Con la nueva película de Star Wars, Disney pretende hacer caja. Para las empresas de entretenimiento, la recuperación de marcas establecidas es más importante que las nuevas ideas. Una estrategia no exenta de riesgos.
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Estamos a mediados de diciembre, el año cinematográfico está a punto de terminar y, sin embargo, la película potencialmente más exitosa del año 2015 llega a los cines esta semana: Star Wars: el despertar de la fuerza. Muchos expertos especulan con que la séptima entrega de la saga de las galaxias pueda convertirse en la primera película en recaudar 3.000 millones de dólares (aprox. 2.720 millones de euros).
Cuando todavía faltaban cuatro semanas para su estreno, la película ya batió un récord: la venta anticipada de entradas recaudó 50 millones de dólares en Estados Unidos. Eso supuso, prácticamente, duplicar el récord anterior, hasta entonces en manos de “The Dark Knight” (2012).
Más que simples secuelas
La del director J.J. Abrams es la primera de una nueva serie de películas de Star Wars. La compañía Walt Disney espera ingresar miles de millones con ella. En 2012, la empresa cinematográfica compró Lucasfilm, la productora del creador de Star Wars, George Lucas, y los derechos sobre la franquicia por cerca de 4.100 millones de dólares.
El éxito de las nuevas películas podría significar el surgimiento de un concepto, el de las franquicias de Hollywood, en las que las nuevas entregas no tienen por qué ser continuación de un filme anterior, sino que basta con que compartan el “mismo universo”, es decir, una narrativa común que la industria del cine ha copiado de las editoriales de cómics.
Una nueva tendencia
La productora de Hollywood responsable del éxito de Mickey Mouse está considerada como la pionera en términos de “universo compartido”. Disney, además de Lucasfilm, es propietaria de los derechos de Marvel. Esta editorial de cómics dependiente de los estudios de producción ha generado éxitos de taquilla relacionados con el mundo de los superhéroes, como Iron Man, The Avengers o Guardians of the Galaxy.
Warner Brothers, propietaria del rival tradicional de Marvel, DC Comics, está tratando de ponerse al día: en los próximos cinco años llegarán a las pantallas casi una docena de películas, incluyendo Batman v Superman: el origen de la justicia (2016). También Universal ha demostrado el acierto del uso del “universo compartido” con su exitosa franquicia Fast and Furious, como también lo hizo Paramount con su multimillonaria saga Transformers.
En las últimas décadas, las franquicias de películas han sido absolutas dominadoras de las taquillas. Entre las diez películas más exitosas de 2015, hasta el momento hay siete sagas, tres adaptaciones de bestsellers y tan sólo una idea nueva: la película de Pixar Inside Out.
Entre las películas de mayor éxito comercial de los últimos 15 años sólo aparece una – Avatar- que no está basada en una marca exitosa. Trece de ellas son parte de una saga, ocho son versiones cinematográficas de libros, dos de series televisivas y tres, incluso, adaptaciones al cine de parques de atracciones o juguetes.
La era de las franquicias
Los grandes estudios de cine han empezado a producir menos películas, pero más caras. Invierten cientos de millones en una película con la esperanza de que el espectáculo de superhéroes y ciencia ficción arrastre a los espectadores a los cines en la semana de su estreno, si es posible con pases en 3-D, con el fin de lograr el máximo margen de beneficio posible.
Esta estrategia, sin embargo, es arriesgada: los estudios dividen sus beneficios entre cada vez menos inversiones. Para reducir los riesgos, las productoras dependen, cada vez más, de las franquicias cinematográficas. Las sucesoras suelen tener más éxito que la primera película de la saga. Y es que, después de todo, el concepto de “marca” crece con el tiempo. Aunque siempre corren el riesgo de que los espectadores se harten de la franquicia en cuestión.
10 frases de culto de Star Wars
Prepárense para la nueva entrega de la saga de Star Wars (La Guerra de las Galaxias) con las siguientes frases célebres pronunciadas por sus personajes más emblemáticos. Atención, contiene spoilers de las películas.
Imagen: Disney/Lucasfilm
“Es el pedazo de chatarra más rápido de la galaxia”
El contrabandista y cazarrecompensas Han Solo -interpretado por Harrison Ford-, que vuelve en “Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza”, es uno de los líderes de la alianza rebelde en su lucha contra el Imperio Galáctico. Ganó su nave espacial, el Halcón Milenario, en un juego de cartas. Luke Skywalker no quedó muy impresionado la primera vez que lo vio.
Imagen: 2015 Lucasfilm Ltd. & TM. All Right Reserved
“Cuando te dejé yo era el alumno, ahora soy el maestro”
En la primera película de la trilogía original de Star Wars, Darth Vader le dice esta frase a Obi-Wan. Aunque originalmente fue entrenado como un Jedi, Darth Vader se pasó al lado oscuro de la Fuerza. Más tarde descubrimos que es el padre de Luke y la princesa Leia. Relaciones familiares complicadas, una máscara negra y su voz metálica son los ingredientes perfectos para una superproducción.
Imagen: imago stock&people
“No Luke. Yo soy tu padre”
A pesar de que esta es, probablemente, la frase más famosa de la saga, normalmente cuando la oímos repetida difiere de la original. La mayoría de la gente dice: “Luke, yo soy tu padre”, cuando en realidad lo que Darth Vader le responde a Luke Skywalker mientras pelean en la Ciudad de las Nubes y éste le dice “¡Tú mataste a mi padre!” es lo siguiente: “No Luke. Yo soy tu padre”.
Imagen: picture-alliance/dpa
“Que la fuerza te acompañe”
Si “No Luke. Yo soy tu padre” no es la frase más famosa del universo Star Wars, entonces es esta. Este saludo lo utilizan habitualmente los personajes en las películas. Y es que, después de todo, Star Wars sin la Fuerza no sería Star Wars.
Una de las razones por la que la princesa Leia no es tan famosa como sus compañeros de reparto es porque pasa gran parte de la trilogía original en cautiverio. Eso sí, hace algo con lo que todos hemos soñado: convertirse en un holograma. En nombre de su padre, que era un luchador rebelde, pide ayuda a Obi-Wan. El encargado de transmitir el desesperado mensaje es el pequeño R2-D2.
Imagen: imago/EntertainmentPictures
“No es una luna. Es una estación espacial”
Luke, Han Solo y Leia se enfrentan a la muerte constantemente. A la amenaza de morir congelados o atravesados por un sable de luz se unen las enseñanzas de Obi Wan Kenobi, el mentor de Luke, quien enseña al joven Jedi todo lo que sabe acerca de las estrellas. En este caso, le advierte que lo que ve no es una “luna”, sino la imperial Estrella de la Muerte.
Imagen: imago/AGD
“Estos no son los droides que están buscando”
Los Jedis entrenados, como es el caso de Obi-Wan, tienen el poder de influir en la mente de las personas en lugar de utilizar agresiones físicas. En esto Obi-Wan era un maestro. Cuando los soldados de asalto imperiales están buscando a C-3PO y a R2D2, Obi-Wan utiliza la Fuerza y les dice, simplemente, que sigan buscando. Si eso funcionara la vida real…
Imagen: picture-alliance/United Archives/TopFoto
“¿No eres un poco bajo para ser un soldado de asalto?”
La princesa Leia no parecía asustada cuando Luke aparece para salvarla en la Estrella de la Muerte, vestido con el incómodo uniforme blanco. Mark Hamill, el actor que hace de Luke, mide aproximadamente 175 cm, mientras que, de acuerdo con starwars.com, los soldados de asalto del Imperio miden 183 cm de media. Leia, que estaba familiarizada con las tropas enemigas, rápidamente reconoce el engaño.
Imagen: Reuters/D. McNew
“¿Por mi tamaño me juzgas?”
Luke parece seguir afectado por lo que le dijo Leia acerca de su estatura en la Estrella de la Muerte. Al joven Jedi le queda mucho por aprender y Yoda le recuerda que incluso un alien de 66 centímetros puede hacer cualquier cosa con la ayuda de la Fuerza.
"La fuerza es muy intensa en mi familia. Mi padre la tiene. Yo la tengo. Mi hermana la tiene"
Luke le dice esa icónica frase a su hermana Leia en el poblado Ewok de “El retorno del Jedi” (1983) y, ahora, aparece pronunciada en el segundo tráiler de la nueva entrega de la saga, “Star Wars VII: El despertar de la Fuerza”. Los productores han usado, de hecho, la misma grabación de 1983. Entre ambas escenas han pasado más de 30 años. La nueva entrega promete más sorpresas de este tipo.