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New START se firma

8 de abril de 2010

La no proliferación de armas nucleares es la verdadera meta de Barack Obama cuando firme el nuevo tratado START el 8 de abril en Praga.

New START: de 2200 baja a 1550 el número de ojivas nuclearesImagen: AP Graphics

En una conversación telefónica a finales de marzo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, se pusieron de acuerdo en cuanto al nuevo tratado que reemplazará al START (Tratado Estratégico de Reducción de Armas) que venció en diciembre de 2009.

El número límite de ojivas nucleares se reduce de 2.200 a 1.550 y a 800 se reducen las unidades de sistemas de transporte –cohetes y bombarderos. Como el más importante tratado de desarme de los últimos veinte años lo ha calificado el presidente Obama. Si bien el presidente George W. Bush y Vladimir Putin firmaron en 2002 en Moscú un acuerdo para el desarme nuclear, éste tenía sólo carácter interino e iba encaminado, sobre todo, a cerrar caminos a nuevos controles mutuos.

“Estamos incrementando nuestro esfuerzos para detener la proliferación de armamento; exhortamos a las otras naciones a aceptar su responsabilidad en este campo”, declaró el líder estadounidense.

Que Teherán no tenga armas nucleares

De lo que se trata en realidad, así Wayne Ferry del American Foreign Council, es de la no proliferación, “menos del control del armamento ruso”. Aunque Estados Unidos esté cerrando un acuerdo con Rusia, su objetivo principal es Irán, opina el experto. A Teherán se le tiene que hacer difícil desarrollar armamento nuclear. Por eso, Washington y Moscú ponen el ejemplo. Luego vienen varias conferencias internacionales organizadas por Washington, en torno al tema seguridad del material nuclear.

“Dos cosas pretende Washington con este tratado. La una es un reinicio en sus relaciones con Moscú y la otra es ejercer presión en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, junto con otros Estados que participan en la conferencia de seguridad nuclear en abril o en la conferencia para la no proliferación de armas atómicas en mayo. Se trata de las sanciones a Irán para que cese con el desarrollo de armas nucleares”, analiza Merry.

Abril 5 de 2009: el presidente Obama acompañado de su esposa en PragaImagen: abaca

Depende de los republicanos

New START tiene una duración de 10 años y se firma el 8 de abril en Praga; su validez depende de su ratificación en el Senado de Estados Unidos. Esto podría resultar problemático debido a motivos de política interna: para conseguir dos tercios de los votos, también senadores republicanos tendrán que apoyar la iniciativa del presidente demócrata.

“Siguiendo una larga tradición, ambos partidos se sienten responsables de la cuestión del desarme. Ambos ven la necesidad de incrementar la seguridad y de reducir este tipo de armamento”, declaró Obama dirigiéndose a los republicanos.

Dado que tanto Rusia como Estados Unidos desde hace años reducen su arsenal atómico, muchos senadores se preguntan para qué firmar un nuevo tratado con Moscú. “Los senadores quieren saber qué hace Moscú en el tema Irán, les interesa menos saber qué hace Moscú con sus armas atómicas”, opina Merry.

Desconfianza mutua

A pesar del acuerdo, la desconfianza mutua es grande. En febrero, así el New York Times, Washington amenazaba al presidente ruso con interrumpir las negociaciones. “Haga lo que haga Estados Unidos en el campo estratégico, Moscú siempre lo relacionará consigo. También cuando se trata de relaciones con China o Corea el Norte”, dice Merry. El problema se planteó por el tema de los controles. Entretanto ambas partes han acordado mantener el sistema de verificación e inspección utilizado hasta el momento; a largo plazo, no obstante, la transparencia en el manejo de los datos deberá, a largo plazo, aportar a la confianza.

En Estados Unidos son sobre todo los generales del Ejército los que favorecen este nuevo tratado. Saben que en conflictos armados como Irak o Afganistán el armamento nuclear no sirve. “La Marina, por ejemplo, quiere menos armamento nuclear porque el mantenimiento de los cohetes en los submarinos cuesta mucho y esto va en desmedro del personal”, explica Merry. De ser así, aparte de limitar la proliferación de armamento nuclear, el nuevo tratado aportará a que tanto Moscú como Washington ahorren mucho dinero.

Autor: Miodrag Soric/Mirra Banchón
Editor: Enrique López

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