El documento, elaborado durante las actuales negociaciones de coalición y al que ha tenido acceso la agencia alemana de noticias "dpa", enuncia algunos de los principios fundamentales en los que se basará el futuro ejecutivo, y entre ellos destaca la política europea, las relaciones transatlánticas y con Rusia, así como la reforma de la ONU.

Con respecto a Europa, la futura gran coalición mantiene el apoyo a la Constitución Europea y se propone impulsar su aprobación durante la Presidencia alemana de la Unión Europea (UE) en el primer semestre de 2007.

También asume la postura adoptada ya por el saliente gobierno socialdemócrata-verde de limitar la carga financiera de Alemania, de forma que no tenga que aportar a las arcas comunitarias más del uno por ciento de su Renta Nacional Bruta.

Asimismo sostiene que no pondrá en entredicho los acuerdos de la Política Agrícola Común (PAC) de 2002 y se compromete a situar su déficit por debajo del límite del tres por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en el año 2007.

En lo que respecta a la liberalización del sector de servicios, los partidos de la futura coalición subrayan la necesidad de revisar la directiva actual y rechazan que rija el principio del país de origen, es decir, que se aplique a quienes prestan un servicio en un país extranjero las normas legales de su nación de procedencia.

Grandes socios: UE y EEUU

En el capítulo sobre las relaciones transatlánticas, se subraya que la integración europea y la asociación transatlántica no son polos opuestos sino ambos pilares importantes de la política exterior, por lo que se defiende una "estrecha relación de confianza entre Estados Unidos y una Europa segura de si misma, que no se entienda a si misma como contrapeso sino como socio".

El futuro gobierno dirigido por la jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel, defenderá una reforma de las Naciones Unidas que incluya una reforma de su Consejo de Seguridad.

Alemania seguirá estando dispuesta a asumir un asiento permanente en ese Consejo, como paso previo a un sillón conjunto de toda la UE, dice el documento.

Relaciones con Rusia y Turquía

Respecto a Rusia, con cuyo presidente, Valdimir Putin, el canciller saliente, Gerhard Schroeder, ha mantenido una estrecha relación no siempre vista con agrado por parte de los conservadores, los futuros socios subrayan que se defenderá tanto a nivel bilateral como en la UE el mantenimiento de una asociación estratégica.

"El objetivo es una Rusia próspera, que consiga sacar adelante con éxito el proceso hacia una democracia estable, tomando como orientación los valores frente a los que está comprometida Europa, pero salvaguardando sus tradiciones", señala el documento.

También se hace alusión explícita a Turquía, que durante la campaña electoral había desempeñado un importante papel, pues, a diferencia de los socialdemócratas, los conservadores eran contrarios a abrir negociaciones para su plena adhesión en la UE y favorecían una "asociación privilegiada".

Este concepto ya no aparece en el texto, pero sí el de una "relación privilegiada" para el caso de que las negociaciones que empezaron el pasado 3 de octubre acaben fracasando por algún motivo, por ejemplo que la UE demuestre no estar en condiciones de aceptar nuevos socios o Turquía no cumpla todas las condiciones impuestas.

En cuanto a la política de ayuda al desarrollo, los partidos del previsible futuro gobierno aseguran estar dispuestos a mejorar, en cooperación con sus socios de la Organización Mundial de Comercio, el acceso de los países en vías de desarrollo a sus mercados y abogan por cerrar cooperaciones estratégicas con países emergentes.

El documento total consta de 15 páginas y formará parte del acuerdo de coalición que conservadores y socialdemócratas quieren tener listo hasta el viernes.