Soros: el villano de Europa Central y Suroriental
18 de noviembre de 2025
Al influyente oligarca Deljan Peewski le hubiera encantado que se creara una comisión parlamentaria de investigación sobre las actividades del multimillonario y filántropo estadounidense George Soros y sus Open Society Foundations (OSF) en Bulgaria. En los últimos años, en varias ocasiones, no se había conseguido la mayoría necesaria para ello. Pero, la semana pasada, finalmente se logró.
Próximamente, un comité del Parlamento búlgaro denominado "Comisión ad hoc para la revisión de las actividades de George y Alexander Soros y sus fundaciones en el territorio de Bulgaria" comenzará su trabajo. La comisión deberá informar sobre las personas y organizaciones que reciben apoyo del padre y el hijo Soros y quiénes han recibido dinero de la OSF.
Por el momento, no se prevén consecuencias legales contra las personas y organizaciones relacionadas con Soros y sus fundaciones. Sin embargo, el Parlamento búlgaro podría aprobar en algún momento medidas similares a las de la "ley contra los agentes extranjeros" rusa de 2012. Ya se intentó algo similar en febrero de 2025, pero entonces no se obtuvo la mayoría necesaria para aprobar el proyecto de ley.
Hasta que eso ocurra, se seguirá recurriendo a la propaganda y a una especie de picota pública: se trata de quién puede ser denigrado como "sorosóide", el insulto búlgaro para todos aquellos que supuestamente o realmente tienen algo que ver con el filántropo liberal.
País de origen: Hungría
La idea de simplemente dar la vuelta a las acusaciones de corrupción y delincuencia contra su persona y calificar a quienes las formulan de "agentes de Soros" no es original de Peewski. Nació en la Hungría de Viktor Orbán. Allí, en 2013, los medios de comunicación afines al Gobierno comenzaron a enumerar sistemáticamente qué organizaciones civiles independientes y personas críticas con el Gobierno habían recibido dinero de la OSF, cuándo y cuánto.
Desde la crisis migratoria de 2015, el Gobierno del primer ministro Orbán llevó a cabo por primera vez grandes campañas estatales contra Soros, en las que se utilizaron narrativas de extrema derecha y antisemitas.
En el país natal de George Soros, esto tiene un regusto especialmente desagradable: el multimillonario bursátil es de origen húngaro-judío y sobrevivió al Holocausto en Budapest cuando era joven. Bajo Orbán, ahora se le acusa de planear un recambio de población en Europa o de ser la encarnación de un codicioso capital financiero internacional, o sea, judío, que presuntamente saquearía a los Estados nacionales.
Las costosas campañas de Orbán y su Gobierno contra Soros culminaron en varias leyes, entre ellas el llamado "paquete Stop Soros" de 2018, con las que se pretendía desgastar financieramente y silenciar a las personas críticas con Orbán y a las organizaciones independientes. Posteriormente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea las declaró ilegales sin excepción. No obstante, lograron su efecto propagandístico.
Sin embargo, en Hungría, Soros parece haber dejado de ser un enemigo público. El multimillonario bursátil ha sido sustituido por Ucrania, que en la propaganda de Orbán se ha convertido en el nuevo refugio del mal. No obstante, las campañas contra Soros en Hungría siguen siendo hoy en día un ejemplo a seguir en casi todos los países de Europa Central y Suroriental.
Macedonia
Uno de los primeros países del sureste de Europa en adoptar una campaña contra Soros siguiendo el modelo húngaro fue Macedonia (Macedonia del Norte, desde febrero de 2019). A principios de 2017 se fundó allí el movimiento "Stop Operation Soros", cuyos representantes estaban vinculados al partido nacionalista de derecha VMRO-DPMNE, en el poder, y al hombre fuerte de la Macedonia de entonces, Nikola Gruevski.
Polonia
En Polonia, el partido Ley y Justicia (PiS), en el poder entre 2015 y 2023, también copió las campañas contra Soros de Viktor Orbán. En 2017 y 2018, el PiS llevó a cabo campañas contra "organizaciones no gubernamentales criminales" que estaban "controladas por Soros y Rusia", a pesar de la contradicción de que Soros ya había sido convertido en enemigo en la propia Rusia.
En las campañas electorales de 2019 y 2023, las narrativas anti-Soros del PiS y otros partidos nacionalistas de derecha también desempeñaron un papel importante. Según sus detractores, la "red Soros", es decir, las organizaciones civiles y los medios de comunicación supuestamente "comprados por Soros", amenazarían a la nación polaca y desestabilizarían la sociedad.
Serbia
En Serbia, el presidente Aleksandar Vucic, los representantes de su partido gobernante, el Partido Progresista Serbio (SNS), y los medios de comunicación afines al Gobierno también llevan años afirmando que las ONG independientes, las personas críticas con el Gobierno y los movimientos de protesta civiles son "agentes extranjeros" y "financiados por Soros".
Eslovaquia
En Eslovaquia, el primer ministro Robert Fico, que inició su cuarto mandato en octubre de 2023, ha seguido el ejemplo de la legislación de la vecina Hungría. Desde junio de 2025 está en vigor una ley impulsada por su Gobierno que obliga a las organizaciones no gubernamentales a presentar "informes de transparencia" detallados. Antes de la iniciativa legislativa, Fico y los representantes de su Gobierno y de su partido, Dirección Socialdemócrata (SMER-SD), acusaron repetidamente a Soros y a los "agentes extranjeros" de ejercer influencia en Eslovaquia.
También en países como la República Checa, Rumanía, Croacia y Montenegro se han producido en el pasado campañas de políticos nacionalistas de derecha y populistas contra Soros y las organizaciones a las que apoya. Sin embargo, allí no se han aprobado leyes contra las ONG como en Hungría o Eslovaquia.
(gg/rml)