Los obispos venezolanos pidieron a los militares que protegieran a los ciudadanos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
"Venezuela pide libertad y un Estado de Derecho"
Un manifestante en Caracas es llevado en motocicleta a un lugar seguro. En la madrugada del jueves (24.01.2019) continuaron los enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. El presidente estadounidense, Trump, dijo en una declaración: "La sociedad venezolana ha alzado valientemente la voz contra Maduro, y ha pedido libertad y un Estado de Derecho"
Imagen: Reuters/C. Eduardo Ramirez
Maduro moviliza a sus seguidores
Los seguidores de Maduro también salieron a la calle esa semana y celebraron el fin de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958. En una maifestación masiva en Caracas, Nicolás Maduro demandó que sus partidarios defendieran a su gobierno y al socialismo.
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
Apoyo desde el extranjero
Estas dos venezolanas sostienen en Honduras carteles que muestran su apoyo a Juan Guaidó. En el curso de la crisis estatal y de suministro, que ya dura varios años, cerca de tres millones de venezolanos han abandonado su país. Las Naciones Unidas advirtieron recientemente que podría producirse otro éxodo masivo en 2019.
Imagen: Reuters/
Reconocimiento militar
El dos de febrero, entre marchas de opositores y oficialistas en Caracas, el general de aviación Francisco Yáñez desconoció la "autoridad dictatorial de Maduro" y reconoció a Guaidó como presidente actual del país. Hasta este momento, el militar de más alto rango en hacerlo.
Imagen: twiter.com
Ayuda detenida en la frontera
Mientras la situación sigue agravándose, el contigente de ayuda humanitaria con medicinas y alimentos enviados por EE.UU. quedó bloqueado en la frontera de Cúcuta, Colombia. Maduro acusó a Washington de querer usar la ayuda humanitaria como "excusa" para una invasión militar.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/F. Vergara
Política vs. cultura: dos presidentes, dos conciertos
El 22 de febrero, durante un concierto humanitario organizado en Cucutá, Guaidó apareció por sorpresa junto a presidentes de Colombia, Chile y Paraguay, desafiando la prohibición de salir del país. Del lado venezolano también se convocó otro evento musical bajo el lema "Manos fuera de Venezuela".
Imagen: Getty Images/AFP/L. Robayo
Apagones en Venezuela
Entre la crisis de Gobierno, desde principios de marzo los apagones se suceden por toda Venezuela, empeorando la situación de la población. El 7 de marzo, 23 de los 24 Estados del país se vieron afectados. Maduro denunció sabotaje para desestabilizarlo.
Imagen: picture-alliance/dpa/NurPhoto/J. Lanza
Ayuda humanitaria en el foco de la lucha política
Finalmente la Cruz Roja consiguió comenzar con la distribución de ayuda humanitaria el 16 de abril tras autorización de Maduro. Cerca de 24 toneladas de asistencia humanitaria llegaron a Caracas provenientes de Panamá.
Imagen: Reuters/M. Quintero
Marcha del primero de mayo
Pocos días antes del primero de mayo, día internacional del trabajo, Guaidó convocó a una marcha en Venezuela. El presidente autoproclamado invita a una gran movilización ciudadana en el país para exigir "el cese definitivo de la usurpación".
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Hernandez
Movilizaciones previas a la "gran marcha"
Un día antes de la anunciada movilización, un grupo de militares se alzó contra el Gobierno. Guaidó volvió a llamar a tomar las calles con la llamada "Operación Libertad" hasta lograr la caída de Maduro. Por su parte, el régimen de Venezuela denunció otro intento de golpe de Estado.