Las autoridades suecas restablecieron los controles fronterizos. Esta medida estará vigente por diez días y responde a la necesidad de poner orden en el sistema de acogida de refugiados, dice el Gobierno sueco.
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La medida estará en vigor durante un periodo inicial de 10 días. Los esfuerzos se centrarán en el sur y oeste del país, regiones a las que llegan la mayoría de los solicitantes de asilo, y afectarán al puente del estrecho del Sund, que une Copenhague con la ciudad sueca de Malmoe, y al tráfico marítimo con Dinamarca y Alemania.
"No vamos a controlar a todos, habrá una selección, que se hará sobre todo al azar", explicó este jueves (12.11.2015) en rueda de prensa en Estocolmo Patrik Engström, de la policía fronteriza.
Quienes viajen a Suecia deberán tener permiso de residencia allí o ser ciudadanos de algún país del área Schengen o que no necesiten visado para entrar al país; en caso contrario, podrán solicitar asilo político, informaron las autoridades suecas.
Los controles serán realizados con los agentes disponibles en las regiones afectadas hasta el lunes, cuando serán enviados refuerzos de otras partes del país, informó la Policía.
El restablecimiento de los controles fronterizos fue anunciado anoche por el ministro del Interior, Anders Ygeman, apelando a que las reglas de Schengen permiten esa medida extraordinaria cuando existe una amenaza a la seguridad interna, posibilidad a la que han recurrido otros países de la UE por la oleada de refugiados.
“Esto no es una valla”
"Tenemos una situación en la que las personas se ven obligadas a dormir en tiendas delante de nuestras oficinas", explicó el portavoz de la Agencia de Migraciones, Mikael Hvinlund. "Todos los días en estaciones de tren y terminales de ferry desaparecen personas que viajan solas", añadió. Hvinlund dijo que la decisión fue necesaria para permitirle a la agencia darle prioridad a sus esfuerzos por registrar a menores no acompañados y familias con niños.
Por su parte, el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, explicó que su país ha decidido reintroducir los controles fronterizos para garantizar la seguridad de sus fronteras, al tiempo que destacó la importancia de supervisar en concreto la identidad de todas las personas que entran en su territorio. "Esto no es una valla", recalcó, y dijo que aunque entiende que todos los países de la UE están en una situación difícil, Suecia ha recibido más refugiados per cápita que ningún otro socio.
VT (efe, dpa)
El negocio con los refugiados (29.10.2015)
Miles de refugiados atraviesan Serbia rumbo a los países occidentales de Europa. Para los comerciantes en las proximidades de los campamentos representan un negocio lucrativo. Diego Cupolo reporta desde los Balcanes.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Conductor de autobús o coyote?
En los Balcanes, el negocio del transporte crece vertiginosamente. En la entrada del campamento de refugiados en Presevo (Serbia), el albanés Liridon Bizazli ofrece un servicio de transporte en autobús a Croacia por 35 euros. Como mesero solo gana unos ocho euros al día. Con la venta de boletos de autobús entre 50 a 70 euros.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos se ayudan
Pese a la ganancia que genera su negocio, Bizazli no está orgulloso de él. Asegura que a veces también transporta gratuitamente a familias con niños que no tienen dinero para pagar el pasaje. “Yo también fui un refugiado”, cuenta. “Los viajes en autobús deberían ser gratuitos. Europa da dinero a Serbia para que ayude a los refugiados, pero el Gobierno no hace nada.”
Imagen: DW/D. Cupolo
Demanda y oferta
Cada día, entre 8.000 a 10.000 refugiados arriban a Presevo. Debido a la creciente demanda, los negocios en la región han extendido sus horarios de apertura. A las tiendas de alimentos y cocinas rápidas no les faltan clientes. Los precios se han duplicado, en algunos casos hasta triplicado. “En ningún otro lugar en Serbia he visto una hamburguesa tan cara como aquí”, dice Bizazli.
Imagen: DW/D. Cupolo
Desde tarjetas SIM hasta carretillas
Aparte de comida, lo primero que los refugiados buscan en un nuevo país son tarjetas SIM para poder comunicarse con sus familias y amigos. Por ello, cerca de los campamentos de refugiados, muchos habitantes venden tarjetas telefónicas prepagadas. Pero también ofrecen otros objetos útiles, como esta carretilla para transportar a las personas débiles, como esta mujer kurda de Siria.
Imagen: DW/D. Cupolo
Vendedor de zapatos
Pese a la inminente llegada del invierno y el aumento de las lluvias, muchos refugiados continúan su camino descalzos. Stefan Cordez, coordinador para el sur de Serbia de Médicos Sin Fronteras, explica que por ello muchos sufren infecciones de la piel y se lastiman los pies. Bajo estas condiciones, la venta de calzado y calcetines es un negocio lucrativo.
Imagen: DW/D. Cupolo
Documentos de segunda mano
Los países a lo largo de la Ruta de los Balcanes deben registrar a todas las personas nuevas que arriban. Frente a algunos campamentos de refugiados las filas son kilométricas. La voluntaria Daniela Gabriel, de Presevo, cuenta que algunos conductores de autobuses recogen los documentos de las personas que han transportado a Croacia para vendérselos a las personas que no quieren hacer fila.
Imagen: DW/D. Cupolo
Falsas informaciones
En tanto, algunos taxistas y choferes de autobuses llevan a los refugiados que han pagado pasaje hasta Croacia a ciudades serbias, donde sus documentos son tramitados en oficinas de registro inexistentes, prosigue Gabriela. A fin de evitar que los refugiados sean víctimas de falsas indicaciones, reparte información al respecto en el campamento.
Imagen: DW/D. Cupolo
Robo en las autopistas
Otros ayudantes, que prefieren permanecer en el anonimato, cuentan que han sido amenazados de muerte por advertir a los refugiados de taxistas peligrosos. Alexander Travelle, voluntario de Presevo, relata que una familia fue asaltada con arma de fuego, después de haber pagado 80 euros por persona para ser transportada a Croacia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos reciben su pedazo del pastel
Bizazli admite que paga cien euros de "mordida" o coima a la semana a la Policía local para poder vender sus boletos de autobús enfrente del campamento de refugiados en Presevo. “Simplemente les das lo que piden y te dejan en paz”, dice. También otros ayudantes saben de taxistas que sobornan a los agentes policiales.
Imagen: DW/D. Cupolo
Precios exagerados
Con la caída de las temperaturas, cada vez más hoteles ofrecen hospedaje a los refugiados. Sin embargo, aquellos que no pueden pagar los precios exagerados de las habitaciones son rechazados.