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Steinmeier en China: un delicado itinerario diplomático

Pablo Kummetz21 de febrero de 2006

Frank-Walter Steinmeier, el ministro de RREE de Alemania, dio un giro en la política de embargo de armas contra China. Alemania ya no aboga –como lo hizo Schröder durante su gobierno– explícitamente por su levantamiento.

Frank-Walter Steinmeier: varios temas álgidos para tratar en China.Imagen: AP

Así lo dijo Steinmeier hoy en Tokio, antes de continuar su viaje hacia China, donde estará el miércoles y el jueves. Y explicó la nueva línea: la cuestión será decidida por consenso europeo y en la UE no se quiere levantar el embargo.

La coalición roji-verde anteriormente en el gobierno en Alemania se había pronunciado por su levantamiento.

Pero Steinmeier también deberá confrontarse con otros problemas. Se trata ni más ni menos que de una sospecha de piratería de tecnología en gran escala. La semana pasada, China había anunciado planear la construcción de un modelo de tren magnético ultrarápido que competiría con el Transrapid alemán.

"Lo que está pasando en China huele a robo tecnológico", dijo Edmund Stoiber, primer ministro del Estado de Baviera sin pelos en la lengua. Y lo remachó: "no puede ser que en Alemania como país de alta tecnología se hagan los inventos y en el Lejano Oriente, las ganancias".

Un proyecto problemático

El anuncio de China Aviation Industry Corporation (CAC) de construir un modelo que competiría con el alemán es problemático porque el único tren magnético en funcionamiento comercial se halla justamente en Shangai, China, el único país que hasta ahora ha comprado la tecnología.

Expertos alemanes estiman que el modelo chino podría salir al mercado en el año 2011. China rechaza naturalmente las acusaciones de haber copiado el tren súper rápido, que se desliza suspendido en el aire por efecto magnético. "El tren chino es un producto por completo propio", dice CAC.

Los peligros de la transferencia tecnológica

En vista de ello, en Alemania se puso el grito en el cielo cuando se recordó que el consorcio EADS, que construye el Airbus, planea instalar una línea de montaje en China. A comienzos de diciembre pasado, EADS vendió a China 150 aviones en total, de los tipos A319, A 320 y A321.

El consorcio había anunciado en esa ocasión que pensaba montar los aviones en la propia China. Christian Harbulot, director de la École de Guerre Économique, llegó a acusar a EADS de "dejarse estafar".

"El consorcio hace ahora buenos negocios, pero corre peligro de que China en un par de años construya sus propios aviones y no compre más Airbus", concluyó.

Toda una serie de problemas entonces para Steinmeier, que estará en China los días 22 y 23 de febrero, donde se reunirá con el ministro de RREE chino, Li Zhaoxing y el primer ministro, Wen Jiabao.

El ministro alemán es acompañado de una delegación de empresarios medianos de las áreas de la tecnología, la energía y el medio ambiente.

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