Sudáfrica: caza furtiva de rinocerontes se redujo en un 53%
31 de julio de 2020
La pandemia del coronavirus ha significado que la caza de este tipo de animales se vea reducida a la mitad. Sin embargo, desde el relajamiento de las medidas en el país africano, el número de casos incrementó.
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El número de rinocerontes muertos a manos de cazadores furtivos en Sudáfrica se redujo a la mitad en los primeros seis meses del año, informó este viernes (31.07.2020) la ministra de Medioambiente.
Sin embargo, el número de casos volvió a crecer a medida que se levantaban las restricciones relacionadas con la pandemia de covid-19, añadió Barbara Creecy en un comunicado.
"Durante los primeros seis meses de 2019, 316 rinocerontes habían sido cazados ilegalmente en Sudáfrica", recordó la ministra. Durante este año, un total de 166 rinocerontes fueron cazados en los primeros seis meses de 2020, lo que representa una caída de casi el 53% con respecto a los 316 de 2019.
"Hemos podido detener la escalada", celebró Creecy.
Sudáfrica lucha desde hace años contra la caza furtiva de rinocerontes, alimentada por una fuerte demanda de sus cuernos en Asia, especialmente en China y en Vietnam, donde son considerados como afrodisíacos, un símbolo de estatus, o utilizados en la medicina tradicional.
El ministerio atribuyó su éxito en estas cifras a una década de varias estrategias, así como a las interrupciones en la cadena de suministro derivadas de las restricciones impuestas a los viajes durante el confinamiento en el país.
El cuerno de rinoceronte está compuesto principalmente de queratina, la misma sustancia que las uñas humanas. Normalmente se vende en forma de polvo y se promociona como cura contra el cáncer y otras enfermedades
JU (afp, efe)
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Adiós a Sudán, el último rinoceronte blanco del norte
Sudán murió en Kenia. Era el último rinoceronte blanco en el mundo. Solo dos hembras de subespecies sobrevivieron. Ya era muy viejo, le costaba respirar y sufría de una enfermedad degenerativa. Por eso lo sacrificaron.
Imagen: DW/Andrew Wasike
“Un hombre muy viejo”
Sudán ya no se podía poner de pie. Fue tratado por complicaciones relacionadas con la edad que derivaron en problemas en los músculos, huesos. Además poseía extensas heridas en la piel. Los veterinarios tomaron la decisión de sacrificarlo. “Sudán, de 45 años de edad, era un hombre viejo, con más de 100 años de edad, equivalentes a los humanos”, explicó la organización Helping Rhinos.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/S. Ruibo
Bajo custodia constante
Durante los años 70 y 80 hubo una fuerte crisis por la caza en las comunidades de los rinocerontes blancos en Uganda, República Centroafricana, Sudán y Chad. La última comunidad salvaje se encontraba en la República Demócratica del Congo, pero sucumbió a las guerras en la región. En Ol Pejeta, Sudán estaba bajo una custodia constante.
Imagen: DW/Andrew Wasike
Fuera de África
A pesar del peligro en el que se habría encontrado Sudán cuando era más joven, él y un grupo de rinocerontes blancos del norte fueron trasladados a un safari en Checoslovaquia durante la década de los setenta.
Imagen: picture-alliance/AA/A. Wasike
Un regreso esperanzador
Sudán y el grupo de rinocerontes blancos del norte fueron trasladados de regreso a África en 2009 con la esperanza que pudieran recibir mejores cuidados y tuvieran condiciones más favorables en la reserva Ol Peteja al este de Kenia.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Una caída rápida
La muerte del rinoceronte blanco del norte, el macho Suni, de causas naturales en octubre de 2014, enfatizó aún más la necesidad de encontrar urgentemente una solución alternativa para la reproducción.
Imagen: picture-alliance/dpa/Eva Krafczyk
¿Serán los últimos?
Sudán vivía en la reserva natural Ol Peteja con los únicos dos miembros de su subespecie, su hija Najin y su nieta Fatu. Debido a sus innumerables complicaciones de salud, las dos no pueden tener descendencia. Sin embargo, los investigadores quieren implantar los huevos de los rinocerontes blancos del norte en los rinocerontes blancos del sur.