Le Figaro, de París: “Mientras esperamos que se dilucide la historia, hay algo que ya está claro: Dominique Strauss-Kahn no será el próximo presidente de Francia. En un lapso de dos semanas, el nuevo ídolo de la izquierda francesa se hizo añicos. Rara vez se ha visto una caída tan acelerada. Primero el dinero, y luego el sexo. El asunto del Porsche apenas había comenzado a estropear su reputación, y el escándalo en el Sofitel termina por arruinarla. Claro que la izquierda y la derecha francesas tienen razón al apelar a la presunción de inocencia. Pero ¿quién podría negar que el drama ya ocurrió? Si Strauss-Kahn resultara inocente, todo eso sería injusto, pero él no podría lograr que se olvide tan pronto el incidente.”

“Strauss-Kahn deja una montaña de escombros”

Liberation, de París: “Con Strauss-Kahn, los socialistas pierden al único candidato –en todas las posibles constelaciones- que estaba al frente de todas las encuestas. Y al que más posibilidades tenía de vencer a Nicolas Sarkozy. Y a quien, además, hasta iba a ser capaz de estar a la altura de los problemas que acosan a los franceses. Pero esa dinámica política tan prometedora ha llegado a su fin antes de que comience la campaña electoral. Esa es la única buena noticia, ya que, de haberse producido el escándalo tres semanas antes de las elecciones, todo podría haber sido peor. La retirada de Dominique Strauss-Kahn deja una montaña de escombros, y, para los socialistas, las elecciones internas para designar a un nuevo candidatos son más necesarias que nunca.”

“Todo es posible”

Basler Zeitung, de Basilea: “En todas las tomas de posición acerca de las acusaciones contra Dominique Strauss-Kahn se menciona enérgicamente que, en primera instancia, hay que tener en cuenta la presunción de inocencia. Pero el solo procedimiento de la justicia estadounidense tendrá como consecuencia que el director del Fondo Monetario Internacional deba esperar un tiempo demasiado largo hasta que se demuestre su culpabilidad, o su inocencia, para poder seguir compitiendo con Nicolas Sarkozy como candidato a presidente de Francia. Por eso, en la nominación de los candidatos socialistas en las elecciones internas del partido de octubre –y más aún en las elecciones presidenciales de mayo de 2012- aún todo es posible.”

“El FMI se debilita”

The Times, de Londres: “La detención de Dominique Strauss-Kahn (…) no sólo ha provocado conmoción en el Fondo Monetario Internacional, ha puesto en duda la sucesión presidencial en Francia y ha afectado hasta la médula la economía de Grecia, sino que también influye en el destino de otros países en crisis de Europa, y tal vez de otras partes del mundo, cuya economía, mercado laboral y fundamento económico dependen de las limosnas del FMI. (…) Sea cual sea el resultado de la detención de Strauss-Kahn, es mínima la posibilidad de que pronto pueda volver a tomar el timón del FMI. Entretanto, uno de los más importantes organismos reguladores de la economía global habrá perdido fuerza justamente en el momento en que el mundo está sumido en las turbulencias de las crisis de deuda estatales.”

“¡Qué desperdicio!”

La Repubblica, de Roma: “La primera reacción es pensar: ¡qué desperdicio! El presidente del FMI ha tirado por la borda valores como inteligencia, simpatía, éxito, prestigio, habilidad y poder, a nivel internacional y nacional. Dominique Strauss-Kahn parecía estar a punto de atravesar el umbral del Elíseo, dispuesto a ocupar el cargo de presidente de Francia luego de la derrota del actual presidente, Nicolas Sarkozy. Todas las encuestas lo colocaban como ganador en las elecciones de 2012. En sus tres años y medio en la presidencia del FMI, su popularidad aumentaba sin cesar en Francia.”

“Le Pen tiene nuevos horizontes”

El País, de Madrid: “Si para el presidente Sarkozy, con la popularidad por los suelos, la presumible eliminación de su más directo rival representa una bendición -que pese a todo le obligará a replantear su campaña-, para la oposición socialista se trata de un verdadero bombazo cuyos previsibles efectos cabe deducir del desconcierto de sus líderes y sus alarmados llamamientos de ayer a la calma. El PS francés no puede permitirse la escabrosa publicidad y el despiadado e inevitable escrutinio, ya en marcha, de la vida privada de su eventual candidato Strauss-Kahn, ni aun en el caso de que finalmente fuera absuelto. Y si es cierto que su ausencia no arruinará las posibilidades de los socialistas de regresar al Elíseo, casi 25 años después, también lo es que abre sobremanera una competición en la que la ultraderechista Marine Le Pen tiene nuevos horizontes.”

CP/dpa

Editora: Emilia Rojas-Sasse