La UNESCO incluyó dos casas del arquitecto Le Corbusier ubicadas en Stuttgart, en su lista del Patrimonio Mundial. Con ellas, Alemania cuenta con 41 bienes que ostentan ese título.
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Las casas Le Corbusier de la Weißenhofsiedlung ya no solo son conocidas entre los amantes de la arquitectura en Stuttgart. Mientras las otras casas del lugar están habitadas, en 2002 se trasladó un museo a las casas pareadas de Le Corbusier. Este muestra fielmente cómo el arquitecto del Modernismo ideó la vivienda en 1927. El año pasado, más de 26.000 personas visitaron la exposición, un 11% más que en 2014. La directora del museo, Anka Krämer, espera que acapare más la atención tras recibir el título de Patrimonio de la Humanidad.
Del Modernismo a "máquinas de casas“
Desde 2002, la ciudad de Stuttgart junto a la Comisión alemana de la UNESCO colaboraron para obtener dicho título. Le Corbusier y 16 arquitectos de renombre, como Walter Gropius y Mies van der Rohe, construyeron casas piloto para una vida moderna en la zona Killesberg de la ciudad. Su credo arquitectónico: fuera lo enroscado, ventanas en voladizo y la arquitectura del Modernismo. Más aire, luz y funcionalidad. Con la Weißenhofsiedlung en Stuttgart lograron redefinir la arquitectura contemporánea en Alemania.
La casa unifamiliar y las pareadas de Le Corbusier son iconos de la historia de la construcción. En Stuttgart llevó a la práctica, por primera vez, sus "cinco puntos de una nueva arquitectura moderna" que lo consagrarían como una de las figuras más importantes de la arquitectura moderna internacional. Utilizó ventanales de fabricación industrial y en vez de paredes masivas usó pilotes de hormigón armado como construcción portante. Ideó la azotea con jardín-terraza, como zona independiente.
En el interior de la casa, las puertas correderas y el mobiliario simple permiten acomodar el espacio a la función de día y de noche. El hogar es una “máquina de vivir” práctica, funcional y construible en serie para las masas. Se trataba de una estética radical. Vida altamente funcional en vez de burguesía tradicional. “Ambos edificios implican una forma de vida que causó una intensa controversia”, según Herbert Medek, coordinador del departamento de Protección del Patrimonio en Stuttgart.
La tercera es la vencida
Le Corbusier era el nombre artístico de Charles-Édouard Jeanneret-Gris. Murió en 1965. Sus construcciones están ubicadas en cuatro continentes. Su obra fue postulada a la UNESCO en una solicitud internacional. Se trata de 17 construcciones repartidas entre Alemania, Francia, Argentina, Japón, Bélgica, Suiza e India que la UNESCO ha declarado ahora Patrimonio de la Humanidad.
Tras dos solicitudes rechazadas en 2009 y 2011, la tercera tuvo éxito. “Se trata del valor excepcional y universal de las obras de Le Corbusier para la arquitectura del siglo XX y ahora se pudo poner de relieve”, dice Katja Römer, portavoz de la Comisión de la UNESCO en Alemania.
Römer señala que ”se eligieron los 17 sitios porque reflejan, de manera singular, la historia arquitectónica de medio siglo”. La solicitud internacional revisada convenció al Comité de la UNESCO, y a partir de ahora Alemania cuenta con el Patrimonio Mundial número 41.
Visitamos algunos lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO
La redacción de viajes de DW visitó algunos de los lugares más bellos que figuran en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. Esta es una selección de las fotos e impresiones de nuestros colegas.
Imagen: DW/E. Jahn
Timgad, Argelia
Anne: Las ruinas romanas a los pies de las montañas del Aurés me impresionaron mucho. Me hicieron remontarme a los tiempos de los romanos. La arena del desierto ha conservado aquí una ciudad de casi 2000 años de antigüedad, con su anfiteatro, foro, arco del triunfo, biblioteca, casas y baños termales.
Imagen: DW/A. Termèche
Dolomitas, Italia
Yvonne: La singularidad y la belleza de las calizas montañas dolomitas impresionan por sus dimensiones y naturaleza. ¡Cuán pequeños somos los humanos ante tan grandioso paisaje! En medio de estas montañas encuentro la calma, como en ninguna otra parte.
Imagen: DW/Y. Omsen
Wismar, Alemania
Frederike: De esta ciudad portuaria a orillas del Báltico me gustan las opulentas iglesias de ladrillo rojo y la encantadora arquitectura de la época hanseática. Pernoctar allí fue una experiencia “desequilibrada”: en la Schiefe Haus, en el Viejo Puerto, el suelo y los muebles tienen una inclinación de 20 grados.
Imagen: DW/F. Müller
Wadi Rum, Jordania
Christian: Cómo testigos olvidados de tiempos pasados se extienden las rocas de granito erosionado en el desierto de arenisca. Cuando en plena Pascua de 2016 llovió en el desierto, todas las cosas cambiaron. Por su belleza, el Wadi Rum fue escenario de la película de Hollywood "El Marciano".
Imagen: DW/C. Hoffmann
Llanura de marea, Alemania
Andreas: Un viaje de invierno a la isla de Sylt en el Mar del Norte alemán es también toda una experiencia. Allí estuve en un día soleado, pero con vientos helados y tan fuertes que barrían la playa. Como el tiempo ahuyenta a las masas, en esos días se puede disfrutar de la soledad de este paisaje.
Imagen: DW/A. Kirchhoff
Paharpur, Bangladesh
Eberhard: A 7 horas de camino en auto de la capital de BAngladesh, Dhaka, se encuentran estas ruinas. El Stupa, una construcción de ladrillo rojo de más de 20 metros, está aislado en medio de arrozales. Si bien a primera vista no parece espectacular, es importante porque en el Siglo VIII fue un importante centro budista.
Imagen: E. Sucker
Thingvellir, Islandia
Elisabeth: Este Parque Nacional, en el suroeste de Islandia, fue declarado en 2004 Patrimonio Cultural de la Humanidad. Me fascina su fabulosa naturaleza. Thingvellir es históricamente importante porque ya en el año 930 los vikingos celebraban aquí su asamblea legislativa.
Imagen: DW/E. Yorck von Wartenburg
La Gran Muralla China
Kerstin: La larga caminata es recompensada con una gran vista: la Muralla serpentea a través de escarpadas cordilleras. Sólo podemos hacer conjeturas sobre toda su extensión: con casi 9.000 kilómetros, la Gran Muralla es la construcción más grande del mundo.
Imagen: DW/K. Schmidt
Cornwall, Inglaterra
Susan: Yo prefiero caminar a lo largo de esta ruta costera, que se extiende por kilómetros a través de acantilados. Por el camino se ven los restos de la extintas minas de cobre y estaño, que hoy hacen parte del Patrimonio de la Humanidad. El buen tiempo invita a refrescarse en pequeñas bahías y playas, pero las aguas del Atlántico son solo para quienes soportan muy bajas temperaturas.
Imagen: DW/Susan Bonney-Cox
Venecia, Italia
Christina: ¡Hay que visitar Venecia, antes de que se hunda! Así lo pensé antes de visitarla. Esta ciudad de canales, arte y mórbida belleza es emocionante. Me tocó vivir allí una inundación. Otro espectáculo más para los turistas, pero un problema terrible para sus habitantes. El “acqua alta” hace mella en los fundamentos de la ciudad y acelera su destrucción.