Sudáfrica celebra 25 aniversario de fin del "apartheid"
27 de abril de 2019
El presidente del país expresó sin embargo que Sudáfrica no puede “ser una nación libre cuando tanta gente vive en la pobreza” y “mientras los fondos destinados a los pobres son desperdiciados, perdidos o robados”.
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Veinticinco años después de la llegada de la democracia a Sudáfrica y el final del apartheid, la población "no puede ser libre" por la pobreza, el desempleo y la corrupción que afecta al país, declaró el sábado el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa.
"Estamos reunidos aquí para festejar el día en que ganamos nuestra libertad", declaró Ramaphosa durante un discurso en Makhanda (ex Grahamstown), ciudad del sur del país.
El 27 de abril de 1994 se organizaron en Sudáfrica las primeras elecciones democráticas.
Por primera vez, la población negra, que representa las tres cuartas partes del país, votó y puso fin a tres siglos de dominio blanco y al régimen del apartheid aplicado desde 1948.
"Nos acordamos de ese momento donde hemos hecho una cruz en la papeleta de voto por primera vez en nuestra vida", afirmó Ramaphosa, rindiendo homenaje a Nelson Mandela, héroe de la lucha anti apartheid y primer presidente sudafricano, electo en 1994.
Sin embargo, "no podemos ser una nación libre cuando tanta gente vive en la pobreza, no tiene lo suficiente para comer, no tiene techo digno de ese nombre, no tienen los medios para ganarse la vida", agregó el presidente, líder del Congreso Nacional Africano (ANC), en el poder desde 1994.
"No se puede ser una nación libre mientras los fondos destinados a los pobres son desperdiciados, perdidos o robados, mientras haya corrupción en nuestro país", continuó.
Ramaphosa sucedió en 2018 al frente del país a Jacob Zuma, forzado a renunciar por el ANC a raíz de escándalos de corrupción.
Pese al surgimiento de una clase media en Sudáfrica, la primera potencia industrial del continente, el 20 por ciento de los hogares de población negra vive en una extrema pobreza contra 2,9 por ciento de los hogares blancos, según el Instituto Sudafricano de Relaciones entre las Razas (IRR).
El desempleo afecta actualmente al 27 por ciento de su población activa, contra 20 por ciento en 1994.
rrr (afp/efe)
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Auge y caída del Apartheid: exposición de fotos en Sudáfrica
Ningún otro medio refleja la historia de Sudáfrica de forma más impresionante que la fotografía. El Museo África de Johannesburgo, mostró en 2017 un panorama de la historia de la represión y la liberación.
Imagen: Museum Africa
El fotógrafo como testigo
El mensaje es claro: la segregación racial era inmoral. A mediados de los años 50, miembros de la organización de derechos civiles "Black Sash” salieron a las calles a protestar contra el régimen de Apartheid. Un fotógrafo capta la manifestación. "Banda negra" fue fundada por mujeres blancas. Nelson Mandela calificó a dicha ONG como "la conciencia de la Sudáfrica blanca".
Imagen: Museum Africa
La cámara como arma
Uno de los más famosos fotógrafos negros es arrestado: Peter Magubane empezó como chofer y mensajero de la legendaria revista DRUM. El alemán Jürgen Schadeberg fue maestro de Magubane, quien habría de convertirse en mundialmente famoso con fotos de la resistencia en los "Townships". Magubane tenía que esconder su cámara en una Biblia ahuecada.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
El fin de Sophiatown
El régimen del Apartheid comenzó en los años 50 con la división entre barrios “blancos” y barrios “negros”. El barrio multirracial Sophiatown, centro cultural de la mayoría negra, fue derribado y sus residentes trasladados a otra parte. En el lugar donde estaba Sophiatown fue construido el centro urbano llamado "Triunfo", un barrio en donde solo podían vivir blancos.
Imagen: Museum Africa
Templo andante
Ahora los viajes que tenían que hacer los negros desde sus barrios marginados, conocidos como “Townships”, eran eternos. Aún así, en los abarrotados trenes había momentos mágicos. El fotógrafo Santu Mofokeng destaca el papel de la fe y la religión.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Carta de la Libertad
En 1956, en el llamado "Juicio de la traición", 156 sudafricanos fueron acusados. Su "delito": un año antes habían publicado una Carta de la Libertad, en la que pedían el fin del Apartheid. Entre los acusados se encontraba Nelson Mandela. El proceso generó solidaridad de los grupos de la oposición, más allá de todas las barreras raciales.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Un niño como ícono de la resistencia
Una de las imágenes más importantes de la exposición se encuentra en el centro de Soweto. Con ella se conmemora el levantamiento - en 1976 - de los escolares que protestaban contra la política discriminatoria racial. Hector Pieterson, de doce años, fue baleado por la policía surafricana en la manifestación. El fotógrafo Sam Nzima plasmó la tragedia; una imagen que le dio la vuelta al mundo.
Imagen: DW/Ulrike Sommer
Los funerales como marcha de protesta
Imágenes del duelo colectivo son omnipresentes en la muestra. Los funerales se convierten en grandes eventos políticos, como el entierro de los opositores conocidos como el grupo de los "Craddock Four”. En 1985, los cuatro fueron secuestrados y asesinados. Más tarde se descubrió que el crimen fue cometido por oficiales secretos de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica.
Imagen: Rashid Lombard
Nueva era
Una nación esperanzada celebra el ganador. El 3 de mayo de 1994 Nelson Mandela se convierte en el primer presidente de una Sudáfrica democrática. "Fue un momento increíble", recuerda el fotógrafo George Hallett.
Imagen: George Hallett
Aún se sufren las consecuencias de la segregación
Durante décadas, se impidió a la población negra el acceso a la educación, la salud y el progreso económico. Hoy aún, 20 años después de las primeras elecciones libres, en muchas regiones son visibles las consecuencias de la segregación territorial. Un aspecto que también trata la exposición de Johannesburgo.