El Frankfurter Rundschau comenta la elección de Robert Zollitsch como presidente de la Conferencia Episcopal Alemana: “Es posible que los 69 obispos hayan llegado a un acuerdo tan rápido para elegir a Zollitsch porque ven en él a una solución transitoria. Aparentemente, no ha llegado el momento adecuado para el entrometido arzobispo de Múnich, Reinhard Marx. Además, Zollitsch fungió como jefe de la poderosa Asociación Diocesana de Alemania, que decide sobre las finanzas de la Conferencia Episcopal. Ahí logro acaparar atención. Su obispado florece. Al margen de algunos pequeños conflictos con sectores laicos, no se le conoce pleito alguno.”

Solución transitoria

El Leipziger Volkszeitung dice a su vez: “¿Robert quién? Cierto es que nadie había escuchado hablar de este liberal hombre de dios, que además es aficionado al alpinismo. Pero ello no es pecado alguno. Acaso la decisión se tomó en el sitio mismo del cónclave, en el castillo Himmelspfort de Würzburg. El impulso de los clérigos más ambiciosos y jóvenes quizá fue demasiado sonoro para algunos de los obispos de mayor edad. Éstos se toparon con pared pues además pesó el voto del pragmático cardenal Lehmann, quien abandonó el cargo por motivos de salud. Es por ello que la elección del arzopispo Zollitsch es una solución transitoria, que por cierto no deja de tener el encanto de lo incierto.”

El hombre correcto

En Bonn, el General Anzeiger comenta el tema desde la siguiente perspectiva: “El arzobispo Zollitsch tendrá una gestión sencilla. Es de esperarse que no se vea afectado por luchas internas, como sucedió con su antecesor, el cardenal Lehmann. La sociedad diferencia cada vez menos entre católicos y protestantes; en cambio, desea ver a dos iglesias que hablen con una voz convincente, sobre todo en asuntos éticos y sociales. Zollitsch, que tiene los pies bien puestos en la tierra, es el hombre correcto para los tiempos que vienen. Esperemos que encuentre amplio apoyo y que logre ubicarse para sortear estos riempos difíciles.”

Claroscuro eclesiástico

En el sur de Alemania, el Stuttgarter Zeitung señala: “Políticamente hablando, tradicionalistas y modernizadores sedebatirán a fin de encontrar el camino adecuado. En una orilla estarán quienes desean dar a la iglesia un perfil más claro en la cerrada competencia de visiones, creencias y convicciones. Sus ejemplos a seguir son obispos como Meisner, Mixa y Müller, que manifiestan verdades sencillas y mandan al diablo la discusión sobre temas como el celibato y la moral sexual, distanciándose así del espíritu contemporáneo. Del otro lado se promueve que la iglesia mantenga sus puertas abiertas al mundo y sus cambios permanentes. Zollitsch tiene fama de ser un enemigo de la censura al pensamiento. Su elección debe alentar a quienes tienen un espíritu reformista y desean expresarlo incluso en El Vaticano.”