La candidata socialdemócrata a primera ministra de Schleswig-Holstein, Heide Simonis, tiró hoy la toalla y anunció que no volverá a presentarse a la reelección después de que fracasara ayer en cuatro rondas de votación en el Parlamento regional por culpa de un traidor en sus propias filas. "No voy a ponerme a disposición para ocupar puesto alguno", anunció a sus colegas del grupo parlamentario en Kiel, la capital de ese 'land' del norte de Alemania. "No es fácil luchar contra navajas abiertas, pero en la política es a veces necesario. Sin embargo, contra una puñalada alevosa en la espalda no hay posibilidad de defenderse', declaró. Simonis, de 61 años, primera y última mujer al frente de un Gobierno regional de Alemania, fue víctima de una traición sobre la que ya circulan todo tipo de especulaciones. El ministro de Finanzas del 'land', el socialdemócrata Ralf Stegner, difundió una carta abierta en la que menciona entre los posibles motivos del traidor "una venganza personal no declarada" y "una contraprestación a un tercero por motivos políticos o materiales". Para ser reelegida, Simonis necesitaba todos los votos de su partido y de sus socios menores de coalición, Los Verdes, además de otros dos del partido de la minoría danesa, con quien había cerrado un acuerdo de 'tolerancia' de un gobierno socialdemócrata-verde. Los tres partidos juntos hubieran tenido entonces los 35 votos necesarios para la mayoría absoluta, mientras que la oposición cristianodemócrata y liberal se hubiese quedado en 34. Ayer, Simonis se quedó también con 34, porque el traidor en cuestión se abstuvo en las cuatro rondas, y la cosa quedó empatada. El candidato cristianodemócrata, Peter Harry Carstensen, reiteró su disposición a formar una 'gran coalición' con él como primer ministro y los socialdemócratas como socios menores, opción que durante y después de la campaña electoral Simonis descartó tajantemente porque sus diferencias políticas son demasiado grandes. Sin embargo, ésa era en realidad la opción más lógica tras unas elecciones, las del pasado día 20 de febrero, en las que cristianodemócratas y liberales ganaron prácticamente tantos votos como perdió la coalición gobernante.