El seleccionador Jürgen Klinsmann tendrá que resignarse al golpe que supuso la decisión de la FIFA, que sorpresivamente sancionó al mediocampista Torsten Frings por su participación en la trifulca tras el partido contra Argentina. Frings no jugará en el partido contra la squadra azzura. Alemania, tres veces campeón mundial, tiene la firme convicción de que llegará a la final respaldado por el poderoso jugador número doce: la afición.

"Estamos concentrados en el desafío que supone nuestro siguiente rival: Italia", dijo Klinsmann. La suspensión de Frings ha dado alas a la selección según palabras del presidente de la Confederación Alemana de Fútbol, DFB, Theo Zwanziger. La sanción se ha convertido en un acicate para toda la selección para llegar al final con Frings en sus filas, pero antes se espera un duelo de gigantes en Dortmund.

Espíritu combativo

Tim Borowski o Sebastián Kehl se encuentran listos para entrar a la cancha en lugar de Frings. "La selección quiere más, quiere llegar a la final, está ansiosa por pintarle la raya a Italia", dijo con espíritu combativo el capitán Michael Ballack. Según cifras de la FIFA, Alemania es el equipo más ofensivo con 88 oportunidades de gol en lo que va del torneo. Italia en cambio, se ha anotado hasta ahora un solo tanto. Un autogol, obsequiado por Zaccardo en el enfrentamiento con Estados Unidos.

La historia apunta a una superioridad italiana basada en una compleja táctica que imprime un ritmo medio para sorprender al adversario cuando menos lo espera. En la historia mundialista que ha enfrentado a ambas selecciones en cuatro ocasiones, Alemania nunca ha derrotado a Italia. Hace cuatro meses la squadra azzura doblegó a los teutones con un 4:1 en un partido amistoso que provocó una crisis con fuertes críticas al seleccionador Jürgen Klinsmann. Sin embargo dicho partido no es comparado por ninguna de las selecciones con lo que está en juego en la semifinal.

Milagro de Dortmund

Italia llega con la frente en alto tras un total de 23 partidos disputados con Alemania sin derrota. Sin embargo en el estadio de Dortmund los italianos se van a enfrentar a una afición aguerrida. "Vamos apoyados por la afición que estará con nosotros hasta el último minuto, pase lo que pase", dijo Ballack. Nunca una selección alemana ha perdido Dortmund, no en vano la zona siderúrgica es considerada un bastión del fútbol alemán.

"Será un juego con un ambiente que Alemania nunca ha vivido", profetizó el matador local Christoph Metzelder. La emoción de los aficionados, atizada por la suspensión de Frings va encender como nunca pese a que Klinsmann no quiso echar más leña a la hoguera. "Tomamos las cosas como vienen y una polémica como ésta es parte del juego en una semifinal", dijo. El seleccionador se mostró convencido de que su misión no terminará el día de la semifinal, cuando se cumple el 52 aniversario del legendario largometraje titulado "El Milagro de Berna", que narra la increíble victoria de la selección alemana en el mundial de fútbol de 1954.