El presidente federal busca vías para la formación de un nuevo gobierno. Mucho parece depender del SPD, pero Martin Schulz tiene otros planes. La presión aumenta, incluso desde Bruselas, para que cambie de opinión.
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Visto desde fuera, algunos observadores de la política alemana se pueden haber sorprendido tras las elecciones generales del pasado septiembre. Desde hace años, la coalición formada por socialdemócratas y conservadores gobierna en muchos Bundesländer, y ha guiado al país muy positivamente a pesar de las crisis económicas globales y europeas. Pero, no quieren seguir casados.
El motivo tiene seguro algo que ver con la competitividad propiciada por la derecha. Los populistas, como la Alternativa para Alemania (AfD), se han convertido ahora en el pan de cada día europeo. Alemania tiene aún que acostumbrarse a esta nueva situación. El antiguo dominio del Partido Socialdemócrata (SPD), la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) se halla en peligro: el SPD lucha por no bajar del 20% de los votos, la CDU del 30% y la CSU, del 40%. El miedo a perder terreno, persiste.
SPD quiere tomarse un respiro
El presidente del SPD, Martin Schulz, aseveró que no contemplaba otro periodo legislativo en coalición con CDU/CSU. El partido necesita renovarse, una nueva oportunidad. Actuar desde la oposición se ha considerado siempre una postura adecuada. Si es verdaderamente lo correcto, eso es harina de otro costal.
Definitivamente, los socialdemócratas alemanes deben aclarar qué lugar quieren tomar en el panorama político: la izquierda está ocupada por el partido La Izquierda y en el centro reina, a sus anchas, la CDU de Merkel.
¿Cuál es el plan B?
Sin embargo, la estrategia de Schulz está ahora tambaleando, porque el plan de Merkel de formar coalición con Los Verdes y los liberales alemanes (FDP) ha fracasado. Convocar nuevas elecciones es muy complicado desde el punto de vista legislativo. Incluso el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, lo ha reiterado. Este ha tomado cartas en el asunto a través de reuniones con los diversos partidos. Los Verdes, los liberales, Merkel y la CSU ya pasaron por la residencia presidencial Bellevue. Hoy (23.11.2017) le ha tocado el turno al socialdemócrata Schulz.
En los últimos días, cada vez más políticos del SPD han mostrado su descontento con la línea dura de su presidente. También los colegas de Bruselas están haciendo presión. Al fin y al cabo, hay decisiones importantes que tomar y se necesita a una Alemania estable.
Así y todo no se puede hablar de crisis de Estado. Tanto Merkel como Schulz no han podido llevar sus planes a buen puerto: Merkel con su coalición "Jamaica” y Schulz con su deseo de formar parte de la oposición. Por eso, también se puede escuchar la duda dentro de ambos partidos, que no ha cobrado fuerza hasta ahora, si deben seguir siendo los líderes de sus partidos.
¿Nuevas elecciones? No para el SPD
Muchos en el SPD temen la alternativa de nuevas elecciones. Sobre todo, los mismos diputados, quienes podrían perder su escaño en el Parlamento. Los sondeos de opinión arrojan que el SPD podría tener peores resultados que en septiembre.
Otra variante sería que la CDU y la CSU gobernasen en minoría, eventualmente con Los Verdes o el FDP, y así el SPD no se vería obligado a formar gobierno. De momento, no se descarta que haya un acercamiento entre ambos partidos. Para Merkel sería una solución elegante, porque ella podría seguir siendo la canciller alemana.
Kay-Alexander Scholz (RMR/VT)
Elecciones alemanas 2017: una guía básica
Tres elecciones regionales y las generales de septiembre marcan este 2017 como un año decisivo para la política alemana. Acá vemos las fechas claves de todo este importante proceso.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Rehder
El gran año electoral alemán
Ya está todo listo para el gran año electoral en Alemania. Con la canciller Angela Merkel lista para postular por un cuarto mandato y los populistas de Alternativa para Alemania (AfD) intentando explotar el sentimiento antiinmigración, lo único claro de todo esto es que la política alemana no será la misma a fines de 2017. Veamos las fechas más importantes de este particular año.
Imagen: Getty Images
26 de marzo: elección en el Sarre
El año electoral comenzó en el pequeño estado de Sarre, en la frontera con Francia. Allí la CDU de la canciller Angela Merkel se quedó con más del 40 por ciento de los votos, asegurando un tercer mandato para la ministra presidente Annegret Kramp-Karrenbauer. Los populistas de Alternativa para Alemania entraron al Parlamento regional por primera vez al sumar el 6,2 por ciento de las preferencias.
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7 de mayo: nueva victoria para la CDU
Con gran sorpresa, las elecciones en el estado de Schleswig-Holstein determinaron un nuevo triunfo para la CDU de Merkel. Los cristianodemócratas, encabezados por Daniel Günther (en la foto), obtuvieron el 32 por ciento de los votos, mientras que los socialdemócratas, que gobernaban allí, se quedaron con el 27 por ciento. Alternativa para Alemania también entró al parlamento regional.
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14 de mayo: todos miran a Renania del Norte-Westfalia
El triunfo de la CDU en Renania del Norte-Westfalia ha sido una de las grandes sorpresas electorales de los últimos años. La región es, además del estado más populoso del país con 17,5 millones de habitantes, una zona con marcada tradición socialdemócrata. Para muchos, esta elección es como un barómetro bastante preciso de lo que podría ocurrir en las federales de septiembre.
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19 de junio: llegan las solicitudes
El día 97 antes de las elecciones es la fecha límite para que los partidos anuncien su intención de disputar un cupo al Bundestag. Tienen que enviar sus solicitudes hasta las 18 horas al Presidente Federal de la Mesa Electoral. Roderich Egeler (arriba) supervisa las elecciones y dirige la Oficina de Estadísticas de Alemania.
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7 de julio: ¿quién sí, quién no?
El día 79 antes de la elección, se anuncia qué partidos han sido autorizados a participar en las votaciones. Si algún partido queda descalificado y desea protestar por ello, tiene cuatro días para presentar su queja ante el Tribunal Constitucional de Alemania.
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17 de julio: ¿quién hizo la lista?
Los partidos políticos en Alemania tienen hasta el día 69 antes de la elección para determinar qué candidatos participarán en las elecciones, y en qué distrito. Estos irán en la primera mitad del voto. Los partidos también deben enviar una lista de candidatos para el voto del partido que figurará en la segunda sección de la papeleta de sufragio.
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27 de julio: queremos participar
Los partidos más pequeños que presentaron sus solicitudes ante el Tribunal Constitucional para que se les permitiera participar en las elecciones recibirán la respuesta este día. Esta posibilidad está disponible solo desde la última elección al Bundestag, en 2013. Entonces, 11 partidos presentaron el recurso; ninguno tuvo éxito.
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13 de agosto: comienza oficialmente la campaña
A diferencia de otros países, los partidos en Alemania no pueden hacer campaña electoral en la calle ni pasar avisos por televisión hasta seis semanas antes de la elección. Esa veda termina el 13 de agosto, y no habrá poste de alumbrado público que se salve de ser adornado con la cara de los candidatos.
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20 de agosto: ¿quién puede votar?
Casi un mes de la elección, se elabora la lista más importante: el registro electoral de votantes. En Alemania, cada ciudadano de 18 años o mayor puede participar en las elecciones generales, lo que para 2017 significa que casi 62 millones de personas podrían participar en las votaciones.
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3 de septiembre: a solo tres semanas
En estos momentos, ya todos los ciudadanos en condiciones de votar debieron haber recibido una notificación por correo. La gente que aún no está inscrita en la lista de electores, todavía tiene tiempo para hacerlo. Los que deseen votar por correo, pueden ya pedir que les manden la cédula de votación.
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18 de septiembre: todo preparado
A menos de una semana para las votaciones está todo en marcha: los votos, las casetas de votación y las urnas para introducir los sufragios comienzan a distribuirse y los trabajadores electorales empiezan a recibir el entrenamiento necesario. Las autoridades locales informan a los votantes dónde deben votar. Los vecinos pueden inscribirse hasta 36 horas antes de la elección.
Imagen: picture-alliance/R. Goldmann
24 de septiembre: el gran día
Finalmente llegó el gran día: escuelas, centros comunitarios y otros recintos se transforman en locales de votación. Las mesas abren a las 8 am y cierran a las 18 pm. Los votos son contados y los primeros resultados son anunciados esa misma noche por la Oficina Federal de la Mesa Electoral.
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25 de septiembre: ganadores y perdedores
Solo una vez que todos los votos para representantes y partidos son contados, se anuncia el resultado final. Si un candidato no ganó su cupo, todavía puede llegar al Bundestag si es que forma parte de la lista regional de su partido.
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24 de octubre: se convoca al nuevo Parlamento
El Parlamento recientemente elegido se reúne por primera vez, no más allá de un mes después de las elecciones. Luego viene el complicado trabajo de negociaciones para formar una coalición, seguido por una votación secreta para elegir al nuevo/a canciller.
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24 de noviembre: ¿todo bien?
Si alguien quiere cuestionar la validez de la elección, tiene dos meses para hacerlo. Todos los electores, los supervisores electorales regionales, el presidente del Bundestag y el comisionado federal de elecciones (arriba) están autorizados para apelar los resultados.