Sondeo augura otra pérdida de votos para coalición de Merkel
25 de octubre de 2018
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
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El último sondeo semanal pronostica una nueva caída de votos para la gran coalición de Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, en las elecciones regionales del estado federado de Hesse (oeste) del próximo domingo, quince días después de las celebradas en Baviera.
De acuerdo con esa encuesta, publicada este jueves (25.10.2018) por el semanario Der Spiegel, coincidente con la del diario regional Hessische Niedersächsische Allgemeine, la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller obtendrá un 27 por ciento de los apoyos, frente al 38,3 por ciento que alcanzó en los mismos comicios en 2013.
Al Partido Socialdemócrata (SPD), socio de Merkel en la alianza del Gobierno de Berlín, se le prevé un 22 por ciento de votos, lo que supone una caída de más de ocho puntos respecto a las anteriores regionales Los Verdes, actuales socios en el ejecutivo regional que preside Volker Bouffier, de la CDU, despegarán hasta el 18,5 por ciento de apoyos, más de siete puntos por encima de sus resultados en 2013.
Este ascenso ecologista probablemente no será suficiente para posibilitar la reedición de su coalición, pese al alto nivel de popularidad de que gozan tanto Bouffier como el líder de los verdes, Tarek Al-Wazir, titular de Economía en el estado federado, en el que se encuentra la capital banquera y financiera, Fráncfort.
De acuerdo con ese sondeo, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se situará en cuarta posición, con un 13 por ciento de los votos, y accederá así a la cámara de dicho estado federado, la última que le falta para tener escaños en los 16 del país.
Completarán el nuevo parlamento regional La Izquierda, con un 8 por ciento -tres puntos por encima de los obtenidos en 2013- y el Partido Liberal, con un 7,5 por ciento -dos puntos y medio más que en las anteriores regionales.
Los comicios se celebran dos semanas después de las elecciones en Baviera, en que la Unión Socialcristiana (CSU), partido regional hermanado a la CDU de Merkel, perdió su tradicional mayoría absoluta en ese estado federado al quedar en 37,5 de apoyos, una caída de más de diez puntos respecto a 2013.
Más dramática es la situación en que quedó el SPD, con un 9,7 por ciento, lo que le hizo caer de la posición de segunda que tenía a la de quinta, por detrás de la CSU, los Verdes -con un 17,5 por ciento-, los derechistas Electores Libres -con un 11,6 por ciento- y la AfD -un 10,2 por ciento-.
Los ecologistas fueron también en Baviera los vencedores morales de los comicios, pero todo apunta a que deberán seguir en la oposición, ya que la CSU inició de inmediato negociaciones de coalición con los Electores Libres, formación muy arraigada en ese estado federado y con un electorado similar al del partido del bloque conservador de Merkel. (EFE)
Los amigos y enemigos de Merkel (25.06.18)
En su búsqueda de una "solución europea" a la crisis migratoria, Angela Merkel necesita aliados entre los jefes de Gobierno de la UE. Pero cada vez son menos, y algunos incluso se oponen decididamente.
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Emmanuel Macron
Si se puede hablar de un amigo político de Merkel, sería sin duda el presidente francés Emmanuel Macron. Tal como Merkel, está absolutamente interesado en una solución europea, porque teme, igual que ella, por la existencia de la UE.
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Pedro Sánchez
El nuevo presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, actuó con el espíritu de Merkel al permitir el desembarque de buques que transportaban refugiados africanos y que el Gobierno italiano había rechazado. Tanta humanidad es rara en estos días. Pero el socialista también ha dejado en claro que su país necesita apoyo para hacer frente a la migración.
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Mark Rutte
La apertura de las fronteras interiores de la UE es muy importante para Holanda. En esto, el Primer Ministro Mark Rutte está de acuerdo con Merkel. Por otra parte, el estado de ánimo en el país es ahora bastante hostil hacia los migrantes. Rutte prefiere no dejar entrar en Europa a solicitantes de asilo sin perspectivas de obtenerlo. En esta situación Rutte podría asumir un papel mediador.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Alexis Tsipras
Hay mundos ideológicos entre la cristianodemócrata Merkel y el izquierdista Alexis Tsipras. Sin embargo, el primer ministro griego está muy a favor de la "solidaridad europea" para hacer frente a la migración y también apoya personalmente a Merkel. La razón de esto puede ser que él percibió a Merkel como comprensiva en la crisis de la deuda griega y que espera más concesiones en este tema.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
Lars Lokke Rasmussen
En general, el danés Lars Lökke Rasmussen no parece ser un radical, pero en cuestiones de migración sí lo es. Casi ningún otro gobierno de la UE aplica una política de disuasión contra los solicitantes de asilo tan estricta como la suya. Rasmussen también lanzó la idea de crear centros de recepción fuera de la UE antes que otros.
Imagen: imago/Belga
Sebastian Kurz
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, muestra buenos modales ante Merkel, pero no oculta su profundo rechazo a su política liberal de refugiados. Kurz se lleva de maravilla con los opositores internos de Merkel: desde el ministro de Salud, Jens Spahn, hasta el ministro del Interior, Horst Seehofer (del partido aliado de la CDU de Merkel, CSU) y el primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU).
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Giuseppe Conte
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, es uno de los oponentes más duros de Merkel. Conte no quiere recibir de vuelta a los refugiados anteriormente registrados en Italia. El ministro del interior, Matteo Salvini, de la xenófoba "Liga Norte", le sigue empujando hacia los extremos: "No podemos admitir ni uno más". Con frases como esta, la Liga Norte sube aún más en las encuestas.
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Viktor Orbán
A lo largo de los años, nadie ha criticado la política de Merkel tan vehementemente como el húngaro Viktor Orbán. Para él, la crisis es un problema de Merkel, no suyo. No asistió a la reunión de la UE para tratar el tema el 24 de junio, como tampoco los dirigentes de Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Polonia. Todos se oponen a cualquier redistribución de refugiados.