Salvadas cerca de 120 ballenas varadas en Sri Lanka
4 de noviembre de 2020
A pesar de que la región se encuentra bajo estrictas restricciones para controlar la expansión del coronavirus, cientos de voluntarios se unieron a las labores de rescate lideradas por los guardacostas y la marina.
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Las autoridades de Sri Lanka consideraron este martes (03.11.2020) todo un éxito la operación de rescate de unas 120 ballenas piloto de aleta corta que encallaron el lunes en la costa del país, y que fueron devueltas al mar con la ayuda de cientos de voluntarios y la coordinación de la Marina.
"Fuimos capaces de salvar a estos animales porque todo el mundo actuó a tiempo, la operación ha sido un éxito", dijo a Efe el portavoz de la Marina esrilanquesa, Indika de Silva.
Se trata de uno de los incidentes más graves de este tipo registrados en la isla y, aunque al menos cuatro ejemplares han fallecido, las autoridades destacan que la situación podría haber acabado mucho peor.
El grupo de cetáceos encalló el lunes por la tarde en una playa de Panadura, a 25 kilómetros al sur de Colombo, la capital de esta isla del océano Índico.Un vecino, Pathum Hirushan, de 20 años, vio el lunes por la tarde cómo empezaban a llegar a la playa los cetáceos, poco a poco al principio y luego más de cien.
Ayuda en pleno toque de queda
"Los pescadores de la zona intentaban empujar de vuelta a los cetáceos, pero el mar estaba agitado y las olas los mandaban a la orilla", explicó a la AFP. "Era agotador pero la Marina llegó enseguida y pudimos trabajar toda la noche con sus barcos".
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A pesar del toque de queda impuesto para luchar contra el coronavirus, a la zona llegaron voluntarios de toda la región.
Y uno a uno, alrededor de 120 calderones fueron devueltos a aguas profundas.
"Desorientados"
Tharaka Prasad, veterinario jefe del departamento de conservación de la fauna en Sri Lanka, informó que se realizaron autopsias a los delfines muertos. "Creemos que estaban desorientados", dijo a la AFP.
La Marina esrilanquesa apuntó a que el incidente podría haber sido causado por un miembro descarriado del grupo.
Las aguas esrilanquesas son hogar de ballenas piloto, una especie que se puede encontrar en otras partes del globo y que disfruta tanto del trópico como de aguas templadas, y que suelen verse afectadas por el sónar de los barcos pesqueros.
No obstante, se desconoce, de momento, los motivos por los que estos animales encallan con tanta frecuencia en la orilla, a pesar de que los científicos llevan décadas estudiando este fenómeno.
Los calderones o ballenas piloto (Globicephala) son animales muy sociales que pueden alcanzar los seis metros de longitud y pesar más de una tonelada.
Ya a principios de junio de 2017, la Marina esrilanquesa, con la ayuda de los vecinos, consiguió salvar a una veintena de calderones varados en la costa noreste de la isla.
FEW (AFP, EFE)
Los increíbles viajes de las especies migratorias
Desde el Ártico hasta el Serengueti, ballenas, mariposas y otros animales emprenden viajes extraordinarios. Principalmente para alimentarse o aparearse, pero algunos incluso en busca de tratamientos exfoliantes.
Imagen: picture-alliance/blickwinkel/McPHOTO/E. u. H. Pum
De polo a polo
Los animales migran para evitar los duros inviernos, pero el charrán ártico, un verdadero amante del sol, lleva esta estrategia al extremo. Esta pequeña ave vuela entre el Ártico y el Antártico para disfrutar de dos veranos y más horas de luz que cualquier otro animal. Con un viaje de ida y vuelta de unos 35.000 km., el charrán ártico rompe todos los récords de distancias migratorias recorridas.
Imagen: picture-alliance/blickwinkel/McPHOTO/E. u. H. Pum
Un viaje agotador
Si el charrán ártico se lleva el premio a la distancia, el salmón merece un reconocimiento por su esfuerzo. Los huevos eclosionan en el río y cuando los peces crecen nadan torrente abajo para llegar al mar. Pero el trabajo duro viene cuando luchan contra la corriente y saltan incluso cascadas para regresar a casa a desovar. Pero osos, águilas y pescadores los esperan cuando se acercan a su meta.
Imagen: Imago/ZUMA Press/J. Mather
Excursionistas de medianoche
De día, los murciélagos de la fruta cuelgan de los árboles. Pero tan pronto anochece, se elevan por el aire viajando hasta 180 kilómetros y dispersan semillas y polen mientras se alimentan. Dependiendo de la estación, también cubren mayores distancias, a menudo en grandes grupos. En otoño se reúnen unos diez millones de murciélagos frugívoros en el Parque Nacional de Kasanka, en Zambia.
Imagen: imageBROKER/picture-alliance
Spa para la piel
Muchas ballenas cazan en las regiones polares, pero también pueden viajar 18.000 kilómetros al año para llegar a aguas más cálidas. Los científicos creen que prefieren parir en los trópicos. Pero nuevos estudios sugieren que podrían estar migrando por el bien de su piel. Las ballenas mudan de piel y las aguas más cálidas podrían facilitar este proceso. Esta limpieza reduce el riesgo de infección.
Es difícil imaginar a una criatura tan pequeña y frágil emprendiendo viajes migratorios épicos. Y aún así, la mariposa monarca puede viajar hasta 3.000 kilómetros. En verano, se sienten como en casa en las regiones del norte de EE.UU., pero cuando las temperaturas caen se dirigen al sur, a California o México. El hecho de dormir juntas en gran número les ayuda a mantenerse calientes todo el año.
Imagen: M. Watson/picture-alliance/Mary Evans Picture Library
El tercer ojo
Las tortugas laúd recorren hasta 10.000 km., desde Canadá hasta el Caribe y desde Alaska hasta Indonesia. Viajan desde las zonas ricas en su comida favorita, las medusas, hasta las playas donde se reproducen. Los científicos creen que una mancha rosada en la parte superior de su cabeza es sensible a la luz y envía una señal a la glándula pineal para que emprendan el viaje en el momento adecuado.
Imagen: Imago/Nature Picture Library
Siguiendo a la manada
La migración masiva de los ñus a través de las llanuras africanas es quizá el mayor espectáculo del planeta. Su ruta lleva a 1,5 millones de ñus a viajar a través de la zona del Serengueti-Mara en busca de agua y comida. Cebras, gacelas y otros animales de pastoreo se unen a ellos para cruzar ríos llenos de cocodrilos y esquivar a leones y otros animales salvajes. La manada ofrece protección.
Imagen: S. Meyers/picture-alliance/blickwinkel
Comida lenta
Famoso por su devoción paternal, el pingüino emperador pone su huevo a unos 100 km. del océano Antártico. Madre y padre deben turnarse para viajar a través del hielo, alimentarse de peces y regresar con el estomago lleno de comida para alimentar a sus crías. Su pareja, mientras tanto, pasa hambre durante semanas para mantener caliente al polluelo. De otra manera moriría de frío en pocos minutos.