"No habrá decisiones sobre quién ocupará qué puesto hasta que no entremos en negociaciones formales", advirtió el presidente de la socialdemocracia alemana, Franz Münterfering, al término de una sesión de la presidencia del partido en Berlín.

Según palabras de Münterfering, el SPD se reunirá el miércoles por tercera vez con los democristianos para explorar las posibilidades de formar una alianza gubernamental nuevamente con la demanda de que Schröder presida el Ejecutivo conjunto.

Democracia a la SPD

"Iremos al encuentro con la intención de imponer la mayor cantidad de nuestros objetivos y de conseguir que Gerhard Schröder siga siendo canciller federal", sostuvo Münterfering.

Subrayó que "el SPD está plenamente convencido de que Schröder sigue gozando de todo el respeto en este puesto", en contraposición con los resultados de las encuestas más recientes, que indican que sólo 18 por ciento de los electores alemanes quiere a Schröder como canciller de un gobierno de coalición.

Horas antes, Schröder sorprendió con el anuncio de que estaba dispuesto a renunciar a sus aspiraciones a ocupar el puesto de canciller en un futuro gobierno, un reclamo que ha repetido incesantemente desde la noche electoral del 18 de septiembre, cuando su partido quedó como segunda fuerza política un punto por detrás de la alianza de las uniones demócrata y socialcristiana (CDU/CSU).

"No seré un obstáculo para la continuidad de la política de reformas que inicié ni para la formación de un gobierno estable en Alemania", declaró Schröder a la prensa. "No se trata de mi persona, se trata del papel de liderazgo del SPD. Aceptaré cualquier decisión".

Sin embargo, la presidencia del SPD cerró filas detrás del carismático líder como guardia pretoriana y rechazó las demandas de los democristianos de que abandonase la palestra para permitir el inicio de negociaciones formales de coalición.

"Alguien en el SPD tiene que tener el valor de decirle a Gerhard Schröder que su era acabó", sostuvo el primer ministro de Hesse, el democristiano Roland Koch, y respaldó el reclamo de Angela Merkel de ser jefa de gobierno como candidata de la primera fuerza política alemana.

La CDU/CSU de Angela Merkel recibió ayer un espaldarazo en las elecciones que se celebraron con retraso en la ciudad oriental de Dresde, que le permitió aumentar a cuatro escaños la ventaja sobre los socialdemócratas en el próximo Parlamento.

Lejano el 5 de noviembre

Los observadores estiman que las negociaciones para la formación de una alianza de gobierno entre los dos grandes partidos rivales se extenderán hasta noviembre, mientras que los economistas advierten que la falta de una solución frenará cualquier intento de reactivación de la economía.

Sin embargo, los socialdemócratas aclararon a través de Münterfering "que somos evidentemente el partido más fuerte, y los otros el grupo parlamentario más fuerte" en alusión a la CDU y su hermana bávara CSU. "Estamos a la misma altura".

Münterfering dijo que el SPD está dispuesto a entablar negociaciones formales y para ello analizará el miércoles con los conservadores temas como el mercado laboral, los sistemas de previsión social, la situación financiera del país y la necesidad de reformar el sistema federal.

La última palabra, precisó, la tendrá un congreso del SPD que se podría celebrar como fecha más temprana el 5 de noviembre.