Sudáfrica urge a poner fin a ataques contra inmigrantes
24 de febrero de 2017
El Gobierno de Sudáfrica condenó hoy la ola de ataques de locales contra inmigrantes nigerianos y del resto de África, y pidió colaboración para que las autoridades puedan llevar a los autores ante la Justicia.
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"La situación se ha vuelto más grave con las actuales amenazas de violencia y actos de intimidación y destrucción de bienes contra los no nacionales que viven en Sudáfrica", afirmó este viernes (24.02.2017) en un comunicado el Gobierno sudafricano.
Esta nueva ola de violencia por parte de sudafricanos contra inmigrantes comenzó el 11 de febrero en Rosettenville, en el sur de Johannesburgo, donde grupos de vecinos incendiaron diez casas pertenecientes a ciudadanos nigerianos en las que aseguraban que se ofrecían drogas y prostitución.
En los últimos días, se han repetido los saqueos en propiedades de nigerianos y otros inmigrantes africanos en Johannesburgo, y la Policía ha detenido a 84 personas por su vinculación en esta ola de violencia xenófoba.
"Enérgica condena" a violencia contra inmigrantes
"El presidente (Jacob Zuma) condena enérgicamente los actos de violencia y pide a los ciudadanos y no nacionales que actúen con moderación, se unan contra la delincuencia y trabajen con las autoridades para llevar a los autores de estos crímenes ante la justicia", añadió el comunicado.
Grupos de derechos humanos temen que una marcha convocada hoy por vecinos de los antiguos guetos negros de Pretoria contra la inmigración ilegal lleve a más casos de violencia contra extranjeros.
Estos episodios de violencia han sido condenados duramente por el Gobierno de Nigeria, que trasladó su malestar al embajador sudafricano en Abuya y pidió a la Unión Africana que tome medidas.
Además, el Ministerio de Exteriores nigeriano exigió al Gobierno sudafricano que proteja a los cientos de miles de ciudadanos nigerianos que viven en el país y persiga a los responsables de la violencia contra ellos.
Sudáfrica es uno de los países más inseguros del mundo y tiene una de las mayores poblaciones de inmigrantes del continente, entre la que se cuentan muchos indocumentados.
El país austral ha vivido en el pasado varias olas de violencia xenófoba. La peor de ellas se produjo en 2008 en Johannesburgo y provocó la muerte de más de 60 personas.
CP (efe, rtr)
Auge y caída del Apartheid: exposición de fotos en Sudáfrica
Ningún otro medio refleja la historia de Sudáfrica de forma más impresionante que la fotografía. El Museo África de Johannesburgo, mostró en 2017 un panorama de la historia de la represión y la liberación.
Imagen: Museum Africa
El fotógrafo como testigo
El mensaje es claro: la segregación racial era inmoral. A mediados de los años 50, miembros de la organización de derechos civiles "Black Sash” salieron a las calles a protestar contra el régimen de Apartheid. Un fotógrafo capta la manifestación. "Banda negra" fue fundada por mujeres blancas. Nelson Mandela calificó a dicha ONG como "la conciencia de la Sudáfrica blanca".
Imagen: Museum Africa
La cámara como arma
Uno de los más famosos fotógrafos negros es arrestado: Peter Magubane empezó como chofer y mensajero de la legendaria revista DRUM. El alemán Jürgen Schadeberg fue maestro de Magubane, quien habría de convertirse en mundialmente famoso con fotos de la resistencia en los "Townships". Magubane tenía que esconder su cámara en una Biblia ahuecada.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
El fin de Sophiatown
El régimen del Apartheid comenzó en los años 50 con la división entre barrios “blancos” y barrios “negros”. El barrio multirracial Sophiatown, centro cultural de la mayoría negra, fue derribado y sus residentes trasladados a otra parte. En el lugar donde estaba Sophiatown fue construido el centro urbano llamado "Triunfo", un barrio en donde solo podían vivir blancos.
Imagen: Museum Africa
Templo andante
Ahora los viajes que tenían que hacer los negros desde sus barrios marginados, conocidos como “Townships”, eran eternos. Aún así, en los abarrotados trenes había momentos mágicos. El fotógrafo Santu Mofokeng destaca el papel de la fe y la religión.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Carta de la Libertad
En 1956, en el llamado "Juicio de la traición", 156 sudafricanos fueron acusados. Su "delito": un año antes habían publicado una Carta de la Libertad, en la que pedían el fin del Apartheid. Entre los acusados se encontraba Nelson Mandela. El proceso generó solidaridad de los grupos de la oposición, más allá de todas las barreras raciales.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Un niño como ícono de la resistencia
Una de las imágenes más importantes de la exposición se encuentra en el centro de Soweto. Con ella se conmemora el levantamiento - en 1976 - de los escolares que protestaban contra la política discriminatoria racial. Hector Pieterson, de doce años, fue baleado por la policía surafricana en la manifestación. El fotógrafo Sam Nzima plasmó la tragedia; una imagen que le dio la vuelta al mundo.
Imagen: DW/Ulrike Sommer
Los funerales como marcha de protesta
Imágenes del duelo colectivo son omnipresentes en la muestra. Los funerales se convierten en grandes eventos políticos, como el entierro de los opositores conocidos como el grupo de los "Craddock Four”. En 1985, los cuatro fueron secuestrados y asesinados. Más tarde se descubrió que el crimen fue cometido por oficiales secretos de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica.
Imagen: Rashid Lombard
Nueva era
Una nación esperanzada celebra el ganador. El 3 de mayo de 1994 Nelson Mandela se convierte en el primer presidente de una Sudáfrica democrática. "Fue un momento increíble", recuerda el fotógrafo George Hallett.
Imagen: George Hallett
Aún se sufren las consecuencias de la segregación
Durante décadas, se impidió a la población negra el acceso a la educación, la salud y el progreso económico. Hoy aún, 20 años después de las primeras elecciones libres, en muchas regiones son visibles las consecuencias de la segregación territorial. Un aspecto que también trata la exposición de Johannesburgo.