Sudán: los militares tienen la sartén por el mango
Rainer Sollich
5 de julio de 2019
Los militares y la oposición en Sudán acordaron la creación de un Consejo de Transición para preparar las elecciones. El uso de la fuerza contra los manifestantes será investigado. ¿Por fin se acaba el conflicto?
Publicidad
No más violencia, no más muertes. En lugar de eso, un compromiso, negociado por un enviado de la Unión Africana. Más de medio año después del comienzo de las protestas masivas en Sudán, y tres meses después de la caída del dictador Omar al-Bashir, los líderes del movimiento de protesta y los militares finalmente alcanzaron un acuerdo. Las largas negociaciones definieron una hoja de ruta para el futuro político del país, evitando -de este modo- una escalada que habría sido fatal.
No hay que olvidar que a comienzos y fines de junio hubo dos brotes de violencia en los que, según distintas fuentes, hasta 140 manifestantes perdieron la vida a manos de las fuerzas de seguridad sudanesas. Sin embargo, el movimiento de protesta, que es mayoritariamente apoyado por médicos, estudiantes, profesores, abogados y otros representantes de la clase media, también tuvo que hacer concesiones.
Amenazas como "último recurso”
En un plazo de poco más de tres años deberá haber elecciones democráticas; mientras, habrá un gobierno de transición. El acuerdo, empero, no habla de un Parlamento de transición. En cambio, se decidió una división de poder a un nivel más alto: un Consejo de Transición se encargará en los próximos años de decidir el destino de Sudán. Su composición será paritaria: cinco miembros de las Fuerzas Armadas, cinco del movimiento de protesta. A ellos se sumará un onceavo integrante, que será de consenso. En caso de empates, este miembro podría ser decisivo. Por eso se espera que las negociaciones para nombrarlo sean arduas.
También se acordó la formación de un gabinete técnico de transición formado por civiles. Esto debe considerarse una concesión de los militares, pues será el movimiento de protesta el que elija a la mayoría de sus miembros, según las informaciones que se han entregado hasta ahora. Precisamente por ello es poco probable que este "gabinete de tecnócratas" pueda funcionar como contrapeso del Consejo de Transición. El futuro del país seguramente se decidirá en el Consejo, pero ambos bandos tienen, si es necesario, sus propios "batallones auxiliares”.
Los militares cuentan con sus soldados armados, especialmente las tristemente célebres "Fuerzas de Apoyo Rápido” (RSF), compuestas por miembros de las milicias yanyauid, famosas por su brutal participación en la guerra de Darfur. Son precisamente estas milicias las sindicadas como responsables de la violencia que se apoderó de Jartum el mes pasado. Por su parte, la oposición puede presionar a través de huelgas y protestas masivas. Sin embargo, es poco probable que las partes recurran a este "último recurso”, porque un escenario como ese pondría en duda lo que tan dificultosamente se ha negociado y llevaría a una nueva espiral de violencia. Pero sí es probable que lo usen para amenazar y presionar.
Apoyo del vecindario
En cualquier caso, los militares sudaneses tienen más alternativas aún, pues además de las armas, su papel central en la historia del país y la experiencia que tienen en la conformación de la estructura política y económica, también disfrutan del respaldo de importantes potencias regionales, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. El experimento democrático sudanés será tolerado por estos países, si es que lo hacen, solo en la medida que no se contraponga a sus intereses. Los gobiernos de Riad, Abu Dabi y El Cairo quieren evitar, entre otras cosas, un fortalecimiento de sus rivales Qatar y Turquía, así como de los Hermanos Musulmanes. Arabia Saudita necesita además el apoyo de los soldados sudaneses en la guerra de Yemen.
El hombre que garantiza la lealtad de Sudán a los tres "estados hermanos” árabes se llama Mohammad Hamdan Dagalo, conocido como Hemeti. No es solo el hombre más fuerte de las Fuerzas Armadas sudanesas, sino que también es el líder de la milicia RSF. La violencia atribuida a este grupo armado deberá ahora ser investigada por un comité "independiente”. Y acá seguramente habrá más discusiones, en especial cuando haya que hablar del rol del propio Hemeti en todo esto.
Autor: Rainer Sollich (dzc/ers)
Lucha de poder en Sudán: el pueblo contra los militares
Desde el violento desalojo de un campamento de protesta en Jartum, las tensiones entre la oposición y los militares han aumentado enormemente. Documentamos esa lucha de poder en esta galería de imágenes.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
Protesta
Durante varias semanas, miles de manifestantes se instalaron frente al Ministerio de Defensa de Sudán para solicitar la creación de un Consejo de Transición que dejara en manos de los civiles el control del gobierno. Sin embargo, a comienzos de junio los militares, que habían estado negociando con la oposición, atacaron a los civiles, causando la muerte de decenas de personas.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
En nombre de la nación
Un manifestante ondea la bandera de Sudán cerca de los cuarteles generales del Ejército. La enseña patria representa las exigencias de la sociedad civil, que busca participar en la construcción del futuro del país por medio de un trabajo mancomunado con los militares. Si eso resultara, sería un enorme paso hacia la democratización de Sudán.
Imagen: Reuters
Señales de alerta
En los días previos a la masacre del 3 de junio de 2019, las fuerzas armadas reforzaron su presencia en las calles. A los ojos de muchos opositores, la señal de que el Ejército no dejaría el poder tan fácilmente empezaba a ser evidente. Precisamente lo que no querían los miles de sudaneses que salieron a las calles para sacar al dictador Omar al-Baschir.
Imagen: Getty Images/AFP
El fin de una era
Desde 1993 hasta su caída en abril de 2019, Omar al Bashir dirigió a Sudán con mano dura. Actuó con especial fiereza contra sus opositores. Para mantenerse en el mando, disolvió el Parlamento en 1999. Incluso en esos años dio refugio al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. Pero su nombre está vinculado especialmente a la guerra contra los separatistas de la provincia de Darfur.
Imagen: Reuters/M. Nureldin Abdallah
Tragedia nacional
Durante muchos años, los ciudadanos de Sudán del Sur exigieron mayor autonomía. Las tensiones llevaron en 2003 a un conflicto armado sumamente cruento. Según estimaciones de la ONU murieron hasta 300.000 personas. Como consecuencia de la guerra, en 2011 Sudán del Sur obtuvo su independencia. Para el norte fue una enorme pérdida, porque las reservas de petróleo se hallan en el sur.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Morrison
El dictador ante la corte
Muchos sudaneses esperaron durante largo tiempo ver al dictador ante la Justicia. De hecho, Omar al-Bashir se presentó el 16 de junio en un juicio abierto en su contra. Está acusado de corrupción y posesión ilegal de divisas extranjeras. Después de su caída, las fuerzas de seguridad encontraron en su casa más de 100 millones de dólares en bolsas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hjaj
La voz de las mujeres
Muchas mujeres también han participado en las protestas. En Sudán, ellas gozan desde hace bastante tiempo de una amplia libertad, si se compara con países vecinos. Su presencia no solo reforzó cuantitativamente las manifestaciones, sino también ayudó a darles otra cara, porque ellas expresaban que el deseo de democracia e igualdad era transversal.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
Ícono de la revolución
La estudiante de arquitectura Alaa Salah se convirtió en el rostro de la revolución. Cuando en abril se subió al techo de un auto para hablar a los manifestantes, un fotógrafo obtuvo esta imagen. Desde entonces, ha sido compartida miles de veces en redes sociales. Este tipo de fotos se han convertido en parte importante del movimiento, pues permiten que todos se identifiquen con él.
Imagen: Getty Images/AFP
Solidaridad internacional
Gracias a las redes sociales, las protestas se hicieron conocidas a nivel mundial de forma inmediata. Los sudaneses han recibido todo tipo de expresiones de apoyo internacional, como vemos en esta imagen de Edimburgo (Escocia). El lunes 17.06.2019 los ministros de Exteriores de la UE exigieron "el inmediato fin de la violencia contra el pueblo sudanés".
Sin embargo, no todos los sudaneses se han vuelto contra el Ejército. Muchos apoyan a los militares y esperan un gobierno de mano dura. Sus partidarios afirman que solo de este modo el país podrá tener un futuro próspero. En quien más confían es en el general Abdel Fattah al Burhan, presidente del Consejo Militar y quien aparece en la pancarta de la imagen.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
El "hombre fuerte"
Sin embargo, a quien se considera el hombre fuerte del Ejército es al general Mohammed Hamdan Daglu, alias "Hemeti". Él dirigió las tropas que atacaron a los civiles frente a la sede militar. Durante la guerra de Darfur comandó a las milicias Janjaweed, que combatieron brutalmente a los rebeldes. Los manifestantes temen que él se convierta en el nuevo jefe de Estado de Sudán.
Imagen: Reuters/M.N. Abdallah
Preocupación en el Golfo
Los líderes de otros países árabes miran con preocupación y nerviosismo el desarrollo de los acontecimientos en Sudán. Como Mohamed bin Zayad al-Nahyan, príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos. Allí temen que las protestas sean vistas como un ejemplo a seguir. Por eso EAU y Arabia Saudita apoyan a los militares sudaneses.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ministry of Presidential Affairs/M. Al Hammadi
El vecino del norte
También desde El Cairo miran con preocupación hacia Jartum. El gobierno del presidente Abdel Fattah al-Sisi teme que los Hermanos Musulmanes ganen influencia en Sudán. Ese grupo ha sido duramente perseguido por las autoridades egipcias tras el golpe de Estado de 2013 contra Mohamed Mursi. Si la Hermandad se establece en Sudán podría recuperar energías también en Egipto, temen las autoridades.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/MENA
Tensión sin fin
En Sudán las protestas siguen adelante. El viernes 14 de junio, Sadiq al-Mahdi, líder de la oposición desde hace décadas, exigió una investigación sobre el mortal desalojo del campamento de protesta en Jartum. Evidentemente esto no les gusta a los militares. Las tensiones en Sudán podrían entrar en una nueva fase, aún más compleja.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Chiba
14 imágenes1 | 14
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |