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Sylt: la isla bohemia

Eva Usi2 de enero de 2008

Sylt es la isla más septentrional de Alemania, punto de encuentro de aristócratas y el jet set, pero también de artistas que encuentran aquí oportunidades para seguir produciendo en las artes plásticas y la literatura.

Sylt, isla de artistas y bohemios.Imagen: dpa


El turismo es una de las fuentes de ingreso más importantes para la isla desde finales del siglo XIX. Pero a partir de los años 60 ha experimentado un verdadero auge. Sylt, la más septentrional de las islas frisonas alemanas en el Mar del Norte, es paraíso de la aristocracia y el jet set. Pero también es un popular destino para familias con hijos en las vacaciones del verano. Y lo que muchos olvidan es que fue un tradicional imán para artistas y bohemios que buscaban desde fines del siglo XIX, paz y descanso en el paisaje de dunas de arena y de mar. Aquí buscaron inspiración artistas de la talla del expresionista Emil Nolde, el dadaista Raoul Hausmann, la bailarina Valeska Gert, o incluso el legendario editor Peter Suhrkamp, fundador de la editorial del mismo nombre.

Esta tradición artística ha sido retomada por la Fundación Kunst:Raum (Arte:Espacio) que trabaja desde las instalaciones de una vieja embotelladora de agua mineral, Syltquelle, en la localidad de Rantum. Llama la atención el edificio de cristal sexagonal que aloja a un restaurante. La familia de Indra Wussow compró la fuente de agua mineral hace cinco años y ella maneja ahora el negocio de extracción y embotellamiento de agua mineral y conduce también la fundación Kunst:Raum. En el transcurso de ese tiempo ha logrado desarrollar una fundación que promueve el arte y la producción artística con resonancia internacional.

Paisaje de mar y dunas de arena.Imagen: dpa

Atraer artistas a la isla

Junto con el galerista colonés Ralph Seippel, Indra Wussow desarrolló conceptos temáticos para atraer artistas a la isla. Por ejemplo la exposición “Tracing the Rainbow”, presentó en el verano del 2002 arte contemporáneo proveniente de Sudáfrica. Buena parte el éxito se mide por el hecho de que las exposiciones son retomadas por otras galerías y museos. Para Wussow el proyecto no se debe restringir a las artes plásticas. Hay una red de contactos y cooperaciones con renombradas instituciones del mundo de la literatura, como el Coloquio Literario de Berlín y la Casa de la Literatura de Kiel. Wussow misma estudió literatura y traducción y el atraer a la isla exponentes de la literatura y el teatro es una de sus prioridades.

Este año la empresa Syltquelle, propiedad de la familia Wussow otorgará 30 becas para jóvenes escritores y artistas plásticos para que viajen a la isla. Ahí tendrán a su disposición un taller y estudio de trabajo. Ahí donde antes se embotellaba agua mineral, ahora hay un escenario alternativo que se esfuerza por buscar y presentar novedosas propuestas teatrales.

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