En muchos casos, los mensajes tratan de camuflar su origen usando como remitentes a medios de comunicación, entre ellos el semanal ‘Der Spiegel’, la revista económica ‘manager magazin’, y hasta la Deutsche Welle.

Obviamente ninguno de ellos tiene que ver con propaganda de tono neonazi. La retórica de los mensajes es la primitiva de siempre: "Violencia de extranjeros: M. Rau (presidente saliente de Alemania), ¿dónde estaba usted?", asegura uno de los mensajes. Otros afirman que "Alemania necesita niños alemanes", "Los que piden asilo pegan a sus animales hasta la muerte" o "Las jóvenes niñas alemanas están en peligro".

Un gusano malévolo

Según expertos, la reciente ola de correos electrónicos racistas se debe a la infiltración de las computadoras con el gusano informático Sober G. Este tipo de virus se propaga a través del correo electrónico. En el equipo al que afecta busca, en archivos que tienen determinadas extensiones, direcciones de correo electrónico, a las que se envía empleando su propio motor SMTP.

El gusano Sober emprendió su recorrido por la red mundial el pasado mes de octubre. “Nosotros ya sospechábamos que el gusano procedía de círculos del spam”, dice el experto alemán Christoph Fischer.

Sober: Made in Germany

Lo nuevo, sin embargo, es la alianza entre programadores de gusanos y extremistas de derecha extrema en Alemania. Gran parte de los mensajes en idioma alemán procedieron de un servidor pirateado de la Universidad germana de Rostock. Entre tanto, el servidor fue desconectado de la red.

Con bastante seguridad se busca ahora al autor de Sober en Alemania. No tanto por los mensajes racistas, sino por la huella que deja en forma de un texto en al archivo de Windows – en alemán. Después del caso del gusano informático ‘Sasser’, Alemania gana de nuevo la triste fama de albergar ilustres programadores de virus y gusanos, capaces de molestar a medio mundo.