Temperaturas inusualmente altas han causado una ola de calor particularmente intensa en México desde mediados de junio. La gente trata de protegerse del sol de alguna manera, incluso con sombrillas. Los estados del norte se ven particularmente afectados. Esta escena es de Monterrey, en el estado de Nuevo León.

Los funcionarios de salud siguen a cada paso el curso de la temperatura ambiente. El 14 de junio, el termómetro en Monterrey marcaba 43,4 grados centígrados. Según la Secretaría de Salud, la temperatura más alta hasta el momento se ha registrado en el estado de Sonora en la localidad de Aconchi, conocida por sus aguas termales: 49 grados centígrados.

Según cifras oficiales, al menos 112 personas han muerto a consecuencia del calor en lo que va de año. Eso es más del triple que en todo 2022. Entre el 12 y el 25 de junio, se informaron más de 1000 emergencias por calor.

También en Veracruz, en el sureste del país, la gente usa medios inusuales para protegerse de los rayos del sol y sus efectos. La semana pasada, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuestionó el número de muertos y acusó a los periodistas de alarmismo y campaña contra su gobierno.

Una cosa está clara: las altas temperaturas acarrean graves problemas de salud y para paliar sus efectos es fundamental beber suficiente líquido. Aquí, defensa civil reparte agua potable a transeúntes frente a un hospital en Monterrey.

Las personas mayores y los niños pequeños corren un riesgo particular por el calor y la deshidratación. Estos chicos aprovechan al máximo el calor del sol y se refrescan en una fuente en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México.

El Río Bravo también ofrece un agradable enfriamiento. Las fuertes lluvias de la primavera llenaron bien el río fronterizo entre México y Estados Unidos. En los últimos días, la temporada de lluvias ha comenzado con un retraso y ha provocado un ligero enfriamiento en algunos lugares.