Supremo italiano revisa juicio a capitán del Costa Concordia
20 de abril de 2017
El Tribunal Supremo italiano revisa desde hoy la condena a 16 años y un mes al capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, cuyo barco naufragó en enero de 2012 en Italia y en el que murieron 32 personas.
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El caso ha llegado este jueves (20.04.2017) al Supremo tras el recurso presentado por el abogado del comandante, Saverio Senese, que considera demasiado dura la sentencia a 16 años y un mes que fue confirmada en apelación.
La fiscalía también recurrió al haber visto rebajada su petición de 27 años de reclusión.
Los defensores de Schettino han alegado siempre que el capitán evitó una tragedia mayor de la ocurrida con su maniobra de acercamiento a las costas de la isla del Giglio tras impactar con un escollo.
Schettino fue condenado el 11 de febrero de 2015 a una pena de 16 años y un mes por el delito de naufragio culposo, homicidio culposo, abandono de la nave y por no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el accidente.
El Tribunal de Apelación de Florencia confirmó en mayo de 2016 la condena de 16 años y un mes.
En la audiencia de hoy está previsto que los jueces del tribunal Supremo Carla Menichetti y Giuseppe Pavich lean los recursos y se presenten las numerosas partes civiles, que en este proceso han sido, entre otros, el Gobierno italiano, varios ministerios, la región Toscana, la Provincia de Groseto y el ayuntamiento de la isla del Giglio, y elaboren un calendario de vistas.
En la próxima audiencia, fijada el 4 de mayo, comenzarán los alegatos de los defensores de las partes civiles, de los fiscales y finalmente del letrado de Schettino.
El comandante, de 56 años, no ha entrado en prisión ya que no es aún una condena en firme y porque los magistrados han considerado que no existe peligro de fuga.
Schettino escribió "Las verdades sumergidas"
En este tiempo Schettino ha permanecido en su residencia de Meta di Sorrento, en la provincia de Nápoles (sur), y ha escrito un libro, "Le veritá sommerse" (Las verdades sumergidas), en el que reconstruye los hechos.
En varias ocasiones ha defendido que no quiso abandonar el barco, cambiando varias versiones sobre lo que ocurrió aquella noche y porqué se encontraba ya a salvo en un hotel de la isla del Giglio mientras cientos de personas intentaban aún abandonar el crucero medio hundido.
El proceso comenzó en julio de 2013 y Schettino era el único acusado, ya que el resto de imputados habían pactado sus penas de 23 meses y 18 meses en un proceso paralelo.
Los hechos se produjeron la noche del 13 de enero de 2012 cuando el crucero, en el que viajaban 4.229 personas, encalló frente a los rocosos acantilados de la isla toscana del Giglio, adonde se acercó para "saludar" siguiendo una tradición marinera.
El suceso costó la vida a 32 personas y causó 64 heridos, además de dejar los restos del barco durante dos años varados ante la isla de Giglio.
CP (efe, rtr)
Costa Concordia: reflotando un gigante
Se trató de un despliegue técnico sin precedente, que al final dio resultados. Un equipo internacional consiguió enderezar el gigantesco crucero Costa Concordia, encallado frente a la isla de Giglio hace 20 meses.
Imagen: dapd
De nuevo derecho
A las cuatro de la madrugada de este 17 de septiembre de 2013, la operación quedó completada. El Costa Concordia está de nuevo en posición vertical. El crucero de 290 metros de eslora yacía sobre uno de sus costados desde hacía 20 meses. El reflotamiento comenzó el lunes a las nueve de la mañana. Milímetro a milímetro, el coloso de acero fue enderezado de nuevo.
Imagen: Andreas Solaro/AFP/Getty Images
Espectáculo para curiosos
Frente a Giglio, muchos curiosos siguieron paso a paso los trabajos para enderezar el Costa Concordia. El barco fue sometido a una rotación de 65 grados. Había un problema: el riesgo de que el casco se rompiera, lo cual hubiera traído consigo consecuencias impredecibles para la naturaleza y el medio ambiente.
Imagen: Reuters
Despliegue inédito
Los técnicos alzaron milímetro a milímetro el crucero encallado, para volverlo a su posición. Los trabajos debían haber terminado el mismo lunes, pero se vieron complicados por el clima y otras dificultades. Ahora se acondicionará el Costa Concordia para que pueda ser remolcado. En la primera mitad de 2014 se le llevará a puerto para ser desmantelado.
Imagen: Reuters
El día de la tragedia
El 13 de enero de 2012, minutos antes de las diez de la noche, el crucero encalló frente a la isla de Giglio. Pocos minutos después de que el casco chocara con el fondo rocoso, la nave ya no estaba en condiciones de ser maniobrada. Avanzó cientos de metros y luego giró unos 180 grados, hasta que encalló con la proa en dirección contraria a su ruta original.
Imagen: AP
Rescate tardío
A bordo del barco viajaban 4.229 personas, entre ellas unos mil tripulantes. La mayoría de los pasajeros se encontraban cenando cuando se produjo la colisión. Primero, la tripulación dijo que se trataba de un problema con el suministro de energía. Apenas a las 22:30 se dio la señal de evacuación.
Imagen: picture-alliance/dpa
No todos sobrevivieron
El casco del crucero comenzó a llenarse de agua antes de quedar de costado, al norte del muelle de la isla. 32 personas murieron, dos de las cuales no han sido encontradas. Muchos pasajeros fueron evacuados en lanchas o helicópteros, otros saltaron por la borda y nadaron hasta la costa, en aguas cuya temperatura era aproximadamente de 14 grados.
Imagen: REUTERS
Capitán a juicio
El capitán Francesco Schettino fue detenido poco después del accidente. Al hombre de 52 años se le acusa de homicidio imprudencial, lesiones, averías, abandono anticipado del navío, abandono de personas en peligro y obstrucción de la Justicia. Luego de la pausa veraniega, el proceso continuará el 23 de septiembre en la ciudad de Grosseto.
Imagen: REUTERS
Vacaciones junto al naufragio
Los habitantes de Giglio viven principalmente del turismo. Pero los negocios que éste genera disminuyeron un 30 por ciento el año posterior a la catástrofe. Se incrementó el número de visitas por un día, pero éstas apenas generan ingresos a los lugareños. Por ello, éstos esperan verse liberados cuanto antes de los restos del Costa Concordia.