Siete meses después de que su buque "Aquarius” quedara impedido de cumplir con las labores de rescate que se le habían encomendado al quedar sin bandera por presión del gobierno de Italia, este domingo (21.07.2019) la ONG SOS Méditerranée anunció que lanzará una nueva campaña de salvamento en las costas de Libia gracias a la puesta en operaciones de una nueva embarcación.

La ONG, que trabaja en asociación con Médicos Sin Fronteras (MSF), precisó que fletó un carguero de pabellón noruego, el "Ocean Viking”, que ya va camino del Mediterráneo con una tripulación de 31 personas. Se espera que llegue a fines de este mes al Mediterráneo central, donde al menos 426 personas murieron desde principios de años mientras seguían su sueño de llegar a Europa.

SOS Méditerranée precisó que no entrará "en aguas territoriales de Libia” y que entre su tripulación viajan 9 miembros del dispositivo médico de Médicos Sin Fronteras, además de 13 especialistas en búsqueda y salvamento. Ambas organizaciones estiman que es "imperativo volver al mar”, teniendo en cuenta la cantidad de personas que busca huir de Libia por "la ruta marítima más peligrosa del mundo”. El costo diario del uso del barco asciende a los 14.000 euros.

Deterioro en Libia

Cientos de personas intentan llegar a Europa desde las costas libias, un país donde los combates entre los dos gobiernos que se disputan el control del país, considerado un estado fallido tras la caída de Muammar al Gaddafi, han provocado el desplazamiento de más de 100.000 personas, muchas de ellas "atrapadas y sin capacidad para huir en los centros de detención”.

El director de operaciones de SOS Méditerranée, Frédéric Penard, denunció el "deterioro de la respuesta” de la Unión Europea a "la tragedia que se desarrolla en el Mediterráneo”, ya que el dispositivo naval de la misión Sophia ha salido de esa zona y los Estados europeos "siguen haciendo una intensa campaña de criminalización contra los navíos operados por la sociedad civil”.

"Los políticos quieren hacernos creer que las muertes de cientos de personas en el mar y el sufrimiento de los miles de refugiados y migrantes atrapados en Libia son un precio aceptable a pagar para controlar la inmigración”, se quejó por su parte el coordinador general de MSF para la misión, Sam Turner.

DZC (AFP, EFE)

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