Steinmeier culmina una complicada visita oficial a Turquía
16 de noviembre de 2016
El ministro alemán de Exteriores mantiene la oferta de colaborar con Ankara y desecha la idea de paralizar las negociaciones de ingreso en la Unión Europea. A pesar de los ataques mutuos, califica el viaje de positivo.
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En un momento en que las relaciones diplomáticas entre Alemania y Turquía no atraviesan su mejor momento, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, valoró positivamente este martes (15.11.2016) su primer viaje a Ankara desde el intento de golpe de Estado de julio. "Estaba claro que los desacuerdos no se iban a disipar por una visita y un par de conversaciones", dijo el político alemán al concluir su estancia en la capital turca. "Sin embargo, estuvo bien haber viajado para tener una imagen propia de la situación en el país, también en las conversaciones con la oposición y la sociedad civil", agregó.
Tras su reunión con Steinmeier, el canciller turco Mevlüt Cavusoglu dijo que Alemania es un refugio para los "terroristas" del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y para los seguidores del predicador "loco" Fethullah Gülen, a quien el Gobierno en Ankara responsabiliza por el fracasado golpe de Estado del 15 de julio. Steinmeier admitió que la conversación que mantuvo con su homólogo turco no había sido "muy fácil" y apuntó que el Gobierno alemán "sencillamente no puede comprender estas afirmaciones de que Alemania alberga terroristas" y recordó que el PKK es ilegal en el país y está perseguido judicialmente.
Steinmeier, además, afirmó que la avalancha de detenciones y la purga de despidos en las administraciones públicas en Turquía "hace tiempo que ya no se limita a la persecución de los responsables del fallido intento de golpe de Estado" del pasado julio. Y mostró la preocupación en Alemania por las restricciones a la libertad de expresión. "Por favor, que Turquía no lo interprete como una manifestación de arrogancia o de aleccionamiento desde arriba", pidió el ministro alemán.
Pese a las tensas relaciones entre Alemania y Turquía, Steinmeier insistió en la disposición de Berlín de volver a colaborar con Ankara de forma estrecha y desechó la idea de paralizar sus negociaciones de ingreso en la Unión Europea. Tanto el presidente Recep Tayyip Erdogan como el primer ministro turco, Binali Yildirim, se declararon a última hora dispuestos a dialogar con Steinmeier. Durante dos horas se reunió Steinmeier con Erdogan, en un "intercambio intenso y concentrado en un grupo pequeño. También sobre cuestiones difíciles", señalaron fuentes de la delegación alemana. Los anfitriones se quejaron amargamente de la imagen negativa de Turquía en los medios de comunicación alemanes.
Steinmeier se reunió también con parlamentarios del Partido de la oposición prokurda HDP, cuyos líderes se encuentran actualmente en prisión. Activistas de derechos humanos y líderes de la oposición acusan al Gobierno turco de utilizar el golpe de 15 julio y la lucha contra el terrorismo como pretexto para hacer silenciar a los críticos y para saldar viejas cuentas.
LGC (dpa / EFE)
La nueva Turquía
El 7 de agosto se organizaron concentraciones multitudinarias en ochenta ciudades turcas para condenar el fallido golpe contra el Gobierno; un punto y aparte en el proceso de exacerbación del culto en torno a Erdogan.
Imagen: DW/D. Cupolo
¡A la calle!
Durante la intentona golpista del 15 de julio, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó a sus simpatizantes a impedir que los militares derrocaran al partido gobernante, el AKP. El mandatario ha atribuido su permanencia en el poder a quienes salieron a apoyarlo en las calles, y, a lo largo de las últimas tres semanas, ha convocado a vigilias nocturnas para defender la democracia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Un aire de reivindicación
El 7 de agosto se organizaron las últimas concentraciones: dos millones de personas se manifestaron en Estambul y 10.000 en Ankara. En otras 78 ciudades, los seguidores del AKP –el primer partido de tendencia islamista en sobrevivir a un golpe– celebraron lo que a sus ojos es un triunfo sobre los cíclicos proyectos de derrocamiento y sobre una Constitución secular.
Imagen: DW/D. Cupolo
Optimismo de cara al futuro
En el discurso que ofreció en Estambul, el presidente prometió “reconstruir a Turquía desde cero”. Lale Alici (que no aparece en la imagen), una agente de bienes raíces asentada en Ankara, ha asistido a todas las concentraciones pro-Erdogan. A su juicio, “el desarrollo de Turquía se acelerará cuando culmine la purga oficial porque los infiltrados ya no serán una carga para el país”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Seremos una potencia”
Atalay no aparece en la foto y no quiso dar su nombre completo a pesar de que su declaración no lo compromete a los ojos del Estado. Al contrario: “Erdogan le está diciendo al resto del mundo que estamos aquí y que seremos una potencia. Y aunque no le guste, tendrá que aceptarlo. El mundo va más allá del G7”, dijo el diseñador de interiores.
Imagen: DW/D. Cupolo
La exclusión del HDP
Aunque la concentración de Estambul fue descrita como un acto en defensa de la democracia, la participación del pro-kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fue prohibida. “Como kurdo, yo no puedo asistir a esas manifestaciones porque no me siento seguro”, señaló Havva Ozcan (quien no aparece en la foto), codirector de Tuhad-Fed, una organización que defiende los derechos de los presos.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Socialismo temporal”
Según Ozcan, las concentraciones pro-Erdogan recibieron respaldo integral del Gobierno, mientras que otras manifestaciones han sido prohibidas. Los seguidores del AKP tuvieron acceso gratuito a agua y alimentos. De hecho, para estimular las movilizaciones, también el sistema de transporte público ha sido gratuito en Ankara y Estambul. “Esta es una suerte de socialismo temporal”, sostiene Ozcan.
Imagen: DW/D. Cupolo
El auge de las redes sociales
Las redes sociales, bloqueadas durante las emergencias nacionales, han tenido un auge desde el golpe. La alocución de Erdogan via FaceTime fue memorable –y le fue políticamente útil–, pero ahora circulan hasta videos de Periscope que muestran episodios de violencia policial. Para la oposición, el Gobierno apenas tolera la actividad en las redes sociales porque le conviene en este instante.
Imagen: DW/D. Cupolo
Lo que está en juego...
La actividad comercial se ha reducido. Algunos bares en el centro de Ankara han tenido menos clientes desde que empezaron las concentraciones pro-Erdogan. “Los negocios han sufrido, desde luego. Pero lo que está en juego va más allá del dinero”, admite Can, propietario de una taberna en Kizilay. “Estas manifestaciones son un indicio de que pronto vendrán cosas peores”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Un entrenamiento”
Algunos perciben las concentraciones como una manera de consolidar la base de apoyo del AKP. Mohammed, un refugiado sirio que fue testigo del último golpe en Egipto y ahora vive en Turquía, dijo creer que las manifestaciones pro-Erdogan eran “un entrenamiento” para sus seguidores y que el presidente no tardaría en pedirles que se organicen contra grupos que su Gobierno desaprueba.
Imagen: DW/D. Cupolo
Rebautizando espacios públicos
Desde la plaza Kizilay de Ankara (la foto la muestra después del golpe fallido) hasta el puente sobre el Bósforo en Estambul, lugares prominentes a todo lo largo y ancho de Turquía están siendo rebautizados para honrar a quienes perdieron la vida durante la intentona. Ahora, quienes crucen del lado europeo de Estambul hacia el lado asiático lo harán transitado el puente “Mártires del 15 de julio”.