El Stuttgart se roba los titulares, no precisamente por sus participaciones internacionales sino porque tiene la segunda plantilla más joven de una liga competitiva. Pero en todas las cinco grandes ligas europeas, sólo hay un equipo con una media de edad aún más baja (23,2 años): el Olympique de Marsella.

¿Quién dijo miedo? Sven Mislintat, el director deportivo del Stuttgart, sabe que el que no apuesta, no gana. Todo les salió a pedir de boca en la temporada pasada: novenos en la tabla en su primera temporada como equipo ascendido; y la venta de jugadores como Nicolás González le dio un respiro financiero al equipo.

La consigna para la presente temporada es la misma. El director deportivo cumplió con su labor de fichar a jóvenes que apenas rozan las veinte primaveras. La otra parte del banquete la tiene que cocinar Matarazzo. El D.T. no solo debe juntar sus más frescos y finos ingredientes para sumar puntos con sus aficionados, sino que tiene que cuidar y regar la cosecha semana tras semana.

 

Sangre nueva

Si es cierto que para el Stuttgart hubiera sido ideal reforzar el ataque con un goleador experimentado como Joel Pohjanpalo, del Leverkusen. Por el contrario, el directivo prefirió el camino pedregoso: optó por el joven danés de raíces afganas Wahid Faghir (18). Omar Marmoush (22) también se sumó a las filas de los suabos.

Daniel Didavi y Hamadi Al Ghaddioui son los dos únicos jugadores mayores de 30 años. Al parecer el equipo tampoco extraña al - en su momento- capitán Gonzalo Castro, que terminó su contrato también la temporada pasada. "Confiamos en el potencial de desarrollo de nuestros mejores talentos" afirma Mislintat. Los hilos del juego en el mediocampo ahora son manejados por Waldemar Anton (25), Sasa Kalajdzic (24) y Wataru Endo (28).

No todo lo que brilla es oro

Los diamantes del VFB Stuttgart aún tienen que pulirse. No solo basta el brillo a simple vista, también es una cuestión de cómo las jóvenes promesas lidian con situaciones de presión.

El D.T. no está nada satisfecho con el comportamiento defensivo de su equipo. "Hay que defender hasta agotar los esfuerzos, bloquear todos los centros que se nos presentan, ganar los duelos aéreos. Es una cuestión de actitud” criticó el técnico italiano americano.

Pero no todo es negativo para los suabos. Una de las fortalezas del equipo está en las situaciones de pelota quieta. Cinco de los doce goles del Stuttgart fueron a balón parado, lo que sitúa a los suabos en el tercer puesto, detrás del Leipzig (9) y del Bayern (6).

Caos coronavírico

El coronavirus le ha tocado la puerta un par de veces al Stuttgart. Esta vez, los afectados son 5 jugadores que se quedaron fuera de la convocatoria por infectarse con COVID-19: Erik Thommy (27), Waldemar Anton (25), Fabian Bredlow (26), Florian Müller (23) und Roberto Massimo (21). Entre ellos los dos porteros.

Stuttgart apuesta normalmente por los más jóvenes siempre. Ahora se verá obligado de hacer uso de los servicios del portero #3. El veinteañero Florian Schock. Para Florian sería una crónica de un debut anunciado. Previo a este incidente, ya el director deportivo lo había ascendido a portero #3 por encima de los arqueros Florian Müller y Fabian Bredlow.

Se espera su estreno en la primera división. Hasta ahora, el juvenil solo ha actuado en la cuarta liga semi profesional (Regionalliga). Allí ha causado buenas impresiones por sus reflejos y su presencia, que va más allá de cuánto mide de altura (1,99 mts).

El Stuttgart tiene un proyecto visionario, pero en situaciones de urgencias como ésta, se meten goles en contra. Los dirigidos por Matarazzo se encuentran ubicados en la posición doce de la tabla y esperan sacar tres puntos ante el Mönchengladbach de Adi Hütter para mermar la crisis.